NEGOCIOS

Esta frase podría servir tanto para introducir un curso en una escuela de negocios como un curso de seducción por correspondencia:

Tanto en negocios como en amor, el secreto del éxito es el disimulo. Hay que disimular el deseo que se siente, hay que disimular el deseo que no se siente. Hay que mentir. (Girard, Mentira, 100).

Parece claro que, tratándose de deseo –por cierto, ¡cuánto deseo hay puesto en los negocios!–, la prudencia aconseja actuar con disimulo.

En cambio, lo que no parece tan claro es que haya que mentir.

Digo yo…

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