Un pequeño residuo de Samuel Beckett, acerca de la soledad. (La traducción es mía.)
bebe solo
come quema fornica revienta solo como antes
los ausentes están muertos los presentes apestan
saca tus ojos vuélvelos sobre los débiles
ya se quejen o les duela
no importa queda el viento
y la vigilia
(Samuel Beckett, Obra poética, 144)
Nunca estamos del todo solos: en la vigilia de la soledad siempre se escucha el rumor del viento.
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