2.3.2. Las propiedades constitutivas del ambiente de Berlyne

Dos son las contribuciones más importantes de Berlyne en el ámbito de la percepción ambiental. La descripción de las propiedades colativas, conferidoras o comparativas del entorno (Collative properties) y el análisis de la capacidad exploradora de la persona en la percepción del entorno (Berlyne, 1960; 1974).

Las propiedades colativas del ambiente son aquellas capaces de provocar respuestas investigadoras, inquisitivas en la persona que percibe un determinado estímulo ambiental (entendido de manera amplia, como imagen ambiental). En la medida en que se presentan en una determinada proporción y combinación, estas propiedades despiertan en la persona una actitud de curiosidad porque provocan algún tipo de conflicto perceptivo que incita a comparar este estímulo con otros para intentar resolver el conflicto.

Las propiedades colativas descritas por Berlyne son:
La complejidad, o grado en que una variedad de componentes caracterizan el estímulo ambiental.

La novedad, o grado en el que un estímulo contiene características nuevas o previamente desapercibidas por la persona.

La incongruencia, o grado en el que un factor estimular no se ajusta a su contexto.

La sorpresa, o grado en el que no se confirman las expectativas de la persona sobre la situación perceptiva.

Todo estímulo, imagen o unidad ambiental percibida contiene, en diferentes proporciones y combinaciones, algunas de estas propiedades y el resultado de esta proporción y combinación genera un determinado tipo de conflicto perceptivo ante el cual se activa nuestra curiosidad perceptiva y nuestra actitud investigadora para resolverlo. En otras palabras, estas propiedades actúan llamando más o menos nuestra atención sobre el estímulo y el conflicto que genera y, por lo tanto, atrayéndonos más o menos. Por esto la teoría de Berlyne ha ejercido una clara influencia en las investigaciones sobre preferencias de paisajes (véase Kaplan y Kaplan) que se analizarán en el apartado 5 de esta Unidad.

Ampliemos con algunos ejemplos las propiedades descritas por Berlyne.


En cualquier caso, parece que tanto los estímulos poco "conflictivos" como los que lo son demasiado, no contribuyen a despertar esta actitud en la percepción. Por ejemplo, un entorno percibido como poco complejo puede generar un efecto de monotonía ambiental que incita poco a su exploración o atención. Por el contrario, un entorno excesivamente complejo puede resultar difícil de interpretar, generar sobreestimulación ambiental y provocar respuestas de inhibición por imposibilidad de desentrañar su sentido. Parece que la adecuada combinación de unos niveles intermedios de estas propiedades o una sutil desproporción entre alguna de estas características serían propuestas adecuadas para activar este papel activo y explorador de la persona en el proceso de percepción ambiental.

Precisamente, la segunda aportación importante de Berlyne corresponde a la distinción entre dos tipos de exploración perceptiva:
La exploración diversiva tiene lugar cuando uno se encuentra infraestimulado y busca estímulos que lo activen en el entorno. Tras tres horas de espera en la antesala del médico, por ejemplo, uno ya habrá leído todos los títulos colgados en la pared o todas las revistas a su alcance, aunque realmente no tenga ningún interés por todo ello.

La exploración específica tiene lugar cuando uno se encuentra excitado por un estímulo particular y lo investiga para reducir la incertidumbre o para satisfacer la curiosidad asociada a la excitación estimular.
Evidentemente, Berlyne hace su propuesta de propiedades colativas estrechamente vinculada a sus tipos de exploración, de manera que la exploración de un estímulo se da en función de su complejidad, novedad, sorpresa o incongruencia.

 

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