Dentro del Parque Natural del Montgrí se concentra una gran diversidad ornitológica. Especies tan sensibles como el águila perdicera, el halcón peregrino o el búho real han encontrado lugares adecuados para su reproducción. En referencia a esta última especie de rapaz nocturna, y gracias al seguimiento que desde el propio Parque y el Grup de Natura Sterna y la Universidad de Girona han realizado durante los últimos 5 años, se han censado un total de 9 posibles parejas reproductoras de búho real dentro del ámbito del Parque Natural.
El estudio apunta que, a pesar de la buena calidad ambiental del Parque, existen ciertos riesgos a los que cabría prestar atención. La elevada densidad de líneas eléctricas con sus apoyos es una de las principales causas de mortalidad para éstas y otras especies protegidas en el Parque Natural y sus alrededores. El pasado mes de agosto se hallaron dos ejemplares de búho real electrocutados en una línea eléctrica de media tensión que recorre gran parte del sector norte del Parque Natural. El apoyo implicado, así como otros donde se han encontrado aves electrocutadas, tienen diseños peligrosos y, consiguientemente, comprometen la viabilidad de las especies de aves que viven en este espacio protegido, especialmente de las más amenazadas. Una vez localizados los cadáveres, los Agentes Rurales levantaron el acta protocolaria para ponerlo en conocimiento de la compañía propietaria de la línea, así como de las autoridades administrativas y judiciales pertinentes con tal de corregir los apoyos peligrosos.
Los datos de seguimiento del búho real para el conjunto de la comarca del Baix Empordà, con un censo actual de 32 territorios activos y un total de 112 ejemplares anillados en los últimos años, son preocupantes. Los atropellos y las electrocuciones son, de largo, las principales causas de mortalidad directa. La destrucción o alteración de sus hábitats, así como la escalada no regulad, son las principales causas de pérdida de territorios de cría. En ciertos puntos de la Costa Brava sur, la suma de todos estos caos podría estar detrás de una disminución poblacional alarmante. En la Vall d’Aro, por ejemplo, se ha pasado de un máximo de 9 parejas reproductoras a únicamente 1 este último 2019.
Resulta muy urgente, pues, que las compañías propietarias de las líneas eléctricas no tan solo corrijan los apoyos donde se han electrocutado especies de aves amenazadas en este Parque Natural sino que también establezcan medidas en todo el espacio protegido con tal de minimizar esta lacra para la avifauna.
Jaume Ramot
Presidente del Grup de Natura Sterna
