Lletra de dona es un espacio de publicación y difusión de reseñas de obras escritas por mujeres, dentro de los ámbitos tanto de la creación literaria (narrativa, teatro, poesía, ensayo, autobiografía) como de la teoría crítica
[…]
résiste, camarade
compagne de combat
la montagne nous attend
et avec tous « les insurgés »
tous les innocents
et tous ceux qui veulent
relever l’affront
ne pleure pas camarade
femme
oublie ta douleur
ta résistance
est celle
d’une palestinienne
qui lutte pour Jérusalem (53)
La represión de la sexualidad femenina desaguaba en el ansia de confidencia, de lágrimas compartidas. Por eso se idealizaba al ‘hombre atormentado’. Enamorarse era, en cierto modo, tener acceso a la naturaleza de esos presuntos tormentos varoniles, rodeados siempre de cierto misterio. (p. 149)
—¿Y por qué era pecado ser liberal?
—Porque les daba la gana a ellos y le armaban a uno un bochinche en el confesionario y yo un día me levanté y le dije al cura que no volvería a la iglesia como ellos siguieran con esa falta de caridad [...] una cosa es Cristo y otra los liberales. (Ángel, 92)
Je pense souvent à cette image que je suis seule à voir encore et dont je n'ai jamais parlé. Elle est toujours là dans le même silence, émerveillante. C'est entre toutes celle qui me plaît de moi-même, celle où je me reconnais, où je m'enchante.
Peut-être est-il mort depuis quinze jours déjà, paisible, allongé dans ce fossé noir. Et moi qui attends toujours […]. Parce que d'une seconde à l'autre seconde il va peut-être mourir, mais que ce n'est pas encore fait. Ainsi seconde après seconde la vie nous quitte nous aussi, toutes les chances se perdent, et aussi bien la vie nous revient, toutes les chances se retrouvent.
La nuit avançant, il paraissait que les chances qu'aurait eues Lol de souffrir s'étaient encore raréfiées, que la souffrance n'avait pas trouvé en elle où se glisser, qu'elle avait oublié la vieille algèbre des peines d´amour.
Se quedaron así, los ojos cerrados, mucho rato, asustados. En primer lugar siguieron separados el uno del otro, y luego sus manos se habían encontrado en el Naufragio, temblorosas aún, y habían permanecido una con otra mientras duraba el sueño. Al despertar, una vez más los dos sollozaban, la mirada vuelta hacia la pared, la vergüenza.
Hallarse en un agujero, en el fondo de un agujero, en una soledad casi total y descubrir que sólo la escritura te salvará. No tener ningún argumento para el libro, ninguna idea de libro es encontrarse, volver a encontrarse, delante de un libro. Una inmensidad vacía. Un libro posible. Delante de nada.
Inmovilidad total. No sopla el viento en el parque. El interior, densamente sombrío. ¿Es de noche? No se sabe. Espacio. Ornamentos dorados. Un piano. Lámparas apagadas. Plantas de interior. Nada se mueve, nada salvo el ventilador de una "ficcionalidad" de pesadilla.