El dúo valenciano cuelga el cartel de Sold-out en las dos fechas tras su paso por la ciudad olímpica
Los valencianos Hoke y Louis Amoeba, rapero y productor, dieron el pasado 28 de noviembre su segundo concierto en lo que llevaban de fin de semana en la sala Razzmatazz 2, habrían agotado las entradas de sus dos fechas en la ciudad Condal durante la gira de su último trabajo: BBO, un disco basado en un imaginario olímpico y la vida del barrio, una pista de atletismo que corren dealers y hustlers, con un sonido galáctico que, sin necesidad de hacer marketing, ni promoción, ha sido plato de buen gusto para las figuras más importantes de la vieja y nueva escuela del rap patrio como Kase O, C. Tangana o Morad.
“Domingos y festivos y seguimos abiertos”, son las siete de la tarde del último día de la semana, con frío de invierno, centenares de personas bebiendo latas de cerveza se acumulan en la acera del Carrer Pamplona. Hoy es día de mundial y ya hay gente hablando del partido de hoy donde juegan la selección española contra la selección alemana, aparte de las expectativas que tienen del concierto, claro.
Abren puertas y esos centenares de personas entran en la sala, que a una hora antes de que empiece el desfile olímpico, está abarrotada. El DJ V-Funk se encarga del warm up, deleitando al público con las canciones que han marcado las generaciones de la música urbana nacional e internacional de las últimas décadas, de Soulja Boy a Central Cee, pasando por Kendrick Lamar y de 7 Notas 7 Colores a Soto Asa, pasando por Ergo Pro. Durante este calentamiento se pueden ver móviles en horizontal entre el público, el partido ha empezado, incluso hay asistentes que están disfrutando de la selección musical a la vez que vitorean alguna que otra ocasión de la selección española.
Louis Amoeba aparece, entra al escenario al grito de “Barcelona está en la Casa!”, mientras empieza a sonar Mucho Muchacho por los altavoces. Al poco de terminar la primera parte del partido (O eso parece), Lucho (Louis Amoeba) toma el mando de la controladora DJ y después de algunos cortes de Corredores de Bloque, aparece Chase, el rapero madrileño de las generaciones del underground de hace 10 años, que anima al público micrófono en mano a modo de show-man. Pero llega el momento, empieza a escucharse ese sonido de distorsión con el que acaba y empieza Last 2 People On Earth (L2POE), el trabajo anterior de Louis Amoeba con Ébano y que también aparece en el principio y el fin de BBO. Sale Hoke al escenario.
A partir de aquí la sala es un hervidero, no paran de verse manos en el aire, y el rapero valenciano da un recital de sus canciones y colaboraciones previas a BBO, cabe destacar que el público lo dio todo cuando sonó Calle Cortada, la colaboración de Hoke junto con el dúo madrileño Ill Pekeño y Ergo Pro.
Después de esto, comienzan a sonar todas las canciones de BBO, dónde Hoke escupiría todas sus letras, haciendo saltar y sentar al público, convirtiendo la 2 del Razz en un centro de alto rendimiento Entre algún que otro “saludo” a los mossos d’esquadra por “portarse bién con ellos este fin de semana” y otros shot-outs a algún graffitero, entra por sorpresa al escenario Ébano, que deleita a la sala junto con Hoke con sus colaboraciones cómo Chorbo Real u Olympique, además de cantar en solitario algunos de los cortes L2POE. Cuando el concierto llega a su fin y se queda el escenario vacío, el público no para de gritar “Hoke” y “Lucho”, a lo que estos dos terminarían por ponerse una última medalla, volviendo a interpretar Olympique, para el último deleite del público, que parecía que llevaba a cabo una sesión grupal de cardio. Al terminar, mientras se desaloja la sala, algunos asistentes comentan que el partido ha terminado en empate.