El cuerpo es la parte central del trabajo y también la que presenta más variaciones, según el tipo de trabajo académico, el ámbito de especialidad al que pertenece, si se trata de un trabajo teórico o aplicado, si es un compendio de artículos, etc.
Así pues, algunas de las partes que se pueden encontrar en el cuerpo de un trabajo académico son:
Teniendo en cuenta que la introducción y las conclusiones son las partes coincidentes en cualquier trabajo académico, se hacen algunas recomendaciones específicas solo para estas dos partes. Y, a continuación, se presentan una serie de observaciones generales para todo el cuerpo del trabajo.
Observaciones generales- Se recomienda que, antes de empezar a redactar, se establezca una primera estructura del cuerpo del trabajo, con apartados y subapartados, para favorecer una organización de la información adecuada y equilibrada. No obstante, a medida que avanza la redacción se puede reconsiderar, si es necesario, alguna subdivisión.
- Se aconseja incorporar los apartados y subapartados estrictamente necesarios y, en todo caso, no sobrepasar el cuarto nivel de división.
- Se debe tener en cuenta el formato de los apartados y subapartados, tanto en la numeración que acompaña los títulos como en el cuerpo y el tipo de letra utilizados.
- Se debe hacer un uso coherente y sistemático de los diferentes aspectos formales en el conjunto del cuerpo del trabajo.