El comentari expert: José Manuel Santos Pérez

Theatrum orbis terrarum

Theatrum orbis terrarum sive Atlas novus

El Theatrum orbis terrarum sive Atlas novus, de 1640, presentado en esta exposición virtual, es la edición latina de esta magna obra, llevada a la imprenta por los hijos de Willem Janszoon Blaeu, Joan y Cornelis, dos años después de la muerte del padre. Este volumen consta de 94 mapas de Gallia, Hispania y los continentes de Asia, África y América, y es la segunda parte de una obra que contenía 207 mapas en total.

Su origen fue el Appendix Theatri A. Ortelli et Alantis G. Mercatoris contines tabulas geographicas, publicado por Willem y Joan en 1631. Este “Apéndice” pretendía ser una extensión de las dos compilaciones de mapas más importantes aparecidas hasta la fecha, el Theatrum Orbis Terrarum de Ortelius, de 1570, que tuvo su última edición en 1612 y el Atlas de Mercator-Hondius de 1595, en cuyos mapas se basaba la obra. La familia Hondius se había dedicado desde finales del siglo XVI a reeditar estos mapas de Ortelius y Mercator, teniendo prácticamente un monopolio de este tipo de publicaciones. Willem Janszoon Blaeu adquirió de la viuda de Jodocus Hondius el Joven, muerto en 1629, un conjunto de 40 planchas de cobre con mapas grabados que Jodocus y su hermano Henricus custodiaban para realizar una nueva edición del Atlas. Lo curioso es que las planchas no llegaran ni al menor de los Hondius ni a su cuñado y gran rival de Blaeu, Johannes Janssonius, los más importantes fabricantes de mapas de la época. 37 de estos mapas, junto con otros 23 de producción propia, fueron usados para la edición del primero de los Apéndices que apareció en 1630, publicado a solas por Willem.

En asociación con su hijo, el doctor en derecho por la Universidad de Leiden, Joan o Johannes Blaeu, publicó en 1631 una segunda edición del Apéndice con el título ya comentado de Appendix Theatri A. Ortelli et Alantis G. Mercatoris contines tabulas geographicas. Henricus Hondius y Janssonius, seguramente molestos por la extraña venta de las planchas, lo criticaron diciendo que era una “especie de mezcolanza de mapas antiguos que él (Blaeu) había alterado, adaptado o copiado”. Este nuevo Apéndice contenía 98 mapas, y fue ampliado por Willem entre 1634 y 35. En estos años publicó actualizaciones del Atlas en 4 lenguas, latín, francés, alemán y neerlandés, que contenían cerca de 200 mapas y aparecían divididos en dos partes. Llevaban ya la denominación de Atlas Novus, queriendo así afirmar sus diferencias con las obras de origen. La muerte le sobrevino a Willem en 1638 y a partir de ese momento se ocuparían de la imprenta sus hijos Joan y Cornelis, este último muerto en 1644. Los dos hermanos realizaron varias ediciones de “Atlas Nuevos” en los años siguientes a la muerte el padre, ampliándolos considerablemente con la adición de nuevos mapas. Para 1655 el Atlas ya tenía 6 volúmenes, lo que fue preparando el terreno para la publicación en 1662, con Joan Blaeu editando en solitario, del Atlas maior o Groote Atlas, el mayor Atlas jamás realizado. Con más de 600 mapas, 3.000 páginas y 12 volúmenes en algunas de sus ediciones (como la francesa), fue considerado el libro más caro del siglo XVII. Aunque la edición de 1640 del Atlas Novus que aquí se ofrece no esté “iluminada”, tiene coincidencias muy notables con los mapas presentados en el Atlas Maior, si bien es mucho menor en la reproducción cartográfica y en los textos que acompañan a cada una de las regiones, en comparación con el mayor de los Atlas. En este volumen se representan dos reinos europeos, Francia y España (Gallia e Hispania) y los continentes de Asia, África y América.

El conocimiento cartográfico era vital para una Holanda volcada ya en estos momentos en la expansión marítima. El más viejo de los Blaeu, Willem, llegó a ser cartógrafo oficial de los Estados Generales y de la Compañía Holandesa de Indias Orientales (VOC), cargo que heredó su hijo Joan. A pesar de que a veces se atribuye también una relación con la Compañía de Indias Occidentales (WIC) de esta familia de cartógrafos, la actividad se limitó a la Compañía de Indias Orientales. Es posible que la tolerancia mostrada por Willem en temas de religión, lo que probablemente lo alineaba con la tendencia remonstrante en aquel convulso periodo tras el sínodo de Dordrecht, lo apartara de los rígidos calvinistas gomaristas que dominaron el cuerpo directivo de la WIC desde el inicio, lo que la llevó a confiar el diseño de mapas y de ilustraciones relativas a las conquistas realizadas en América, sobre todo en Brasil, a otro gran dibujante y cartógrafo, Claes Jansz. Visscher, que se había formado en el taller de Willem Janszoon Blaeu . No obstante, de la imprenta de Joan Blaeu salió la obra capital del legado holandés en Brasil: el Rerum per octenium in Brasilia, de Gaspar Barleus, publicada en 1647. Recuento exaltado de los hechos del gobernador holandés Johan Maurits van Nassau en su estancia como gobernador de la Nueva Holanda, entre 1637 y 1644, contaba con extraordinarias ilustraciones del pintor Frans Post y mapas del propio Blaeu. Con barcos holandeses surcando los siete mares, era natural que los mapas adquirieran un valor estratégico de alto valor, pero a partir de la publicación de la serie de Apéndices, Atlas Novus y sobre todo del lujoso Atlas Maior, se convirtieron en un objeto estético de culto, adquirido por las grandes bibliotecas de la época, por las cortes de los monarcas y por ricos comerciantes que mostraban orgullosos estos fantásticos mapas coloreados con sus brillantes cartelas y su apelo magnético al exotismo. Una obra excepcional y una más de las joyas de la Biblioteca Universitaria de la Universidad de Barcelona.

José Manuel Santos Pérez (Universidad de Salamanca)