Según el diccionario, el ímpetu es el brío, la vehemencia o el ardor con que se actúa. Se puede ser impetuoso por naturaleza, por mala educación, por atolondramiento, por sentimiento de inferioridad (o por lo contrario), por estupidez o por inocencia.
(Para, no seas prolijo.)
Se es impetuoso en la juventud. La juventud se sostiene y se deja ver en el ímpetu propio.
(Ahora entiendes por qué cuando actúas impetuosamente no sientes ningún entusiasmo sino una pizca de tristeza.)
Entrada anterior
EL HORIZONTE
Siguiente entrada
APUNTE SOBRE MOZART