SOBRE LA NECESIDAD DE ESTAR EN UNA HISTORIA

La historia –que, por cierto, fue mi primera y nunca abandonada vocación– suele presentarse como una narración que siempre se atribuye a otro; o sea, la versión de algo, dada o expuesta por otro. Naturalmente, también está la historia propia, lo que Nietzsche llamaba “devenir lo que uno es”, pero esa, sea o no autobiográfica, se suele narrar como si fuera algo ajeno. En materia de autobiografía, “no se puede nadar y guardar la ropa”; por consiguiente, toda autobiografía poco a poco se degrada en ficción y al final resulta inauténtica; y cuando no ocurre así, es la expresión de algún tipo de enajenación.

Formar parte de una historia –pequeña e irrenunciable vocación de trascendencia– se muestra en muchos comportamientos cotidianos. Quienes son incapaces de construirse una, intentan hacerse merecedores de las historias que cuentan los demás acerca de ellos; o se diseminan y se reparten en los objetos que coleccionan; y toman prestado de ellos su historia; o se prestan a la anécdota o a esa notoriedad conocida como fama o celebridad que, como es sabido, no son lo mismo.

Nadie es capaz de escapar a la propia historia, toda vez que cualquier tentativa de anonimato absoluto, de reclusión o de pérdida, inmediatamente se hace derivar como peripecia de alguna historia. Pongamos por caso, la “desaparición” de Greta Garbo. Garbo fue célebre dos veces, por su historia y por su abrupta decisión de autorrecluirse.

Otra cosa es lamentar haber participado de una historia, querer borrarse de ella, abominar de lo que uno ha sido durante una experiencia vergonzosa. La literatura y, sobre todo, el cine, están llenos de relatos de tentativas infructuosas para ajustar cuentas con el pasado que vuelve, como decía Gide a propósito de la infancia, “como el cadáver que las olas devuelven a la orilla”. Se puede dejar de ser, aferrarse a devenir lo que uno es, tirar por la borda todo vestigio de una historia pasada, pero la historia que nos guarda como en una prisión no se puede borrar.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.