Evaluación y mitigación del impacto de las líneas eléctricas en las aves

Los accidentes con líneas eléctricas, colisión y electrocución, son unas de las principales causas de mortalidad para muchas especies de aves. En el caso concreto de la electrocución en apoyos eléctricos de distribución, se estima que anualmente mueren en Cataluña unas 3.000 aves por esta causa. Se conoce también que la electrocución es la primera causa de mortalidad del águila perdicera en Cataluña, y que mejorar la supervivencia de los individuos territoriales parece la estrategia más eficiente para mejorar el estado de conservación de esta especie.

Por estos motivos, durante el periodo 2000 – 2007 y en el marco de un convenio de colaboración con la empresa Endesa y la Diputació de Barcelona, el Equipo de Biologia de la Conservación pudo desarrollar un protocolo de actuación para mitigar el impacto negativo de la electrocución sobre la población catalana del águila perdicera. Para hacerlo, se seleccionó un área piloto de 1.056 km² en la Sierra Prelitoral de la provincia de Barcelona donde se encontraban tres territorios ocupados con una baja supervivencia y una elevada tasa de mortalidad por electrocución. Dentro de esta área piloto, se realizó el radioseguimiento de ejemplares de estos tres territorios con el fin de determinar las áreas más utilizadas por las águilas. Dentro de esta área piloto también se desarrolló un model predictivo del riesgo de electrocución de los soportes obtenidos a partir de la caracterización de 3.869 soportes y que tienen en cuenta el diseño del soporte, así como otras características ambientales. Posteriormente, se caracterizó el riesgo de electrocución de todos los soportes dentro de las áreas más usadas por las águilas y se clasificaron los apoyos de la categoría de riesgo más elevado (un 6% del total), la mortalidad de las aves se reduce hasta un 70%. A continuación, con la colaboración de empresas eléctricas, se aplicaron medidas de corrección en gran parte de los apoyos de más peligrosidad predichos por el modelo, medidas que resultaron ser del todo efectivas para mitigar la electrocución de aves: no se produjeron más electrocuciones en los soportes corregidos y la supervivencia adulta de las parejas de águilas de estos tres territorios se incrementó a partir del inicio de las correcciones.

En un estudio posterior se utilizó información procedente del marcaje de polluelos con anillas de lectura a distancia y en su posterior reavistamiento de la población francesa de águila perdicera durante el periodo 1990 – 2009 con el fin de estimar el impacto de las correcciones sobre los parámetros demográficos. Los resultados mostraron que la probabilidad de supervivencia se incrementa en todas las clases de edad después de implementarse las correcciones, debido a una disminución de la mortalidad por electrocución y, como consecuencia, se produce un incremento del crecimiento previsto de la población, demostrando así la efectividad de las correcciones. La aplicación de este protocolo permite focalizar el esfuerzo de corrección en los puntos negros, es decir, aquellos apoyos presentes en territorios donde la electrocución tiene un mayor impacto y que potencialmente acumulan más electrocuciones, optimizando así los recursos dedicados a la corrección (dinero y tiempo), y a la vez obteniendo unos efectos muy positivos sobre las águilas. La mitigación del impacto negativo de la electrocución sobre la población catalana de águila perdicera pasa por seguir aplicando este protocolo de actuación en nuevas áreas.

Por otro lado, la colisión de aves con líneas eléctricas de transporte no es tan conocida como la electrocución y es más difícil de detectar porque tiene lugar a lo largo de todo el trazado de la línea eléctrica. Con la finalidad de conocer mejor los factores que intervienen en la colisión en territorios de águila perdicera, se utilizó información sobre los movimientos de 18 ejemplares de águila perdicera de 12 territorios diferentes obtenida mediante radioseguimiento realizado durante el periodo 2002 – 2006. Este estudio, realizado gracias al apoyo de Red Eléctrica de España – S.A.U., la Diputació de Barcelona y el Ministerio de Educación y Ciencia, presenta un modelo predictivo para determinar que tramos y líneas son las que tienen más riesgo de colisión y describe las estrategias más efectivas para reducir el número de accidentes en los tramos de líneas de transporte.

Con estos trabajos, el Equipo aporta una herramienta estratégica al servicio de entidades públicas y privadas implicadas en la gestión del medio natural en regiones afectadas por el impacte del trazado eléctrico sobre la avifauna, una problemática medioambiental que recoje el Convenio de especies migratorias (Convenio de Bonn, 2002) y diversas directivas de conservación de la Unión Europea, así como el decreto sobre líneas eléctricas del Estado español.