Conservación de los hábitats

Un hábitat se puede definir como un fragmento de la biosfera sometido a un conjunto determinado de factores ecológicos. En el caso de los hábitats de las especies y sus poblaciones, pero, se definen como los ambientes en que habitan éstas y que cumplen las condiciones adecuadas para que la especie pueda vivir y reproducirse. En este sentido, los hábitats tienen un valor de conservación intrínseco. Este hecho se transcribe en algunas políticas de conservación, como la misma Directiva Hábitats (directivas 92/43/CEE y 97/62/UE) y los HIC prioritarios, según su grado de prioridad de conservación. Por otro lado, las especies, sean vegetales o animales, tienen un fuerte vínculo con hábitats concretos, bien porque forman parte intrínseca (especies vegetales dominantes y representativas), bien porque encuentran las condiciones idóneas (plantas y animales) para desarrollar su ciclo vital i, en el caso de los animales, es para alimentarse o reproducirse, entre otros.

Es por ello por lo que conocer, conservar y gestionar adecuadamente los hábitats, resulta de gran importancia para preservar la biodiversidad que acogen. Por dicho motivo, colaboramos con organismos públicos y propietarios particulares, responsables de la gestión y conservación de los hábitats, así como otros colectivos de la sociedad con incidencia sobre el patrimonio natural, con el fin de implementar actuaciones de gestión y conservación de los hábitats en base a unos criterios rigurosos que ofrece la investigación científica.