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El edificio de biblioteca como recurso estratégico

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Ignasi Bonet
Arquitecto y documentalista
Unitat d'Arquitectura Bibliotecària
Gerència de Serveis de Biblioteques


Svobodová, Mahulena (ed.) (2016). New library buildings in Europe: documentation 2016. Praga: Vysoká škola chemicko-technologická v Praze. 162 p. Disponible en: http://liber-lag.techlib.cz/media/liber-lag_2016.pdf. [Consulta: 14/01/2017].


El edificio de biblioteca, así como el espacio disponible para colecciones y para servicios a los usuarios, son percibidos a menudo como una limitación pero son, al mismo tiempo, un recurso que puede representar una oportunidad estratégica para alcanzar el éxito en la misión de la biblioteca. El espacio disponible es un recurso escaso que es preciso optimizar. En relación con esto, a menudo es necesario tomar decisiones estratégicas, y para tomar estas decisiones es esencial disponer de información fiable; datos de referencia que permiten evaluar la situación actual y las posibles alternativas.

¿Cuál es la mejor opción para alojar la colección en el mínimo espacio? ¿Es mejor dejar la colección accesible en la sala u optar por los almacenes visitables? ¿Es posible utilizar estantería compacta en la sala, accesible a los usuarios? ¿Cuánto puede costar la instalación de un almacén cooperativo externo? ¿Qué tipo de servicio innovador se puede ofrecer en el espacio que liberamos en una reforma, o que ganamos en una ampliación? ¿Cómo son los learning spaces? ¿Qué coste por metro cuadrado puede tener un nuevo edificio? ¿Cuánto tiempo puede durar el proceso de proyecto y construcción?

Para ayudar a dar respuesta a preguntas como éstas el LIBER Architecture Group del LIBER, Association of European Research Libraries, ha publicado este documento que recoge datos sobre 15 proyectos realizados recientemente en edificios de bibliotecas en Europa, ya sean edificios de obra nueva, reformas, rehabilitaciones o ampliaciones y que recoge, básicamente, casos de bibliotecas universitarias, aunque también incluye bibliotecas nacionales, públicas o regionales.

Contexto

Este informe es la última concreción de un trabajo continuo de recopilación de datos sobre edificios de bibliotecas que comenzó en 1996, con motivo de los seminarios bianuales que celebra el LIBER Architecture Group, y que ha generado ya 12 publicaciones de recopilaciones de casos. Desde el año 2010 los PDF están disponibles en acceso abierto en http://web.zhbluzern.ch/liber-lag/lagepub.htm.

Tanto o más interesante que estas publicaciones es la base de datos que desde 2012 recoge esta información, accesible en http://liber-lag.techlib.cz/. En esta base de datos, se recogen 61 casos que pueden consultarse por años, por países o por orden alfabético. Lo que me parece más relevante es la búsqueda con filtros, que permite seleccionar de forma rápida y sistemática aquellos casos que más nos pueden interesar. Permite filtrar por todos los parámetros numéricos: superficies (construida/útil), número de usuarios, costes, capacidad documental, equipamiento informático o audiovisual, o actividades especiales, entre otros.

El objetivo de estas publicaciones y de la base de datos es que los profesionales puedan encontrar proyectos similares a los suyos, nuevas ideas, así como establecer contactos profesionales que permitan compartir el conocimiento y el aprendizaje de las experiencias de los otros.

Descripción del informe

Este último informe, con la documentación del seminario de 2016, en base a un cuestionario recoge de forma objetiva y sistemática información detallada de 12 bibliotecas universitarias, 2 de públicas y 1 almacén cooperativo externo (off-site). Hay 5 de Alemania, 4 del Reino Unido, 2 de Suiza y 1 de Francia, Suecia, Bélgica e Irlanda.

Hay cuatro grandes bibliotecas, que superan los 16.000 m2 construidos (la más grande tiene 30.000 m2), y dos de pequeñas, con superficies inferiores a los 1.000 m2. La mayoría de casos tienen una superficie media, entre 5.000 m2 y 7.000 m2, con colecciones que oscilan entre los 100.000 y 200.000 documentos, aproximadamente.

Por lo que a la información general de la biblioteca se refiere, se especifican los datos de contacto, los datos de usuarios, los datos sobre el edificio original (si se da el caso) y su capacidad documental. Se dan los datos del nuevo edificio: equipo de arquitectos, descripción de los objetivos del proyecto y características principales. Se dan muchos datos de información técnica: superficies, capacidad documental, equipamiento audiovisual e informático, salas para usos especiales (formación, conferencias, ocio…), almacenes, tipo de estanterías (accesibles/de acceso restringido, estanterías compactas…) y otras características técnicas (instalaciones, redes de telecomunicaciones…). Finalmente, se dan informaciones sobre el calendario del proceso de edificación, los costes y las publicaciones y premios.

Cada ficha incorpora fotografías y planos de los edificios, que también ayudan a hacerse una idea del tipo de espacios y de la oferta de servicio (esta información no está disponible en la base de datos), así como retener las características arquitectónicas.

Aunque el informe se estructura en campos definidos, muchos de ellos parametrizados, también incluye campos libres, donde los profesionales explican las ideas y las intenciones generales del proyecto, y la arquitectura de forma telegráfica. En cada proyecto hay los datos de la persona de contacto, para consultas y ampliación de la información.

Valoración

Tener datos sobre costes de inversión en el edificio, en relación a la superficie y a la colección documental me parece esencial para poder tomar las decisiones estratégicas que comentaba al inicio. A menudo nos encontramos que el aumento de las colecciones hipoteca el espacio disponible, este recurso escaso, e impide ofrecer nuevos servicios a los usuarios. Ante este dilema entre espacio para colecciones o espacio para usuarios el documento nos ofrece diversas posibles vías de solución, que es necesario entreleer a partir del análisis de los datos.

La opción más inmediata suele ser ampliar el edificio existente o trasladarse a un nuevo edificio con mayor superficie, manteniendo buena parte de la colección en la sala, accesible a los usuarios. Esta opción es muy costosa: requiere una fuerte inversión (¡de unos 80 € por documento, de media!), y después unos elevados costes de mantenimiento. Es la solución que adoptan la mayoría de bibliotecas universitarias analizadas, que mantienen más del 90 % de la colección de libre acceso (lo que reduce, por otra parte, los costes de gestión de personal).

Llevar a cabo una reforma, sin ampliar la superficie, permite redefinir los espacios y el concepto de biblioteca con unos costes que pueden ser menores, pero más inciertos, más difíciles de predecir, (que pueden variar mucho de un caso a otro).

Muchos de los proyectos analizados en el informe incorporan un cambio de concepto en los espacios de biblioteca para ofrecer nuevos servicios a los usuarios: las bibliotecas universitarias se convierten en espacios de aprendizaje (learning centers) con espacios para trabajo en grupo, espacios para la docencia, la investigación y actividades sociales. También en muchos de ellos se incrementan los asientos de lectura y los puntos de trabajo para usuarios.

Liberar este espacio para los usuarios sin aumentar la superficie total implica a menudo comprimir el espacio para la colección, y ésta es la estrategia que han seguido las tres grandes bibliotecas del informe: las dos bibliotecas públicas centrales urbanas de Liverpool y de Umeå, y la biblioteca de la Universidad de Friburgo. En los dos primeros casos, menos del 45 % de la colección está en la sala, accesible a los usuarios, lo que permite comprimir el resto de la colección en los almacenes, en acceso restringido (con una densidad de documentos/m2 mucho más alta). ¡En la biblioteca universitaria de Friburgo sólo el 5 % de la colección está en la sala! Son 230.000 volúmenes sobre un total de 4.430.000. Esta estrategia parece justificada cuando tenemos grandes colecciones.

Una estrategia paralela para liberar espacio para los usuarios es recorrer al uso de estanterías compactas. Las bibliotecas centrales urbanas de Liverpool y Umeå alojan hasta un 50 % de sus vastas colecciones en estantería compacta. En cambio, curiosamente, las bibliotecas universitarias que recorren a ella la utilizan sólo para fracciones menores al 8 % de la colección. Destaca, no obstante, la Oxford Brookes University Headington Library, donde se utilizan las estanterías compactas también en las salas de libre acceso de usuarios.

Finalmente, existe la estrategia de externalizar el alojamiento de parte de la colección en un almacén cooperativo externo, como en el caso del Almacén Cooperativo de Büron, en Suiza. Da servicio a cinco bibliotecas universitarias y cantonales, de manera que las bibliotecas pueden liberar espacio en sus edificios centrales almacenando documentos de muy bajo uso fuera del edificio central, lo que les permite ganar espacio para otros usos, especialmente aquellos con orientación a los usuarios. El almacén está situado entre 30 y 80 quilómetros de todas las bibliotecas y conectado por un servicio de mensajería diario. Un espacio único de 18 metros de altura, con equipamiento logístico automatizado permite optimizar al máximo el espacio (es un edificio muy compacto), al mismo tiempo que permite minimizar los costes de mantenimiento y el impacto ambiental.

Conclusión

Como vemos, la recogida de datos de este informe permite, a través de su filtro e interpretación, extraer conclusiones por lo que se refiere a posibles estrategias para optimizar este recurso escaso que tienen las bibliotecas, que es el espacio, para resultar estratégico en la toma de decisiones.