La profesión desde las antípodas: Australia diseña su futuro en ByD

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Daniel Gil Solés
Biblioteca de l'Il·lustre Col·legi d'Advocats de Reus
Biblioteca de l'Il·lustre Col·legi d'Advocats de Tortosa
President del Col·legi Oficial de Bibliotecaris-Documentalistes de Catalunya

 

Australian Library and Information Association. Future of the Library and Information Science Profession [en línia]. Canberra: ALIA, 2014. Disponible a: https://www.alia.org.au/sites/default/files/documents/advocacy/ALIA-Future-of-the-Profession-ALL.pdf [Consulta: 30 d'octubre de 2014]

Vivimos un contexto profesional que sufre cambios y transformaciones constantes, y en el que es extremadamente complicado planificar a largo plazo, y menos prever tendencias de futuro. Diseñar la profesión en un plazo de 10, 15 o 20 años vista es un reto apasionante, a menudo incierto, pero que sin embargo hay que hacer para abrir nuevas vías para la profesión. En esta situación, muchas asociaciones nacionales han publicado documentos en los que exponen su visión de la profesión en sus respectivos países, ofreciendo posibles nuevas líneas de desarrollo, mejora y consolidación de la profesión. Desde Australia, la ALIA ha sido una de ellas, y en su documento Future of the Library and Information Science Profession elabora una perspectiva del futuro de la profesión, con la vista puesta en el año 2025.

El documento de la ALIA busca dar respuesta a tres grandes preguntas:

1. ¿Podrán continuar siendo relevantes e importantes las bibliotecas para los usuarios?
2. ¿Qué cambios habrá en el sector, tanto a nivel institucional como a nivel individual?
3. Y por último, la biblioteca y los profesionales de la ByD ¿seguirán siendo un ámbito laboral necesario y unas opciones de trabajo deseables?

Este informe nace a partir de unas Jornadas nacionales que se celebraron entre mayo y octubre de 2013, y que sirvieron como punto de partida de intercambio de experiencias, comentarios, opiniones, comunicaciones y conferencias de todos los profesionales de la ByD en Australia. A partir de la constatación de los problemas actuales de la profesión, se vio la necesidad de iniciar una proyección hacia adelante, y empezar a dibujar un escenario, un paisaje, de cara al 2025. Esta proyección ha permitido crear un análisis DAFO, que sirve de guía y de hoja de ruta del viaje necesario que se quiere emprender.

Vale la pena centrarnos en el análisis DAFO el documento, ya que considero que es el eje central de toda la planificación y de la visión de futuro: como fortalezas se detectan a) que los usuarios necesitan, quieren y valoran la experiencia y el apoyo que reciben en las bibliotecas y por parte de los bibliotecarios, b) que el término "Biblioteca" es una palabra que tiene una representación y unos valores universales, y que es una marca que dispone de una gran fuerza, que se ha desarrollado y consolidado durante siglos, c) que las bibliotecas no son sólo una suma de materiales más tecnología, sino que ayudan a satisfacer necesidades de las personas, y finalmente la d) que las bibliotecas garantizan el acceso a los libros, los recursos y la tecnología para todos, promoviendo la igualdad de oportunidades. En cuanto a las debilidades, menciona dos: en primer lugar, que las decisiones de gestión y de financiación de las propias bibliotecas las toman a menudo aquellas personas que, por desgracia, no son usuarias de la biblioteca. Y en segundo lugar, el término "Biblioteca" todavía es visto como algo antiguo y obsoleto, pero por el contrario el término "Servicio de Información" no se entiende ni se percibe bien.

Respecto las oportunidades detectadas, el informe menciona las siguientes: a) que estamos viviendo en una sociedad de la información que es cada vez más rica, y que se basa en la gestión del conocimiento; b) que unas tecnologías nuevas y que son disruptivas respecto al paradigma anterior, ayudan a mejorar y potenciar el acceso a la información; c) que los e-books y los recursos digitales en internet proporcionan un formato nuevo y al mismo tiempo emoción y lleno de riquezas; d) que el crecimiento de la educación a través de una mayor disponibilidad de cursos en línea sólo puede conducir a un aumento de la demanda de servicios bibliotecarios; e) que las bibliotecas tienen un papel muy importante en la creación y gestión de contenidos, y que pueden ayudar a difundir de forma eficiente y pertinente todo nuevo trabajo; f) que en las bibliotecas universitarias y especializadas, los profesionales de la información juegan un papel principal en el campo de la investigación; y finalmente, la g) que los profesionales de la información están mejor posicionados para hacer frente a la sobrecarga de información que tienen los altos cargos directivos y ejecutivos. Por otra parte, sobre las amenazas, se hacen eco de tres: en primer lugar, que todo lo "gratis", el contenido en línea omnipresente y barato (y de procedencia dudosa), compite directamente con el contenido libre de las bibliotecas, bien seleccionado y de fuentes fiables. En segundo lugar, que las políticas bibliotecarias de quienes toman las decisiones tienen un enfoque parcial sobre cómo se ha de proveer de información; muchas veces no basta con centrarse en el rigor, la exactitud o la integridad de la información. Y finalmente, la constante reducción de presupuestos a las bibliotecas, unido a unos costes más elevados, hacen que sea muy difícil satisfacer una demanda que crece cada año.

La proliferación de este tipo de documentos creo que responde a una sensación generalizada dentro de la profesión de falta de un entorno estable, fijo y seguro, en el que nos hemos movido durante siglos. Una zona de confort que ya nunca más volverá. Esta sensación de pérdida de horizontes y de estabilidad, es, pues, presente en toda la profesión en todo el mundo: en Australia sufren también los mismos males y la misma falta de un futuro claro que sufrimos en Cataluña. Además, la visión de la ByD desde nuestras antípodas geográficas nos acerca una realidad de la que a menudo nos llegan pocas noticias, pero que muestra una estructura bibliotecaria de primer nivel. La visión australiana nos presenta una realidad diferente, una visión alternativa, alejada de nuestros modelos a imitar tradicionales, centrados especialmente en Europa y Estados Unidos.

La lectura y análisis de estos documentos nos proporciona un camino a seguir y una mayor comprensión de nuestro complejo mundo profesional (insertado dentro de un mundo todavía más complejo). Comparto plenamente la conclusión a la que llegan al ALIA: "Llegamos a la conclusión de que el futuro no es fijo, y que estamos en condiciones de escribirlo nosotros mismos en lugar de dejar que otros la escriban por nosotros. Debemos ser los arquitectos de nuestro propio destino, anticipar el cambio y la adaptación de nuestros servicios bibliotecarios y de información para ser parte del flujo". Esta conclusión lleva explícita una mayor y necesaria confianza en nosotros mismos, en nuestras capacidades profesionales; como colectivo, pero sobre todo y más importante, como individuos. Sin nuestra participación activa de base, nada será posible.