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BARBARA VERZINI: LA MADRE EN LA MAR

Texto de: Barbara Verzini

EL TIEMPO SIEMPRE ES EL TIEMPO OPORTUNO

Queridas es un gran placer para mí poder estar aquí hoy para presentar con vosotras la traducción de mi libro La madre en la Mar.

Las primeras gracias van a Milagros por su impresionante trabajo de traducción, que nunca pierde el Oriente, (o tal vez tenga más sentido en su caso decir que nunca pierde la Aurora), porque nunca pierde el contacto íntimo con la lengua materna, en todos sus saltos, sus apuestas de amor y matices.
Cada célula de mi cuerpo siente que mi libro está escrito en lengua materna, lo declara y lo declama desde el principio, con la poesía dedicada a mi madre, así que a la hora de traducirlo es precisamente la que ha escrito, que la madre viene siempre antes, la que puede lanzar, con tanta sabiduría y fidelidad a la vez, las palabras, desde mi mar a su mar. La verdad es que no puedo imaginar otra traductora posible para este libro. Todas sabemos que Milagros tiene el don de la traducción, pero en La Madre en la Mar, no solo vuelve a mostrarse su excelencia simbólica sino también se hace ver, emergiendo de las aguas saladas, la fecundidad de la práctica de la relación entre mujeres, que hace armonía del simbólico, cuando esta práctica está orientada por el bien, bien que permite palpar la fuerza generadora de la autoridad.

La fuerza generadora de la autoridad que es la que logra ver en la otra una madre, su maravillosa emme de MU-UM-MU.

Deseo recordar que solamente hace un año todo esto era para mi inimaginable. Es increíble cuántas cosas pueden pasar en tan poco tiempo, pero a la vez sabiendo que llevas una vida preparándolas y preparándote, (quizás esperándolas), a veces silenciosamente, dentro de ti.
Mi madre y mi padre me han enseñado a preparar la tierra y mirar la luna, esperando lo que haga falta, antes de semblar y luego esperar más, sin mirar ningún reloj.

Creo muy importante, aún más en esta época, reflexionar sobre el tiempo:
TIEMPO QUE SE DILATA, SE EXPANDE Y LUEGO repentinamente CORRE, APRIETA Y VUELA, tiempo que casi se te escapa de las manos, como la arena cuando intentas atraparla cerrando los dedos… ¿Por qué reflexionar sobre el tiempo? Para perder definitivamente esta preocupación, que tanto respiro a mi alrededor y a veces me arrincona, de malgastar o desaprovechar el tiempo. Cuántas veces he visto este miedo culpable en los ojos de amigas y hasta en mi propio espejo.
Y creo que por algunas mujeres este miedo se cruce reforzándose con un teatro patriarcal o vaginal que gira junto con las agujas del supuesto RELOJ BIOLÓGICO de la mujer. Cada vez que cae esta expresión en el aire, oigo la campana tocar a muerto, en su sonido implacable, tan definitivo que aplasta.
Se te acaba el tiempo, tu tren ha pasado, ya eres vieja, no pierdas tiempo.
¿Cuánto pesa en la vida de una mujer esta medida ajena, violenta y falsamente universal del tiempo?
Por esta razón hoy, gracias a la experiencia de autopublicarme de forma independiente, siento la necesidad de afirmar que el tiempo siempre es el tiempo oportuno, creo haber tardado 20 años para poder escribir este libro, pero luego en menos de uno lo he escrito, ha salido él y también su traducción.
¿HUBIERA PODIDO ESCRIBIR ANTES ESTE LIBRO? ¡¡¡SI!!! PERO HUBIERA SIDO OTRO libro, no se titularía así Y NO EXISTIRIA la Colección A mano: y esto, en mi opinión, sería una grave pérdida.
No hay una cuenta atrás y no existe un tiempo perdido, la idea que todo sea inmediatamente útil y productivo forma parte del delirio capitalista. Aceptar nuestros tiempos, que son los tiempos que necesitamos, que sea uno o 20 años, son los tiempos que nos pide el sentir, los tiempos sabios de la luna que no dependen de ti, aceptar y respetar todos estos tiempos, creo es el primer paso no solamente para escribir un libro, para concebir sin coito, sino también para disfrutar de lo que estamos viviendo plenamente, hasta en sus momentos más efímeros y fugaces.

Bueno podría hablar sin acabar nunca de este libro, probablemente porque su medida es la del infinito y porqué es un libro que me ha cambiado la vida, de tantas maneras que ni yo todavía puedo descifrarlas todas, porque siguen trabajando en mí y se van desvelando día tras día.
Así que, entre tantos aspectos y elementos, hoy me gustaría intentar compartir con vosotras, algunos de ellos que todavía no he tenido la posibilidad de comentar públicamente, como el del tiempo que acabo de considerar y otros que percibo como irrenunciables, sin la pretensión de ser exhaustiva y con la esperanza de tocar algo, en estas rápidas pinceladas, que sea de vuestro interés.

Portada

Uno de estos elementos que considero irrenunciable es seguramente la portada. Para mi sentir, sin portada no hay libro. En mi camino he constantemente entrelazado el arte con la filosofía, en mi escritura, en el pensamiento y en mi vida1 . Siempre he considerado el arte como un territorio para experimentar y para explorar que pertenece a todas y a todos, donde no hay que entrar de puntillas pidiendo permiso.
Cómo subraya Carla Lonzi en Vai Pure la creatividad no es una propiedad exclusiva del artista que se considera único genio creador, esta es una falsedad extremadamente violenta e injusta.
Según mi sensibilidad estética una imagen no acompaña un texto, la imagen de la portada no viene después del título, imágenes y palabras tienen la misma importancia conceptual porque todas mueven el pensamiento que no se separa del sentir y abren a revelaciones.
Por esta razón tanto en el título como en la portada de “La madre nel mare” y “La madre en la Mar”, que como muchas han podido ver están en relación, podemos encontrar las apuestas filosóficas principales del libro:

1- El MEZCLAR que es de la ARMONIA del Caos, que mezcla sin separar y sin perder la diferencia, no fusiona, no genera confusión
La diferencia femenina de las aguas de Tiamat está en su sabor inconfundible, está en la sal.
Es imposible equivocarse de aguas, todo el cuerpo te señala sus diferencias.
Todo esto se expresado en la fotografía de la portada2 , donde el agua de la mar mezcla sin
confundir el polvo de carbón con los granos de arena: siempre podemos distinguir cada
fragmento de carbón y cada grano de arena.

2- INFINITO - La dimensión de infinito de la mar cuando se hace océano, que para mí ha sido la experiencia del Mar Cantábrico que mezcla en sus olas el Océano Atlántico. Donde la mar encuentra el océano. El infinito de Tiamat es una experiencia ante todo física, encarnada, de tu mirada que se pierde en la línea invisible que ya no separa el cielo de las aguas. Marduk no puede encerrar en el cielo las aguas de Tiamat.

3- Entre las dos portadas he cambiado los colores de la imagen de la portada, para señalar el doble movimiento, entre un libro y el otro, de la INMERSIÓN y EMERSIÓN.
Siento que el libro en italiano, que tiene filtro azul marino, corresponde a mi inmersión en las aguas de Tiamat, mientras verlo en otra lengua viajar a través del océano, me ha permitido sentir el calor y el color de la arena, filtro de color azul amarillo, que señala el movimiento de la emersión.

Doble Movimiento

Cuando pienso en La Madre en la Mar siento en mis entrañas dos movimientos precisos: uno es el de mi mano derecha que escribe y excava en la piedra, busca las palabras que pesan y vibran, palabras que no se borran nunca; este es el movimiento de mi escritura que me acompaña con generosidad desde mi niñez.
El otro el movimiento es el de las olas audaces de Tiamat, que lo mezclan todo sin miedo a perderse, seguras en la oscuridad del abismo, manteniendo siempre su sal que es su diferencia femenina y su sabiduría sabrosa.
Estoy segura de que son dos niveles muy diferentes y sin embargo se acompañan, resuenan, se rozan, se abrazan hasta nadar juntos, pero siempre manteniendo la disparidad, el dos que a la vez es la clave de lectura del mismo Enuma Elish, el poema de Tiamat.
Considero irrenunciable hablar de estos dos movimientos porque hay una parte del libro conceptual donde fluyen las ideas como peces en el río y durante la lectura a veces un pez salta, y pasa lo que describe tan poéticamente Virginia Woolf al principio de UN CUARTO PROPIO.
Así que hay una parte del libro conceptual y luego hay otra parte que no depende de mí, porque depende de Tiamat y del encuentro que cada una puede y quiere entretener con ella, con sus olas y su armonía del Caos.
Esto lo puedo decir ahora, después haber escuchado algunos efectos “mágicos” que la lectura ha producido en algunas.
He pensado que esto tal vez sea posible porque yo he escrito una parte del libro bajo los efectos de la revelación de la eMMe de Mu-um-mu, mientras enfrente de mí se abría como una rosa el enigma de Tiamat inundándome con su perfume. Es la experiencia de algo muy grande que no viene de ti y tú en aquel momento lo dejas habitarte, lo dejas pasar para ir donde tiene que ir y luego salir, sin el deseo de retenerlo o dominarlo.
Y esto indecible está allí, tejido misteriosamente entre las paginas, puede parecer dormido, pero en realidad estoy segura de que despierta en el momento oportuno, momento que no tiene que ser a la primera lectura.

Autoridad de ser AUTORA

Otro elemento irrenunciable tiene a que ver con la AUTORIDAD DE SER AUTORA
¿Como ha sido este camino de concebirte como autora?
El 8 de mayo a esta pregunta he contestado hablando de la maravillosa experiencia de ser profesora del Máster de Duoda, hoy quiero dar un elemento más, otra pieza del puzle, porque hay una constelación de movimientos y de acontecimientos oportunos que tejen y sostienen la escritura y la estructura de un libro como La Madre en la Mar.
Un movimiento necesario para poder escribir este libro, para poder encontrar mi autora, ha sido el de salir definitivamente del orden simbólico universitario, que significa salir, como escribe Milagros en su libro El placer femenino es clitórico, de la violencia hermenéutica; deseo subrayar que yo he pasado años de mi vida estudiando Jacques Lacan con gran pasión.
Hoy he llegado a entender que salir del orden simbólico universitario además significa salir de la seducción del prestigio que mueve en las aguas de la ambición y de la comparación, de la trampa de la necesidad del reconocimiento público, oficial, porque algo tenga valor.
Salir de la fascinación de la cátedra, que en mi caso ha implicado también reconocer que los deseos de mi madre, que entiendo como deseos de una estabilidad segura para mí, y los deseos de otras personas en realidad no son los míos.
Esto quiere decir asumir y escuchar profundamente no solamente mis deseos, sino también dejarme orientar por el placer de una manera radical.
Lo cual ha significado para mi salir de la Universidad, dejar de apostar y darlo todo a la Universidad, consciente del hecho que este es mi camino y mi llamada, agradeciendo todas las mujeres que en la Universidad logran estar, creando espacios tan fértiles como el Máster de Duoda.

Las MONSTRUAS

Creo es una apuesta muy interesante y enriquecedora desvelar y abrir el simbólico de las Monstruas.
En mi libro escribo:
“Cada una de estas monstruas indica una fuerza que no puede ser detenida, una excedencia femenina que no puede ser contenida en un orden, que rechaza la medida pequeña que lo masculino le impone”
La monstrua típicamente es deforme, descifrar el sentido oculto de esta palabra empieza sintiendo que deforme, después de la tabula rasa, no significa repugnante, fea, desagradable.
El deforme femenino rompe el molde imaginado por el falo, destruye la celda y las ataduras para la invención de la vagina.
La deformidad marca el escaparse del cuerpo de una mujer de la forma finita y aplastante que el otro típicamente masculino, ha dibujado para mí, con el fin de controlarme, dominarme, reducirme en su poder.
Ser deforme en realidad lo usa un hombre contra una mujer cuando ella se sale de su cajoncito, de sus parámetros, de una medida que no le pertenece y por esto no le hace justicia.
La monstrua típicamente es feroz y despiadada, porque el padre no acepta que una mujer pueda tener entre sus piernas la posibilidad de mezclar la vida y la muerte, decidiendo cada vez hacia cual orilla nadar. Este poder es el absolutamente inaceptable por el orden patriarcal y como se encuentra en el Enuma Elish lo podemos encontrar por ejemplo hoy en la constante polémica sobre el aborto.
Una mujer que se reconoce clitórica sabe perfectamente que en la eMMe de Mu-uM-Mu no entra la P de padre, ni su sombra.
¿Qué implica decir esta verdad?
¿Qué pasa cuando una mujer dice la verdad mientras todavía se encuentra en el orden de la espada?
NOMBRAR LA VERDAD TE EXPULSA DEL ORDEN SIMBOLICO DEL PADRE:
Eva viene rápidamente expulsada del Edén y esto en sí es un grande regalo, pero viene acompañado de una maldición3 que quiero recordar en esta conclusión para que ninguna caiga allí, una vez afuera de la violencia hermenéutica, porque el mal no desaparece simplemente se desplaza, como las aguas de Apsu en respuesta al No rotundo de Tiamat.

Muchas gracias


1 He trabajado en una Galería de arte, he abierto una, he organizado y cuidado muchas exposiciones, hasta exponer yo misma.
2 La fotografía que está debajo del filtro de color azul amarillo es la misma del libro en italiano y se titula La Tierra de mi Madre de Alberto Vigil García.
3 La maldición de Dios en el libro de la Genesis a la serpiente, que es Tiamat, que es la madre, que es la hija, que es la hermana, que somos nosotras dice: “Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu estirpe y su estirpe: esta te aplastará la cabeza y tú le acecharás el calcañar”

Universidad de Barcelona
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