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Libros académicos digitales: entre la promesa de acceso y la pesadilla de la gestión. Un análisis del informe de Ithaka S+R

Mireia Pérez Cervera
Directora de Desarrollo de Biblioteca
Universitat Oberta de Catalunya


Bergstrom, Tracy, and Makala Skinner. "The Current State of Academic E-Book Business Models: Access Strategies and Budgeting Realities." Ithaka S+R. Ithaka S+R. 13 August 2025. Web. 4 November 2025. disponible a: <https://doi.org/10.18665/sr.323373>.


El día a día. El fantasma del acceso perpetuo, la trampa de la suscripción y los retos de los profesionales

Otro lunes. Abro el correo y me encuentro con un mensaje de un investigador que no puede acceder a un libro electrónico que, teóricamente, deberíamos tener. Tras media hora peleándome con la plataforma del editor, descubrir que el enlace del catálogo se ha roto misteriosamente y revisar por enésima vez una licencia que parece escrita en arameo antiguo, logro resolverlo. Esta pequeña victoria no me durará mucho. Por la tarde tengo una reunión sobre presupuestos en la que tendré que explicar por qué un libro digital nos cuesta tres veces más que su equivalente en papel y, encima, no lo tenemos “en propiedad”.

Y es que la gestión de los libros digitales no es una simple cuestión técnica; es profundamente estratégica. La manera en que compramos o suscribimos los libros electrónicos afecta directamente a nuestro presupuesto, a nuestra capacidad de construir colecciones perdurables y, en última instancia, al servicio que ofrecemos a nuestros usuarios. Es una lucha constante entre la misión de preservar el conocimiento y la presión de un mercado que parece cambiar las reglas del juego cada seis meses.

El informe

El informe promovido por Ithaka S+R, titulado "The Current State of Academic E‑Book Business Models", de Tracy Bergstrom y Makala Skinner, es un documento que pretende analizar precisamente la complejidad del ecosistema que conforman el conjunto de modelos de negocio del libro académico digital y la adecuación de su encaje con las necesidades de sus principales consumidores, incluidos bibliotecas y autores.

El documento aborda el panorama de los modelos de libros digitales desde diferentes perspectivas a través de las conclusiones extraídas de 17 entrevistas realizadas a distintos grupos de interés (editores, autores, bibliotecas, agregadores).

La adopción del libro académico en formato digital ha sido más gradual que la transición digital de otros tipos de contenido como el de las revistas. A causa de la amplia variedad de modelos comerciales, y a pesar del impacto que tuvo la Covid‑19 como acelerador del formato digital, la mayoría de las bibliotecas siguen adquiriendo ambos formatos, tanto papel como digital. El dinamismo y el cambio de los modelos de adquisición están a la orden del día. Este mismo 2025, uno de los principales proveedores de libros digitales, Clarivate, ha sacudido y tensionado a las bibliotecas con su decisión de dejar de vender títulos a perpetuidad para virar hacia un modelo de suscripciones.

Puntos de partida y puntos clave

El informe puede ordenarse en diferentes grandes ámbitos de debate.

En primer lugar, se abordan los principales modelos de adquisición: compra título a título, colecciones completas, DDA (Demand‑Driven Acquisition) y EBA (Evidence‑Based Acquisition). Se constata que la EBA es el modelo más apreciado o pragmático para la mayoría de bibliotecarios entrevistados, quienes lo valoran como el sistema más eficiente para la gestión del presupuesto. Este modelo tiene el beneficio de permitir acotar una cantidad fija, dar acceso a un universo de títulos durante un año y, al final, comprar a perpetuidad aquellos que realmente se han utilizado. El informe también confirma la caída del modelo DDA. A pesar de ser un sistema de pago pensado para pagar por lo que realmente se usa, se evidencia que comporta una sobrecarga de gestión asociada a su mantenimiento y a sus niveles de configuración. La selección del fondo de libros realizada mediante el método tradicional de “título a título” sigue utilizándose para muchas bibliotecas.

En segundo lugar, el informe aborda la cuestión del Acceso Abierto (AO). Modelos como Path to Open o Direct to Open son vistos como opciones potenciales o esperanzadoras. Permiten dar apoyo a editoriales universitarias más pequeñas, promover la “bibliodiversidad” y avanzar hacia un conocimiento más accesible. Las bibliotecas encuentran en ellos una forma de cumplir sus compromisos estratégicos con el Conocimiento Abierto y, al mismo tiempo, invertir en modelos financieros más responsables. La falta de escalabilidad de estos modelos y las reticencias de algunos autores y disciplinas a publicar en entornos OA hacen que no acaben de arrancar.

El siguiente foco del informe se centra en consideraciones relativas a los precios de compra. Las bibliotecas disponen de presupuestos estancados o restringidos, un entorno en el que la priorización de la rentabilidad de las compras resulta indispensable. Se denuncia que el coste de las monografías electrónicas es significativamente más alto que el mismo título en formato impreso. Un coste elevado al que hay que sumar la carga de gestión y las limitaciones del préstamo (a menudo muy restrictivas), lo que hace que las bibliotecas reclamen más funcionalidades de valor añadido para compensar el alto coste del libro digital respecto al papel. En algunos casos incluso se valora un retorno al libro impreso. Los editores, por su parte, se justifican con la sostenibilidad económica como prioridad, y proponen, en cambio, potenciar el trabajo con consorcios.

Se evidencia la alta dificultad de la gestión de las adquisiciones tanto desde el punto de vista técnico bibliotecario como desde el de los editores. Las bibliotecas detectan carencia de personal experimentado que entienda como navegar las complejidades de las adquisiciones con experiencia para moverse entre editores y agregadores. Esta gestión comporta una sobrecarga de trabajo en los procesos de gestión debido a la complejidad de las negociaciones de las licencias, a la existencia de muchos procesos manuales y a la necesidad de invertir una cantidad significativa de tiempo del personal en el mantenimiento del acceso a los libros digitales.

Por último, el informe aborda los efectos de la pandemia de la Covid‑19, como agente acelerador de las tendencias de consumo digital, que cinco años después se mantiene, a pesar de cierta tendencia al retorno al formato impreso. El análisis se cierra mirando hacia un futuro en el que los bibliotecarios reclaman la incorporación de más dinamismo en las monografías electrónicas (incorporación de vídeos, ilustraciones enriquecidas y enlaces a recursos relevantes) que justifiquen los precios elevados, y en el que la llegada de la inteligencia artificial generativa se prevé como un elemento con un gran impacto de dimensiones aún hoy imprevisibles o desconocidas.

Conclusiones

El informe de Ithaka cumple su objetivo de ofrecer una panorámica transversal del entorno de las adquisiciones digitales. El documento no ofrece soluciones fáciles, porque no las hay. Pero sí articula con claridad las tensiones, las contradicciones y los retos que definirán el futuro de las colecciones académicas.

Los constantes cambios en los modelos de adquisición están haciendo, cada vez más, peligrar el concepto de acceso perpetuo a los contenidos. La apuesta incipiente por modelos de suscripción dinamita el principio de preservación, nos aleja del acceso abierto al conocimiento y dificulta el mantenimiento de una colección sólida. Esto es, desde mi punto de vista, una renuncia inaceptable a la función social y moral de la biblioteca. Hay que andar con cuidado con la pérdida de control en la gestión de contenido académico, que además se traduce directamente en una carga de trabajo insostenible para nuestro personal (incidencias, metadatos inconsistentes, negociaciones interminables y adaptación a los requerimientos jurídicos y de contratación). Me parece especialmente relevante que el informe destaque el coste humano invisible que el laberinto de los modelos de adquisición está suponiendo para los profesionales.

El ecosistema de los libros académicos expone una situación de desconexión entre editores, bibliotecas y autoría. Hay que seguir luchando por un acceso más abierto sin caer en modelos financieramente precarios. Debemos defender la propiedad y la preservación de los libros en un mundo que nos empuja hacia el alquiler efímero. Y, por si fuera poco, habrá que hacerlo al mismo tiempo que la inteligencia artificial generativa (y su impacto, aún desconocido) irrumpe en la manera en que los usuarios interactuarán con los contenidos de largo formato.

 

© Imagen inicial de Mohamed_hassan en Pixabay.

Publicar menos, publicar mejor: la necesidad de transformar la comunicación científica

Ángel Borrego
Facultad de Información y Medios Audiovisuales
Universidad de Barcelona (UB)


Publishing futures: Working together to deliver radical change in academic publishing. Cambridge: Cambridge University Press & Assessment, 2025. <https://cup.org/4o1NPl5>. [Consulta: 25/11/2025].


Es un lugar común afirmar que la publicación académica —especialmente la edición de revistas científicas— es esencial para impulsar el desarrollo económico, tecnológico y social. Las revistas cumplen funciones clave de validación, citación y archivo del conocimiento científico, al tiempo que aceleran los descubrimientos, informan políticas basadas en la evidencia y catalizan la investigación, lo que acaba traduciéndose en beneficios reales para la sociedad.

No obstante, el ecosistema editorial actual está sometido a enormes presiones y se enfrenta a desafíos como el aumento de los costes, el incremento de las desigualdades y las crecientes amenazas a la confianza y a la integridad de la investigación. El acceso abierto ha mejorado la visibilidad de los resultados científicos, incrementando su disponibilidad y su impacto. Sin embargo, también ha añadido complejidad y ha dejado sin resolver algunos problemas fundamentales. En el ámbito de la edición de libros, los desafíos son aún mayores y, hasta la fecha, no ha surgido un modelo sostenible y escalable.

En este contexto, Cambridge University Press, en colaboración con la consultora Shift Insight, ha llevado a cabo una revisión exhaustiva del panorama de la edición científica. Para ello, recopilaron evidencias de toda la comunidad académica —incluyendo investigadores, bibliotecarios, editores y financiadores— mediante talleres, entrevistas y una encuesta en línea con más de 3.000 respuestas.

Los resultados del estudio se estructuran en diez apartados. Aunque es imposible resumirlos todos en esta reseña, cabe destacar que el informe identifica cuatro aspectos interconectados que sustentan los desafíos actuales de la publicación académica:

a) El sistema está sometido a una enorme presión debido al elevado volumen de artículos publicados y de manuscritos enviados a las revistas. Según los autores del informe, es imprescindible publicar menos —pero mejor— para preservar la salud del sistema de investigación. Recuerdan que no todos los productos de investigación necesitan publicarse como artículos tradicionales y que mucha investigación se beneficiaría del reconocimiento de formatos alternativos.

b) La sostenibilidad financiera del sistema está en riesgo. El modelo económico actual se volverá insostenible si el crecimiento continúa sin control. Las bibliotecas e instituciones afrontan aumentos de costes desproporcionados a medida que crece la producción científica, mientras sus presupuestos permanecen estancados o disminuyen. Por ello, los autores insisten en la necesidad de un nuevo paradigma que fomente la publicación de menos artículos, pero de mayor calidad, y que facilite vías alternativas para compartir los resultados de la investigación. Este cambio requiere modelos con precios transparentes que reflejen el valor proporcionado, alejándose de patrones históricos de suscripción. También es necesaria una ruta clara, con plazos definidos, hacia el acceso abierto pleno, a fin de evitar quedar atrapados en un costoso escenario híbrido que socava la sostenibilidad del sistema.

c) Persisten brechas de equidad tanto en la capacidad de publicar como en la de acceder a los resultados de investigación. Los autores sin financiación quedan rezagados y su “investigación perdida” constituye una brecha importante e invisible en el ecosistema mundial del conocimiento. Al mismo tiempo, las barreras de acceso persisten en instituciones infradotadas de todo el mundo, incluso con el avance del acceso abierto. Sin una reforma significativa, se corre el riesgo de profundizar —en lugar de reducir— las desigualdades existentes.

d) Los sistemas de evaluación priorizan la cantidad. En el centro de muchos desafíos se encuentra el sistema de evaluación académica: el progreso profesional suele vincularse al número de artículos publicados, incentivando la producción en volumen por encima de la calidad. Los autores del informe consideran necesario desvincular el éxito académico del número de publicaciones y reconocer la calidad por encima de la cantidad.

El informe recoge posibles soluciones a estos retos mediante un conjunto de acciones e ideas articuladas en torno a tres ejes:

a) Reformar el sistema de evaluación. Los autores instan a las instituciones a debilitar el vínculo entre reconocimiento académico y número de artículos, adoptando enfoques más holísticos para evaluar el desempeño y la contribución en línea con iniciativas como CoARA y DORA. Se propone ampliar el reconocimiento más allá de los artículos de revista, incluyendo datos, software, revisión por pares, docencia y liderazgo, explorar el uso de currículos narrativos y reducir la dependencia de métricas basadas en revistas en procesos de contratación y promoción.

b) Innovar para un futuro sostenible. Es necesario situar la transparencia en el centro del debate, promover la equidad y apoyar plataformas de publicación alternativas. Un futuro de acceso abierto sostenible requiere replantear la financiación de la publicación científica. Los modelos de negocio deben ser sostenibles, transparentes y equitativos, alejándose de marcos de suscripción heredados y acuerdos híbridos que perpetúan inequidades y aumentan costes.

La equidad debe situarse en el núcleo de cualquier sistema de publicación académica. A pesar del crecimiento del acceso abierto, persisten disparidades entre investigadores en países con menos recursos, entre quienes se inician en la carrera académica o entre quienes carecen de apoyo institucional.

Finalmente, un futuro sostenible depende del desarrollo de alternativas creíbles y escalables a las revistas tradicionales, como servidores de preprints, plataformas comunitarias y modelos de acceso abierto diamante.

c) Fortalecer y sostener la revisión por pares. La revisión por pares —tanto en libros como en revistas— es una piedra angular de la integridad de la investigación, pero está sometida a una presión sin precedentes. Las fábricas de artículos y los manuscritos generados mediante inteligencia artificial explotan estas debilidades. Es necesario reconocer la revisión por pares como una parte esencial del rol del investigador, no como un servicio invisible o poco valorado. Las universidades y los editores deben incorporarla en sus sistemas de reconocimiento y recompensa, asegurando que esta contribución a la comunidad sea adecuadamente valorada.

El informe de Cambridge University Press pone de manifiesto que la publicación académica se encuentra en una encrucijada. Los desafíos identificados —insostenibilidad financiera, inequidad global, presión sobre la revisión por pares y sistemas de evaluación que priorizan la cantidad sobre la calidad— no son problemas aislados, sino síntomas interconectados de un modelo que ha quedado obsoleto. La transición hacia el acceso abierto, aunque necesaria y beneficiosa, no ha resuelto estas dificultades estructurales y, en algunos casos, las ha agravado.

El camino hacia adelante requiere un cambio de paradigma que solo será posible mediante la colaboración de todos los actores del ecosistema: instituciones académicas, editores, bibliotecas, financiadores y, de forma fundamental, los propios investigadores.

 

©Imagen inicial de Mohamed_hassan en Pixabay

El acceso abierto diamante llega a los libros

Lluís Anglada
Consorcio de Servicios Universitarios de Cataluña (CSUC)
ORCID Id 0000-0002-6384-4927


Si bien los libros electrónicos surgieron más o menos al tiempo que las revistas digitales, la evolución de los respectivos sistemas de comercialización han diferido notablemente, así como el momento y la manera. Pero el interés por incluir los libros académicos en el movimiento del acceso abierto ha ido creciendo en los últimos años. Basándonos en la experiencia de la AO de las revistas, el de libros se ha centrado mayoritariamente en modelos de negocio en los que el coste de publicar no lo cubren los autores, sino terceros, en muchos casos bibliotecas de universidades (ver algunos ejemplos en el artículo: Open access, open infrastructures, and their funding: Learning from histories to more effectively enhance diamond OA ecologies for books).

Una de las diferencias entre libros y revistas académicas es que estas han sido un conjunto bastante bien definido a partir de directorios, como el Serials Directory, o bases de datos, como WoS, y de criterios formales y de calidad bien aceptados. El post How Should Diamond Open Access Work for Books? Puede darnos una idea de hasta qué punto los criterios para revistas académicas diamante de DIAMAS son también y fácilmente aplicables a libros. No es inmediato decidir si los criterios de calidad deben aplicarse a nivel de cada libro, o de colección o de editor.

Los libros académicos en abierto han quedado incorporados al movimiento de la OA Diamante, que inicialmente nació para revistas, se han beneficiado así de acciones como las de los proyectos DIAMAS y ALMASI, del apoyo recibido por parte de la UNESCO, o de páginas de recursos como los que mantiene OAPEN (Knowledge Base o l’ OA Books Toolkit). Knowledge Base es una colección de más de 600 documentos (informes, políticas, estadísticas, resultados de encuestas) relevantes para las políticas de acceso abierto para libros. La caja de herramientas es un diccionario que contiene artículos breves que cubren una amplia gama de temas relacionados con los libros en acceso abierto, cada uno de los cuales incluye una lista de fuentes referenciadas, lecturas adicionales y enlaces a definiciones de términos clave.

La OAPEN (Open Access Publishing in European Networks) que acabamos de mencionar es una fundación sin ánimo de lucro cuya misión es mantener y desarrollar infraestructuras para libros académicos en abierto revisados ​​por pares. Esto lo hace alojando más de 40.000 libros en abierto a través de la OAPEN Library y gestionando y manteniendo el Directory of Open Access Books (DOAB)), este último creado a imagen y semejanza del DOAJ. Una mirada a OAPEN and DOAB 2024 Highlights nos permitirá ver cómo se ha avanzado en la AO de libros académicos en los últimos 5 años. Su financiación proviene de aportaciones de bibliotecas, entidades financiadoras de investigación, editores, donaciones de particulares y de subvenciones.

Finalmente, añado aquíSCOSS (Global Sustainability Coalition for Open Science Services), una agrupación de asociaciones y entidades cuyo objetivo es asegurar el futuro de la infraestructura del AO (como DOAB). Lo hacen recogiendo aportaciones económicas de las instituciones que quieren contribuir y otorgando ayudas a servicios no comerciales con una base financiera poco sólida. A medida que han crecido los productos y servicios de acceso abierto, se ha hecho más evidente que para mantenerlos era necesario reforzar las infraestructuras que los sustentan; de esto también sería un ejemplo Invest in Open Infrastructure.

 

© Imagen inicial generada con inteligencia artificial (DALL·E, OpenAI).

Esta reseña se publica conjuntamente con el blog de Open Science Spain

Hacia una nueva cultura de la evaluación: experiencias institucionales en el marco de CoARA

Ángel Borrego
Facultad de Información y Medios Audiovisuales
Universidad de Barcelona (UB)

Lluís Anglada
Consorcio de Servicios Universitarios de Cataluña (CSUC)
ORCID Id 0000-0002-6384-4927


Reformant l’avaluació de la recerca per afavorir la qualitat i l’impacte científic: Experiències i tendències en el marc de CoARA. (2025). Barcelona: Instituto de Bioingeniería de Cataluña. 3 vídeos. Disponible en: <https://www.youtube.com/playlist list=PLztiU5moh1RPvMAmDVbuwW1fNq2zawSFF>. Presentaciones disponibles en <https://zenodo.org/communities/jornadacoaracatalunya/records>.


La Coalition for Advancing Research Assessment (CoARA) agrupa un amplio colectivo de organizaciones comprometidas con la reforma de los sistemas de evaluación de la investigación. Esta iniciativa surge en un contexto de creciente consenso sobre la necesidad de superar los modelos de evaluación basados principalmente en indicadores cuantitativos (como el factor de impacto o el número de publicaciones), con tal de impulsar una valoración más cualitativa, centrada en la diversidad de las contribuciones científicas y en prácticas responsables. Más de 700 organizaciones de investigación, entidades financiadoras, agencias de evaluación y sociedades científicas han adoptado los principios recogidos en el Agreement on Reforming Research Assessment (https://coara.eu/agreement/the-agreement-full-text/), publicado en julio de 2022.

El jueves 17 de julio de 2025, el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) acogió la jornada “Reformando la evaluación de la investigación para favorecer la calidad y el impacto científico: experiencias y tendencias en el marco de CoARA” (https://events.ibecbarcelona.eu/reformingresearchassessment), un espacio en el que diversas instituciones catalanas compartieron sus experiencias en la implementación de los principios de CoARA, con el objetivo de avanzar hacia un sistema de evaluación más justo e integral.

La actividad se estructuró en tres partes. La primera estuvo dedicada a la presentación de cinco proyectos financiados en el marco de la primera convocatoria del CoARA Cascade Funding Programme, un mecanismo de apoyo económico destinado a promover transformaciones institucionales en las prácticas de evaluación. Este programa contempla dos convocatorias (abril-junio de 2024 y febrero-abril de 2025) y subvenciona proyectos de un año en tres modalidades: intercambio de conocimiento (teaming projects), pruebas piloto (institutional pilot projects) y cambios institucionales (institutional change projects).

En esta sesión se presentaron los proyectos liderados por diferentes instituciones. La UOC se centró en consolidar la estrategia institucional de ciencia abierta; la Universitat Ramon Llull revisó sus prácticas de evaluación para identificar las dimensiones clave del nuevo paradigma (ampliación del concepto de investigación, inclusión de narrativas, transparencia, etc.); la UAB aplicó los criterios CoARA en una convocatoria interna de ayudas postdoctorales; el IBEC desarrolló un proyecto conjunto en colaboración con la Université de Carthage (Túnez); y el Centro de Regulación Genómica incorporó narrativas de impacto en sus procesos de evaluación. En general, todas las intervenciones coincidieron en la necesidad de sensibilizar al personal investigador, dada la falta de conocimiento o el escepticismo respecto a la propuesta de reforma. También se destacó la importancia de formar adecuadamente a las personas evaluadoras que deberán aplicar los nuevos criterios, así como la dificultad de hacer llegar estas iniciativas a todo el colectivo investigador, a menudo sobrecargado de tareas.

La segunda parte de la jornada puso el foco en el desarrollo de planes de acción institucionales. Se presentaron las estrategias de tres centros de investigación (ISGlobal, CREAF e IDIBAPS) y de dos universidades (UPC y UB). Los ponentes de los centros destacaron la necesidad de un compromiso institucional firme, con la implicación activa de las direcciones, para que los principios de CoARA se integren transversalmente en todas las políticas internas. También remarcaron la conveniencia de reconocer formalmente el trabajo de las personas evaluadoras. Las universidades, por su parte, señalaron la complejidad de aplicar criterios cualitativos en instituciones con gran diversidad disciplinaria, la necesidad de elaborar rúbricas específicas y la exigencia de disponer de tiempo para implementar los cambios de forma efectiva.

Finalmente, la mesa redonda de clausura ofreció una visión más amplia con la participación de agentes clave del sistema catalán de investigación. AQU Catalunya abordó la integración de los principios de CoARA en los procesos de acreditación. La Fundación "la Caixa" expresó su interés por el impacto social de la investigación que financian. La Institución CERCA, coordinadora de los 42 centros de investigación del sistema catalán, y la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS), con responsabilidades de evaluación en el sistema de salud, también aportaron su perspectiva sobre la implementación del nuevo modelo de evaluación basado en evidencias y orientado a la mejora continua.

Si tuviéramos que destacar rasgos comunes entre las distintas experiencias expuestas en la jornada, podríamos señalar tres: en todos los casos, las instituciones adheridas a CoARA crean comités interdisciplinares para impulsar y hacer seguimiento de las acciones de reforma; también establecen planes de trabajo que identifican los momentos en que se aplican criterios de evaluación en algún proceso de la institución; y otorgan gran importancia a la difusión de los objetivos de la reforma, dado que no son compartidos de forma automática por todo el personal investigador más allá de los “convencidos”.

La jornada puso de manifiesto que la reforma de la evaluación de la investigación es una transformación compleja pero imprescindible para fomentar una ciencia más responsable, inclusiva y orientada al bien común. A pesar del interés creciente y la existencia de iniciativas inspiradoras, la implementación de los principios de CoARA exige tiempo, recursos y, sobre todo, un cambio cultural profundo dentro de las instituciones. El compromiso de los equipos directivos, la formación de las personas evaluadoras y la sensibilización del personal investigador emergen como condiciones clave para garantizar el éxito de esta transformación.

 

© Imagen inicial generada con inteligencia artificial (DALL·E, OpenAI).

¿La biblioteca moderna? SCONUL presenta estudios de casos de espacios bibliotecarios mejorados con tecnología

José Pablo Gallo León
Director de la Biblioteca de la Universitat de Alicante


SCONUL Technology and Markets Group (2025). The modern library: technology-enhanced library spaces. London: SCONUL <https://www.sconul.ac.uk/knowledge-hub/library-technologies/the-modern-library-technology-enhanced-library-spaces/>. [Consulta: 04/08/2025].


SCONUL, a través de su Grupo de Tecnología y Mercados (Technology and Markets Group), presenta un informe con estudios de casos de espacios bibliotecarios altamente tecnológicos en el Reino Unido e Irlanda. 

Recordemos que SCONUL, la Sociedad de Bibliotecas Universitarias, Nacionales y Universitarias (Society of College, National and University Libraries), es una asociación profesional de bibliotecas académicas y de investigación del Reino Unido e Irlanda. Podría asimilarse a nuestro REBIUN, pero hay grandes diferencias organizativas y más bien fue una fuente de inspiración para el nacimiento de esta. Se trata de una organización muy veterana, pues cuenta con 75 años, que a lo largo de ese tiempo ha ido integrando diversas tipologías de universidades (politécnicas, colegios universitarios), hasta llegar a 196 miembros. 

SCONUL mantiene una línea de trabajo constante sobre los espacios bibliotecarios, como por ejemplo con los Library Design Awards, nacidos en 1973 y que tienen lugar cada tres años. No se trata de un premio arquitectónico stricto sensu, sino que «su objetivo es fomentar las buenas prácticas en la planificación y el diseño de bibliotecas y reconocer los ejemplos más destacados de diseño vanguardista. Los premios se otorgan en función del diseño funcional de los edificios y su carácter transformador, más que por sus méritos puramente arquitectónicos». (SCONUL, s.a.)

Con estos antecedentes surge este estudio, que se inscribe en una corriente de preocupación por la evolución de los espacios, compartida por las bibliotecas académicas de todo el mundo. Por ejemplo:

  • El último informe de tendencias en bibliotecas universitarias de la ACRL (2024), señalaba los espacios de forma directa en cinco tendencias (Disrupting and Reconceiving Collection Practices; Post-pandemic Workplace and Hybrid Work Environments; Makerspaces and Tech Spaces; Supporting Student Well-being Post-pandemic); y como necesidad añadida en otras dos (AI and AI Literacy; Open Pedagogy and Instructional Design). Esto es, en un total de 7 de 10 tendencias.
  • New Model Library,  de OCLC (Connaway, et al., 2021)1 constató la importancia permanente e incluso renacida de los espacios como consecuencia de la pandemia. La misma organización, a través de otro informe basado en encuesta (Redefinir la experiencia bibliotecaria, Connaway, et al., 2023), señalaba que las bibliotecas ofrecerán cada vez más sus espacios como un servicio.

  • Además, REBIUN dedica una de sus áreas de la actual Línea 1 de su V Plan Estratégico a los espacios,2 siguiendo el camino señalado por las últimas Jornadas CRAI de 2023. 

Esta propuesta de SCONUL muestra buenas prácticas de desarrollo de espacios bibliotecarios académicos de su ámbito. Se puede decir que sigue la línea de las publicaciones del LIBER Architecture Working Group,3 pero centrándose en espacios mejorados a través de la tecnología y con un carácter menos descriptivo, dirigido a señalar los beneficios y dificultades de estas transformaciones. En otras palabras, no se trata de planos detallados ni de exhaustivas listas de equipamientos, sino de presentar qué se ha implementado, por qué, sus limitaciones y sus resultados. 

El estudio tiene el objetivo de responder a la cuestión ¿Cómo es una biblioteca académica moderna? Para hacerlo se recogen una serie de espacios innovadores en cuanto a su diseño y ejecución. Son lugares que proporcionan acceso a los últimos equipos tecnológicos, tanto de hardware y software, en laboratorios multimedia y espacios de creación (makerspaces y similares). 

Igualmente, se pretende proporcionar ejemplos inspiradores para conseguir el apoyo en el desarrollo de estos nuevos espacios que, obviamente, suponen un alto costo para las arcas de las universidades. 

Los distintos casos se orientan a necesidades específicas de cada centro, pero se pueden generalizar algunas líneas de trabajo comunes: 

  • Tecnología usada con un fin. La tecnología se considera una herramienta, no una finalidad en sí misma. Se implementa para apoyar la misión y objetivos de la universidad. Citando la propia web del informe, «el desarrollo de estos espacios está alineado con la misión pedagógica de las instituciones anfitrionas, proporcionando nuevos enfoques para la creación de conocimiento, alimentando la creatividad, apoyando las humanidades digitales y fomentando el desarrollo de habilidades de alfabetización digital para apoyar los estudios, la investigación y la futura empleabilidad». 

  • Tecnología variada. Aunque sobre todo se presentan espacios de creación, también vemos otros usos de la tecnología. 

  • Colaboración con otras unidades. Muchos de los proyectos han sido desarrollados de forma conjunta con diversos departamentos, como servicios TIC, humanidades, etc., reforzando la ya añeja idea de la convergencia de servicios y de la biblioteca como punto central de la misma. 

  • Gestión del cambio. Relacionado con lo anterior, destacan los retos operativos que han supuesto estos proyectos: manejo y préstamo del equipamiento, mantenimiento, formación del personal y búsqueda de vías de financiación. 

  • Sostenibilidad. Aunque la sostenibilidad ambiental apenas es tratada, la económica aparece repetidamente.  

  • Adaptabilidad de los espacios. Bien en la operativa del día a día, bien de cara a evoluciones futuras.  

  • Inclusión. Se ha trabajado en asegurar la inclusividad de los nuevos espacios, tanto desde un punto de vista físico como funcional o académico.  

  • Creación de comunidades. Se refuerza el aspecto de la biblioteca como punto de encuentro y creadora de un espacio para todos, ayudando en la creación de comunidades.  

  • Evaluación e impacto. Se mide el impacto, con retroalimentación directa, documentación de casos u otros medios. Por ejemplo, en Cork se recibió un premio de la institución. 

  • Personal. La capacitación, provisión y variable entusiasmo del personal supone una constante, aunque normalmente se ha resuelto con aparente éxito.  

Los casos analizados son bastante numerosos y no ha lugar a reseñarlos en profundidad, pero se podría destacar: 

  • Digital Maker Space de la University of Exeter. Proyecto originalmente externo a la biblioteca, se vio clara la lógica de su integración en la misma. Se destaca su papel en la creación de lazos comunitarios, pero también dificultades de dotación de personal y de su formación. Se integran los nuevos servicios en los procesos anteriores.  

  • Digital Scholarship Studio del University College Cork (UCC). Interesa su apuesta por reequilibrar el espacio para la mejora del uso de las colecciones digitales e impresas. Proporciona infraestructura y personal especializado para el desarrollo de habilidades digitales, producción de contenidos y proyectos de humanidades digitales. En esto, también es interesante su vinculación con el aprendizaje de las competencias digitales desde la biblioteca.   

  • Maynooth University. Aprovecharon el éxito de su makerspace de 2015 para crear uno más completo. como un nuevo laboratorio multimedia. Es realmente reciente, inaugurado en la primavera de 2025. Se puede destacar que se planificó basándose en la experiencia previa y colaborando con otras unidades. 

  • School of Advanced Study, University of London. Este makerspace se centra en las Humanidades Digitales y está instalado fuera de la biblioteca, algo que no parece lo más deseable. Su ubicación en un edificio histórico y protegido ha dificultado su diseño.  

  • University of Winchester. La renovación, prevista para verano de 2015, de la Martial Rose Library busca pasar de ser un contendor de colecciones a un espacio tecnológico de aprendizaje de competencias que ayuden al alumnado en su futuro. La biblioteca incorpora entornos que simulan espacios profesionales, tecnologías inmersivas y áreas de bienestar estudiantil.  

  • The Edge de la University of Limerick. Destaca a primera vista su sistema robotizado de gestión de depósitos. También la voluntad de tener los espacios al día y estando atentos para ello a los ejemplos internacionales. 

  • Lancaster University. Se habla de cinco espacios altamente tecnológicos diferentes dentro de la biblioteca, proporcionando servicios a toda la comunidad y entendiendo lo digital y lo físico como una única cosa.  

  • uCreate Studio de la University of Edinburgh. Desde su origen en 2016, el espacio enfatiza la mejora de la empleabilidad del alumnado, pero quiere dar servicio a toda la universidad. La idea es mejorar la oferta de servicios como una extensión de los tradicionales.  

  • Immersive Learning Centre en Birkbeck, University of London. Previsto para otoño de 2025, se sitúa dentro y junto a la biblioteca con personal propio y externo. Desea complementar el aprendizaje realizado en las aulas incorporando el aprendizaje inmersivo mediante realidad virtual. El único proyecto con unos escuetos croquis.  

En definitiva, los ejemplos recolectados en este estudio pueden servir de inspiración para desarrollar proyectos propios. Señalan un camino de desarrollo de las bibliotecas académicas que refuerzan su labor ante la comunidad universitaria, ayudan a integrarlas en los objetivos de sus instituciones y permiten desarrollar lazos con otras unidades de la misma. 

No obstante, no podemos engañarnos: son proyectos complejos, costosos y con una obsolescencia bastante rápida, algo que afecta a su financiación. También preocupa el impacto sobre las plantillas. Estas mismas razones no impidieron en otro tiempo las profundas añaden una dificultad en la actualidad. 

Por otra parte, puede surgir la duda de si de verdad esta es la Modern library. En el estudio no sólo aparecen makerspaces y laboratorios de humanidades digitales, pero centran la mayoría de los proyectos. A estas alturas está universalmente aceptado que las bibliotecas universitarias dispongan de espacios de creación, algo que aparece prácticamente desde el origen de las bibliotecas públicas anglosajonas. Desde siempre han intentado incorporar la última tecnología para apoyar en sus objetivos, pero no parece lógico que la biblioteca moderna se circunscriba únicamente a tales espacios y servicios que, por otra parte, puede ser discutible que sean propios de la biblioteca en algunos casos. Resulta en esto significativo el ejemplo de Exeter o de la University of London. 

Las bibliotecas académicas ayudan a la creación de conocimiento y al aprendizaje mediante sus recursos y, en esto, son el entorno adecuado para tales servicios, pero no deben meramente suplantar el espacio propio de laboratorios, sino ofrecer un valor añadido. Deben tener esa bibliotecidad, ser reconocibles como bibliotecas. Limerick y Cork se ocupan claramente de conseguirlo, mientras que en otros casos, como Edimburgo o Maynooth, parece que ya lo ven como algo consustancial a su centro, al tener un maker de éxito desde hace años.  

La tecnología es indispensable para la biblioteca, que ha ido evolucionando en paralelo a la misma. Tanto con las tecnologías de la información, desde los manuscritos a la digitalización, como con otras que también han permitido que existan las bibliotecas como las conocemos (electricidad, técnicas constructivas, etc.). No sabemos si el título de modern library es un homenaje a esta denominación ya usada en el pasado para las bibliotecas públicas que supusieron una ruptura. No lo parece, pero está claro que las tecnologías se irán incorporando y modificando espacios y servicios, creando una nueva biblioteca moderna en cada época.  

Notas 

Referencias 

ACRL Research Planning and Review Committee. (2024). «2024 Top Trends in Academic Libraries: a review of the trends and issues». College & Research Libraries News, vol. 85, nº 6. <https://crln.acrl.org/index.php/crlnews/article/view/26379/34322>. [Consulta: 04/08/2025]. 

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© Imagen inicial generada con inteligencia artificial (DALL·E, OpenAI).

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