Añadir nuevo comentario

¿Qué camino hay que tomar?

Versión para impresiónVersión para impresión
Ángel Borrego
Facultat de Biblioteconomia i Documentació
Universitat de Barcelona
 

Schonfeld, Roger C. (2014) Does discovery still happen in the library? Roles and strategies for a shifting reality. Ithaka S+R http://sr.ithaka.org/blog-individual/does-discovery-still-happen-library-roles-and-strategies-shifting-reality [Consulta:06/09/2014]

Ithaka S + R acaba de publicar un breve documento, basado en los resultados de algunos informes previos ya reseñados en este Blok, sobre el papel de la biblioteca universitaria como fuente de descubrimiento de información, ya sea a través de búsquedas exploratorias sobre un tema, búsquedas de ítems conocidos o búsquedas para mantenerse al día en una disciplina.

La mayoría de directores de bibliotecas universitarias norteamericanas consideran estratégicamente importante que sus usuarios vean la biblioteca como el primer recurso donde dirigirse para buscar contenidos académicos. Este papel puede permitir a las bibliotecas influir sobre los procesos de comunicación científica dirigiendo, por ejemplo, a los usuarios hacia el uso de versiones en libre acceso de los documentos que deseen consultar. Sin embargo, estos mismos directores son conscientes de la pérdida de relevancia de la biblioteca en relación a esta actividad en beneficio de plataformas de libros y revistas electrónicos que facilitan la búsqueda a texto completo, Google Scholar o Wikipedia.

Durante los últimos años, la principal estrategia empleada por las bibliotecas universitarias para convertirse en el punto de partida en la búsqueda de información ha sido la adquisición de sistemas que ofrezcan un punto de acceso común a todas las colecciones desde una única interfaz, primero los sistemas de búsqueda federada y más recientemente los servicios de descubrimiento basados en la indexación de recursos, disponibles en entre un 70% y un 85% de las bibliotecas universitarias norteamericanas.

Hay resultados contradictorios sobre el impacto de estas herramientas. Mientras algunos proveedores de estos servicios presentan datos que sugieren que las bibliotecas pequeñas que disponen reciben más tráfico a sus web y ven incrementados los accesos a sus contenidos licenciados, algunas plataformas de libros y revistas electrónicos aseguran que cada vez reciben más visitantes desde Google.

Desgraciadamente, sabemos poco sobre el uso de estos servicios de búsqueda aunque, en opinión de los directores de bibliotecas, han facilitado más la búsqueda exploratoria que la de ítems conocidos y son mayoría los que dudan de que estas herramientas estén acercando más usuarios en las webs de las bibliotecas.

La mayoría de estas herramientas han adoptado el formato de una única caja de búsqueda que tanto éxito ha dado a Google. Sin embargo, mientras que Google ofrece opciones de búsqueda diferenciadas por imágenes, libros o contenidos académicos y, cada vez más, las búsquedas se personalizan en función del historial del usuario o de su ubicación, las bibliotecas no han sabido presionar los desarrolladores de herramientas de descubrimiento para que personalicen sus productos en función, por ejemplo, de la disciplina del usuario.

Los servicios de descubrimiento no parecen las herramientas más apropiadas para mantenerse al día en una disciplina. Las tácticas empleadas por los investigadores incluyen contactos personales con otros investigadores, a menudo de carácter informal, asistencia a congresos, lectura de revisiones de libros, etc. y se ha hecho poco para mejorar los fragmentarios sumarios electrónicos de las editoriales científicas, mientras aparecen nuevos servicios como "mis actualizaciones" de Google Scholar.

Lo mismo ocurre con las colecciones personales. Son pocas las herramientas de descubrimiento que permiten a los investigadores buscar su colección de libros en el Kindle, sus archivos a Dropbox o los almacenados en la tableta al mismo tiempo que se lleva a cabo una búsqueda global. ¿Por qué no facilitar la búsqueda simultánea de las colecciones personales e institucionales? En el extremo contrario también hay quien piensa que la búsqueda gratuita que ofrece Google es suficientemente efectiva para que la biblioteca deje de invertir en esta tarea.

En cualquier caso, si las bibliotecas han promocionado sus webs para servir como punto de partida en la búsqueda de información y han invertido en la adquisición de herramientas para poder buscar todas sus colecciones desde una única interfaz, cabe preguntarse si esta inversión ha valido la pena. ¿Se ha incrementado el acceso a los contenidos desde las herramientas de búsqueda de la biblioteca? ¿Ha crecido el número de usuarios de la página web de la biblioteca? ¿Aumenta el número de usuarios que valoran el papel de la biblioteca como fuente de descubrimiento? Son necesarias más evidencias para determinar si la estrategia adoptada por las bibliotecas está teniendo éxito y, de no ser así, decidir qué camino hay que tomar a partir de ahora.