Movilidad sin contaminación, el gran reto de Barcelona

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Con más de cinco millones de habitantes y 36 municipios, el Área Metropolitana de Barcelona es una de las zonas más pobladas de Europa. Mejorar la movilidad es uno de los principales retos de cara al futuro.

El tráfico en el paseo de Colón a última hora de la tarde. Foto: Alicia Martínez

Por Alicia Martínez

Con más de cinco millones de habitantes y 36 municipios, el Área Metropolitana de Barcelona es una de las zonas más pobladas de Europa. Ivana Ivorra, profesora en un instituto de la capital catalana, caminaba cada mañana ocho minutos desde su domicilio hasta la estación de metro de Gloriès, iba hasta la parada Fabra i Puig y desde ahí cambiaba de línea hasta llegar a Cerdanyola. El recorrido le llevaba alrededor de una hora. El año pasado tomó la determinación de comprarse una moto y redujo el tiempo de traslado al trabajo a 25 minutos. Ivorra cree, como ciudadana,  que los problemas del transporte en Barcelona son la constante impuntualidad y las conexiones que no están bien diseñadas, por lo que se acaba dando un rodeo para llegar a determinado punto.

La pugna diaria de Ivana Ivorra es la que viven miles de habitantes de Barcelona y de su área metropolitana. La asociación Promoció del Transport Públic expone que, desde hace varios años, el reparto modal de la ciudad muestra que el 75% de los desplazamientos que tienen origen y/o destino en Barcelona ya son sostenibles, sea a pie, bicicletas, patinetes y transporte público. “A pesar de ello es importante seguir actuando en el 25% restante, aquellos desplazamientos que aún se realizan en coche y moto”, señalan. En este sentido, piensan que es clave mejorar el sistema de líneas de autobuses actual, mejorar el tiempo de espera, las conexiones con los municipios más alejados o continuar con los carriles exclusivos para buses. 

A Sandra Medina, de Terrassa, el autobús le parece caótico, pero apunta que usa Google Maps para saber qué línea tomar. Hasta hace poco, éste era el único medio de transporte en su ciudad. Hace tres años se mudó a Barcelona ciudad y aunque ella tiene muy buena percepción sobre la oferta de transporte que hay, es consciente del malestar en la ciudadanía sobre el tema. Asegura que este es un aspecto que ha influido en su decisión de dónde vivir, ya que deseaba evitar a toda costa coger su coche para ir a trabajar. La vecina de Terrassa explica que, desde que empezó la universidad, ha usado los trenes de cercanías y que son muy pocas las veces que ha llegado tarde por un problema en los Rodalies. 

Trias alude al vehículo eléctrico como parte de la solución. Añade que las supermanzanas “hay que consensuarlas con las partes implicadas”. Cuando se le pregunta cuál es la solución que él propone, el exalcalde responde que la solución es “escuchando”. Jaume Collboni, candidato por el PSC también menciona en su discurso el vehículo eléctrico y que hay que trabajar en que haya más transporte público. “Tenemos que electrificar la ciudad”, subraya el socialista. Ninguno de los dos habla de reducir el uso del vehículo privado.

Este año entró en vigencia la directiva europea que obliga a implantar una zona de bajas emisiones en todas las ciudades de al menos 50.000 habitantes, y su implantación no ha estado libre de polémica. En Barcelona está en marcha desde el 2020 y, desde entonces, hay una batalla sin cuartel sobre el papel del coche en la ciudad. Colau asegura que han doblado el presupuesto en transporte público desde que llegaron al consistorio. En su gestión han apostado por aumentar el número de carriles bicis y el proyecto del tranvía por la avenida Diagonal, con el que se busca cruzarla en media hora. “La intermodalidad es el futuro de la movilidad”, recalca Colau en un coloquio. La alcaldesa refuerza su tesis en que la contaminación que hay “es inasumible” y que ésta tiene numerosos costes en la salud de la población: “hay mil muertes prematuras al año por esta causa”, subraya Colau.

Ernest Maragall, candidato por ERC, habla incluso del “derecho a respirar aire limpio” como uno de los requisitos para tener “una vida mejor”. Sobre las supermanzanas, el candidato señala que son positivas, aunque remarca que “no están actualmente bien enfocadas”. “No han mejorado la movilidad, al contrario, la han empeorado”, asegura Maragall. Es por ello que deja en claro que, de ser electo,  no seguirá con esta medida.

Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) de 2021 concluyó que el 7% de las muertes que hay en la ciudad al año están relacionadas con la contaminación. Además, recalcan que la contaminación del aire afecta al cerebro de los niños y niñas. Han sido investigaciones de ISGlobal los que apuntan a que la exposición diaria a dióxido de nitrógeno y hollín – o carbono negro-, dos de los contaminantes asociados al tráfico, afectan el desarrollo cognitivo infantil. En un año en el que las temperaturas están batiendo su récord, la presión para que la clase política tome medidas al respecto es inevitable.

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