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Como decía Benedetti, «el sur también existe». Ciencia abierta por parte de todos

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Alexandre López-Borrull
Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación
Universitat Oberta de Catalunya (UOC)


Rico-Castro, Pilar; Bonora, Laura (2023). Políticas de acceso abierto en América Latina, el Caribe y la Unión Europea: avances para un diálogo político. European Commission. Directorate-General for Research and Innovation. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea. 161 p. ISBN 978-92-76-56506-2. Disponible a: <https://op.europa.eu/es/publication-detail/-/publication/8a4852c6-bca3-11ed-8912-01aa75ed71a1>. [Consulta: 08/10/2023].  


En este mismo espacio, se han reseñado interesantes y relevantes informes sobre acceso abierto y ciencia abierta, en muchos casos encargados por la Comisión Europea, que es quien los firma colectivamente. Hoy, reseñamos un documento que tiene una derivada geopolítica y que permite comprobar, como a menudo dice Isidro Aguillo, que no hay una ciencia abierta, sino diversas, y que no podemos confundir la vía europea con la única vía para abrir y mejorar al máximo la ciencia, que de esto se trata.

El documento que se presenta ha sido finalizado en febrero de 2023 y ha sido redactado por Pilar Rico-Castro y Laura Bonora, ambas de la FECYT española. Si Serrat canta los versos de Benedetti que dan título a la reseña, también las dos autoras coordinan la visión para entender de forma adecuada qué está sucediendo en América Latina y el Caribe. Y este, como describiremos, es el principal valor del informe, una visión comparada para entender en un momento concreto los ritmos de los diversos países de América Latina.

A nivel metodológico, queremos destacar la tabla 1 (ver Figura 1), piedra filosofal para el análisis de política comparada que presenta el informe. En esta investigación, a nivel de indicadores, se presentan los elementos que servirán para describir la situación del acceso abierto en cada país. Se trata de una ficha que sirve para ver los diferentes actores que trabajan en cada ámbito de forma que, como resultado global, tenemos el bosque de grupos de interés que participan de la promoción y las políticas del acceso abierto. El interés de esta ficha es alto, porque puede aplicarse a otros países y realidades, tanto internacionales como regionales.

No se trata ni se presenta como lo que podría ser un falso festival de la OTI para ver quién gana y quién pierde, sino con la voluntad de hacer conocer los actores a nivel europeo para generar el diálogo político que ya se explicita en el título. Y este es el segundo valor del informe, la utilidad que se le puede extraer.
 

                       

Figura 1. Elementos de análisis de la comparativa del informe (pág. 15).

El informe presenta como resultado implícito darse cuenta de cómo América Latina presenta una estrategia conjunta que se explicita en planes como AmeliCA. Conocer los principales actores y conocer que hay una vida propia que apuesta por un ecosistema de revistas de tipo diamante es siempre una visión diferente a la europea y una demostración de que hay varias vías para acceder al pleno acceso abierto, y no sólo vía la financiación de las APC (article processing charge). 

Acabada la descripción de cada uno de los países y la descripción del estado en la Unión Europea, el informe presenta dos de los capítulos que tienen más valor. En primer lugar, el capítulo 15 presenta la discusión de los resultados, donde se puede comprobar (y es otro de los aprendizajes) que parte de los retos son compartidos, y que parte de los caminos también lo son, como cuando compara CoARA y CLACSO-FOLEC como estrategias para modificar el sistema de evaluación de la investigación. También se explicita que hay diferencias entre los diversos países, cosa que también sucede a nivel europeo. Así mismo, se pone énfasis en la sólida red de repositorios en abierto existentes, como estrategia paralela al ecosistema de revistas académicas, con una mayoría en abierto. Una de las conclusiones, quizás la más interesante para mí, sería el papel preponderante de las iniciativas impulsadas por la comunidad, descentralizadas y sin ánimo de lucro. Un camino menos financiado hacia la ciencia abierta, con soluciones basadas en modelos no comerciales y donde repositorios, revistas y sistemas de gestión de la información curricular se basan en plataformas de software libre con una alta interoperabilidad. Y aquí es donde nos podemos agarrar quienes pensamos que hay que intentar relacionar la lucha por el acceso abierto a un sistema más justo (y necesariamente más público) de acceder al conocimiento científico.

En el último capítulo, a pesar de que de una forma quizás demasiada esquemática y breve, se presentan las recomendaciones de acción política que tienen mucho valor, porque describen qué es lo que habría que hacer en un compromiso compartido por las dos partes (Unión Europea y América Latina y Caribe) para encarar los desafíos comunes y avanzar en un aprendizaje mutuo. Las acciones para llevar a cabo se presentan bajo cuatro grandes objetivos:

  • O1. Fortalecer la gobernanza y la financiación de los sistemas de ciencia, tecnología e innovación en América Latina y el Caribe.
     
  • O2. Ampliar la cobertura de políticas de acceso abierto en América Latina y el Caribe.
     
  • O3. Fortalecer las infraestructuras digitales de ciencia abierta en ambas regiones.
     
  • O4. Crear sistemas de evaluación de la actividad investigadora coherentes con la ciencia abierta en ambas regiones.

Querría, pues, posar en valor el informe llevado a cabo, el trabajo que implica y los aprendizajes que se derivan, es decir, igual que si se firma DORA esto debe tener consecuencias, si se encarga este informe es porque se quiere aprovechar el aprendizaje, así que esperamos que esto sirva para seguir andando, menos paralelos y más coordinados, para una ciencia abierta más global, porque el «sur también existe».

Como cierre, podemos decir que se trata de un informe interesante:

  • Para el colectivo científico, para ver cómo el acceso abierto es una política real y realizada en todas partes, con las propias dificultades, pero también los aprendizajes a compartir. Para aquellos que hace años que han oído hablar de SciELO, Redalyc y CLACSO, pero no acaban de poner cara a los acrónimos.
     
  • Para las bibliotecas universitarias, en general, para tener una idea de las buenas prácticas que se están llevando a cabo para promover y gestionar el acceso abierto. 
     
  • Para el colectivo de profesionales de la información que trabajan y quienes trabajarán en un futuro (y todavía no lo saben) en ciencia abierta. 

© Imagen de Tumisu en Pixabay