ESPACIOS Y PRÁCTICAS DEVOCIONALES

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Breve descripción:

Retablo de tema eucarístico. Procede de la capilla del Corpus Christi de la iglesia del monasterio de Santa Maria de Vallbona de les Monges (Urgell). Mide 108,8 x 222 x 8,7 cm. Temple, relieves de estuco, dorado con pan de oro y hoja metálica corlada sobre tabla. Fechado hacia 1335-1345.

Ensayo sobre espacio y función performativa

El Retablo del Corpus Christi estaba situado originalmente en la capilla del Corpus Christi del monasterio cisterciense de Santa Maria de Vallbona de les Monges (Urgell). La capilla y la factura del retablo datan del mandato de la abadesa Berenguela de Anglesola (1348-1377), cuyas armas familiares aún están esculpidas en las ménsulas de la capilla, adyacente al coro de la iglesia, al lado derecho de la reja que lo separa del resto de la nave.

Pintado un siglo después de la muerte de Juliana de Cornillon (1192-1258) y después del establecimiento de la procesión por parte de Juan XXII (1317), el retablo se sitúa en un contexto en que la devoción eucarística está en expansión y es promovida con gran énfasis por la Orden del Císter (a la que pertenecen las monjas de Vallbona). Se manifiesta en forma de devoción pública y privada, en los ámbitos monásticos, parroquiales e integran al laicado a través de la comunión y la procesión pública. Así, es la representación de un culto polimórfico que logra permear las diversas capas en que se manifiesta la religiosidad.

La obra, ejecutada en gótico lineal, incluye toda una serie de motivos relacionados con la Eucaristía. Los diversos compartimentos unen varias referencias fragmentarias que abarcan múltiples aspectos teológicos, devocionales y milagrosos relacionados con el misterio. Se establece un programa iconográfico que condensa representaciones de relatos milagrosos, de la Última Cena, del Trono de Gracia acompañando a la custodia y finalmente algunos testimonios de las diversas prácticas devocionales en que se manifiesta el culto.

Hay un compartimento dedicado a la procesión (lo que implicaría hallarse ante una de las más tempranas representaciones de esta práctica litúrgica), un segundo dedicado a la Eucaristía como instrumento de salvación y viático al otro mundo (en la escena del moribundo con el pecho abierto), y el momento de la Elevación en misa (presumiblemente representando la misa de San Gregorio según Melero (2002-2003 p.26).

En la fila inferior toma claro protagonismo la representación de la Última Cena, que ocupa el doble que el resto de compartimentos laterales. Esta escena es el momento de institución de la Eucaristía según las interpretaciones posteriores del relato neotestamentario. La narración escrita del acto de institución se encarga de traer el origen del rito a la memoria, y “la imagen solo puede secundar esa tarea. Imagen y escritura recuerdan conjuntamente lo que se encuentra en la historia de la Salvación y, sin embargo, es al mismo tiempo más que un hecho histórico” (Belting, 2010, p. 19). En este sentido sería interesante tomar en consideración la afirmación de (Hamburger, 2008, p.98) según la cual la imagen sirve, en el contexto monástico, para posicionar a la comunidad de monjas dentro del continuum de la historia sagrada.

También se plasman diversas escenas de milagros eucarísticos: hostias profanadas que revelan su naturaleza sangrando, la mula que se arrodilla ante la Forma, el indigno que acude a comulgar, etc. En su mayoría extraídas del manual de predicación Speculum Laicarum o de las Cántigas de Alfonso X (Melero, 2002-2003, p.27). En conjunto el retablo une diversos elementos en una síntesis de fuentes bíblicas, litúrgicas y literarias.

En el centro está el Trono de Gracia acompañado de una custodia dorada. Su inclusión implica la presencia de Cristo crucificado sobre la hostia, Cristo pende sobre la hostia, y esto introduce la Pasión en el conjunto, lo que añade a la Eucaristía el matiz sacrificial: la espectadora que medite ante el retablo debe rememorar el sacrificio de Cristo al mirar el Santísimo expuesto en la capilla. Un sacrificio que se renueva constantemente a través de la Eucaristía.

Probablemente en la capilla, en la que se encontraba el retablo, se veneraba también al Santísimo a través de la presencia real del ostensorio con la hostia consagrada, fenómeno generalizado en múltiples monasterios femeninos en la época (Garí, 2014, p.78). Su sola presencia representaba una cercanía efectiva con Cristo. Había una interacción con la hostia entendida como cuerpo de Cristo, interacción basada en el fuerte componente amoroso y el gran énfasis en la corporeidad de Cristo que caracterizaba la devoción femenina.

Tener presente el contexto y el lugar en que se encuentran la capilla, el retablo y la custodia permite asimilar el uso devocional de los mismos. El lugar recibe todo su significado, e incluso su nombre, en base a la imagen que ratifica la presencia de lo divino en él (Belting, 2010, p.23). La capilla está en el coro: al tratarse del espacio de devoción y liturgia propio de las monjas, frente a la liturgia masculina del acto de consagración llevado a cabo en el altar mayor. La liturgia y la devoción colectiva se realizan a través del canto en misa, dónde las oraciones garantizaban el cumplimiento de la mediación salvífica que se llevaba a cabo durante la Eucaristía (Garí, 2014, p.77). Por eso, en este espacio dónde se encontraban las monjas aisladas de los fieles, se encuentra el Santísimo en exposición, al haber una verdadera necesidad de cercanía con el cuerpo divino.

La funcionalidad de la capilla no será solo la cercanía con la Forma mientras se realiza la liturgia: la capilla eucarística cerca del coro actúa como espacio de meditación y de adoración permanente al Sacramento, al que se visita también fuera de la misa, un tipo de devoción generaliza a partir del siglo XIII (Snoek, 1995, p.274).

Meditar frente a la Eucaristía era para las monjas una forma de interacción con la dolorosa fisicidad de Cristo personificado en la hostia, cuyo ideal, en último término, sería la unión mística. Una interacción vivida de forma intensa con la corporeidad de Cristo en que se mezclan "abjection and exaltation, transgression and humility” (Hamburger, 2008, p. 98) La imagen tendría la función de potenciar esa interacción y acompañar en el viaje interior: el retablo del Corpus, exponiendo toda una serie de reflexiones y motivos relacionados con la transubstanciación y misterio eucarístico, refuerza la sensación de presencia real, actuando como marco de la custodia en la se expone el cuerpo. La monja que medita inicia un itinerario a través de estas imágenes, interactúa con ellas mentalmente y lograr “la producción propia de imágenes interiores" (Belting, 2010, p. 547).

De esta forma, el conjunto que forman la capilla, el ostensorio, y el retablo (con su correspondiente frontal), permite a la comunidad percibir la cercanía de la fisicidad de Cristo durante los oficios litúrgicos colectivos. Pero este espacio también se dota de una función devocional para-litúrgica relacionada con la meditación íntima, en que interactúan a la vez con Sagrada Forma y con las imágenes del retablo. De alguna forma el retablo contextualiza el ostensorio y dota a la espectadora de una serie de representaciones mentales que permiten a la imagen servir como acompañamiento en el itinerario interior de la meditación. Todos estos elementos convierten a la capilla adyacente al coro en un espacio donde la espiritualidad propia de la comunidad de monjas puede expresarse en toda su plenitud y especificidad.

Bibliografía

BELTING, H. (2010): Imagen y culto, Barcelona, Akal.

GARÍ, B. (2014): “The sacred space of meditation: Nunneries and devotional performance in the territories of the crown of Aragon (Fourteenth-Fifteenth centuries)”, The Journal of Monastic Studies, 3, 71-95.

MELERO, M. (2002-2003): "Eucaristía y polémica antisemita en el retablo y frontal de Vallbona de les Monges", Locus Amoenus, 6, 21-40.

RUBIN, M. (1991): Corpus Christi: the Eucharist in late medieval culture, Cambridge, Cambridge University Press.

SNOEK, G. (1995): Medieval Piety from Relics to the Eucharist. A Process of Mutual Interaction, Leiden, Brill.

Retablo del Corpus Christi

Fecha de creación: c.1335-1345

Localización: Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC)

Procedencia: Capilla del Corpus, coro; Vallbona de les Monges

Otras fuentes de información

Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC)

Autor de la ficha: José Miguel Gutiérrez Fernández

Cómo citar este objeto

Retablo del Corpus Christi, Vallbona de les Monges, MNAC, PAISAJES ESPIRITUALES, http://www.ub.edu/proyectopaisajes/index.php/es/item3-devocional. Consultado el viernes 19 de abril del 2024. Repositori Digital de la Universitat de Barcelona URI: http://hdl.handle.net/2445/120924