Cómo mejorar la gestión sanitaria a partir de la información

//El uso de los datos clínicos y administrativas en el Parc Sanitari Sant Joan de Déu

Los centros sanitarios generan -y acumulan- una gran cantidad de datos en forma de registro de acceso, receta en papel, escáner, radiografía o resonancia magnética, historia clínica del paciente, archivo contable o pedido farmacológico. El análisis de toda esa información puede contribuir, sin duda, a optimizar el funcionamiento de un hospital, tanto en la esfera clínica como en la administrativa. La dificultad radica en el hecho de que esta información es ingente y de naturaleza diversa, y todavía no disponemos de herramientas para procesarla de manera automática. Pero los datos existen, y ya se empiezan a utilizar para mejorar la eficiencia, la seguridad y la calidad de los sistemas de atención.

El Parc Sanitari Sant Joan de Déu incluye el monitoreo y la evaluación permanente de la atención como una de las líneas estratégicas de su Plan de calidad. Según María Luisa de la Puente, responsable la Unidad de Calidad y Seguridad del Parc, ha sido posible gracias a dos cambios: uno cultural y otro, tecnológico. «Antes, la medicina no tenía ese interés. Nadie cuestionaba nada porque se daba por hecho que un médico hacía todo lo que podía: se tenía confianza absoluta en sus nueve años de estudio, seis de carrera y tres de especialización. Desde hace unos veinte años, sin embargo, eso ha cambiado. Se exige a los profesionales formación continua y los centros revisan sus resultados. El otro gran cambio es que ahora todo está informatizado.»

«Tenemos una información administrativa, o de proceso, y tenemos la información estrictamente clínica»

Los datos que genera un paciente desde que entra en el centro hasta que sale quedan registrados en el sistema informático del hospital. «Tenemos una información administrativa, o de proceso, y tenemos la información estrictamente clínica. Hay datos que nos pide el Servicio Catalán de la Salud cuando nos contrata, como los tiempos de espera para una consulta, una prueba o una intervención quirúrgica. Y hemos decidido recoger otros datos por iniciativa propia: algunos indicadores, los más importantes, los monitorizamos nosotros.» Esos registros se utilizan para conocer cómo varían parámetros como el consumo de recursos, el porcentaje de pacientes crónicos que ingresan o reingresan en el hospital, las visitas a consultas externas o la ocupación del servicio de urgencias. Y, en función de las tendencias que se detecten, se toman decisiones.

«Tener información sirve para poderse comparar con uno mismo y con otros profesionales. Si no hay un punto de referencia, no sabemos si lo hacemos bien o si lo hacemos mal. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud marca que, del número total de partos, como máximo el 20 o 21% deberían ser cesáreas. Hay una medida. A veces, sin embargo, es más difícil porque no hay una institución que te oriente. En ese caso, nosotros mismos nos marcamos los estándares: observamos las tendencias y nos fijamos. Sin información sería imposible.»

Plan de gestión de la información

El Parc Sanitari Sant Joan de Déu ha implementado un plan de gestión de la información para ordenar esos datos y aprovechar su utilidad. «Se han creado tres niveles de gestión, porque hay tres niveles de toma de decisiones. El primer nivel es el comité de dirección/director general, que recibe una información muy filtrada. Después hay un segundo nivel: la dirección del hospital general, la dirección de salud mental y otros directivos. Y, finalmente, un tercer nivel, que son los jefes de servicio. A cada nivel dirigimos la información que le puede interesar, que no debe ser la misma en todos los casos, y la que a la dirección le interesa que tengan.»

Dentro de este flujo de información que se recopila y evalúa también figura la opinión de los pacientes, información que llega a través de reclamaciones, agradecimientos o encuestas de satisfacción. «Algunas se hacen por iniciativa del centro y otras, porque las pide el Servicio Catalán de la Salud. Nosotros las tenemos muy en cuenta porque son externas y, por tanto, nos ayudan a detectar elementos que habría que mejorar. También empezamos a hacer encuestas directas a grupos focales de pacientes, por ejemplo, a pacientes crónicos. Es una vía para acercarnos a la medicina centrada en la persona.» El gran salto, sin embargo, se producirá cuando toda esta información que ahora se procesa manualmente pueda tratarse de forma masiva y automática.

«Tenemos que poder comparar la situación de un paciente con su estado previo y con el de otros pacientes»

«Los sistemas de información en el ámbito de la sanidad ayudarán, primero, a saber qué problemas de salud tiene la gente. Sea un médico de atención primaria, una enfermera de un centro o un parque sanitario como éste, todo el mundo debe evaluar continuamente lo que hace. Tenemos que poder comparar la situación de un paciente con su estado previo de salud y con el de otros pacientes. Los sistemas de información también ayudarán a los enfermos a saber más sobre su patología y aprender a gestionarla. Y, por último, estos sistemas nos permitirán aplicar todo el conocimiento científico del que disponemos para mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento clínico. En definitiva, serán cruciales.»

Noticias relacionadas