Conseguir prestaciones más rápidas, inteligentes y económicas es la idea rectora de la nueva estrategia sanitaria de la Generalitat de Cataluña. El proyecto mHealth.cat pretende facilitar el acceso del ciudadano a los recursos móviles que le ayuden a cuidar de su salud. Un portal web funcionará como escaparate, y centralizará el catálogo de herramientas (aplicaciones móviles, dispositivos de telemonitorización, etc.) que se pondrán a disposición del usuario. La diferencia con otras iniciativas similares es que es pública —forma parte de una voluntad política más ambiciosa por transformar el sistema de salud— y que garantiza la solvencia y el rigor de las opciones que ofrece. Es decir, los responsables del proyecto seleccionan, evalúan y, en función de los resultados de los análisis, prescriben o no los recursos que han examinado.
Con esta estrategia se genera un entorno seguro y de confianza que permite escoger entre opciones de calidad contrastada. Además, el proceso de selección es dinámico: si alguna herramienta no cumpliera los objetivos fijados se podría sustituir por otra, de igual modo que se podría introducir una nueva si lo recomendaran los profesionales y las entidades que pertenecen al sector sociosanitario. Sus opiniones ya se han tenido en cuenta a la hora de elaborar el Plan de movilidad, que ejecutará TICSalut, el organismo del Gobierno de Cataluña encargado de fomentar el uso de las nuevas tecnologías en el área de la salud , con la colaboración de Mobile World Capital, un consorcio público-privado que reúne instituciones públicas, más de ochocientos operadores de telefonía y unas doscientas empresas del universo móvil. Las entidades del tercer sector y los ciudadanos en contacto con la red asistencial convencional tendrán acceso libre a la plataforma.
La «movilización» del modelo asistencial
La salud móvil será un factor clave en el proceso de transformación del modelo de atención sociosanitaria hacia otro más ágil y menos costoso. Las nuevas tecnologías pueden ayudar a optimizar el seguimiento a distancia de ciertas enfermedades, a cumplir adecuadamente las pautas farmacológicas, a aumentar el empoderamiento de los pacientes, a facilitar el intercambio de información entre especialistas, etc. Mediante las posibilidades que ofrecen dispositivos como los teléfonos móviles o las tabletas, por tanto, se conseguiría mejorar la calidad de vida de las personas y al mismo tiempo se contribuiría a hacer el sistema de salud más sostenible y más cercano a los ciudadanos. Esta es la tendencia general. Y el Plan de movilidad que acaba de aprobar la Generalitat de Cataluña es una tentativa para comenzar a materializarla. De momento, la única que hay en Europa.