biografía

Annemarie Schwarzenbach nació en Zürich en 1908 en el seno de una conservadora familia de ricos empresarios textiles, con la que tuvo una relación bastante conflictiva. En 1930 conoce a Klaus y Erika Mann, con los que entabla una gran amistad. Entre 1931 y 1933 vive en Berlín como escritora, donde comienza su compromiso antinazi y sus experiencias con la morfina. Doctora en historia, arqueóloga, fotógrafa, a partir de 1934 realiza diversos viajes por Asia, África, Europa y Estados Unidos. Muere en 1942 en un accidente en Sils im Engadin.

sinopsis

En 1936, Annemarie Schwarzenbach escribe Muerte en Persia a partir de las notas que había tomado en su tercer viaje a este país en 1935. La autora mezcla en esta narración el diario de viaje, la autobiografía y la ficción, lo que ella misma denomina como "diario impersonal". Los desolados y extremos paisajes persas sirven para reflejar todas sus angustias existenciales y para explorarlas mediante la escritura, que ella vive como un espacio de libertad. A través de un yo narrativo desesperado y atormentado, Schwarzenbach nos narra su infructuosa búsqueda de la felicidad en esa tierra en la que se siente vulnerable y aislada.

reseña

La autora comienza este libro lanzándonos una serie de advertencias: nos adentramos en unas páginas que nos brindarán pocas alegrías, en un territorio donde reina la ausencia de esperanza, la inhumanidad. Estaremos acompañando a una protagonista pequeña, débil, que no nos explicará sus razones para viajar, ni nos pondrá en antecedentes, una protagonista que nos deja igual de solos que lo que ella se encuentra, igual de frustrados, enfrentándonos así al mismo abandono, al mismo vacío.

"¡Ay, quién pudiera volver a vivir!", nos dice Schwarzenbach al final de su advertencia. La muerte, omnipresente a lo largo del libro bajo formas diversas, es un agente central en la narración. Es la ausencia de esperanza, pero se nos aparece también bajo la forma de muerte física (como la muerte de su amada Yalé), la muerte de las civilizaciones del pasado (como la muerte de Persépolis) y del presente, la Europa que se está desintegrando, ya en la primera mitad de los años 30 con la ascensión del nazismo. Y la muerte de la identidad propia, la pérdida del yo, la alienación (de ahí que su diario sea impersonal, como señala Roger Perret en el posfacio a esta edición).

Si la muerte juega un papel tan importante en la narración, el otro gran protagonista es sin duda Persia. Cuando Annemarie Schwarzenbach nos habla de Persia, está evocando a la vez el aislamiento y la soledad que siente en su vida, la búsqueda de la libertad (sexual y de la mujer) a la que puede aspirar tan lejos de la presión social y familiar de su país natal y el destierro en la tierra ajena de Persia y de la escritura.

Y es este conflicto central con la escritura el que nos lleva a las cuestiones más complejas del libro. ¿Cuál es la razón de la escritura? Son quizás las mismas razones que la llevan a viajar a Persia: la búsqueda de un espacio de libertad (con todo lo negativo y terrible que puede tener la libertad), el destierro en una tierra ajena que en este caso sería la escritura.

La relación entre autobiografía y ficción resulta especialmente interesante ya que por momentos asistimos a una confesión de lo más íntimo y detallado, y en otros nos encontramos frente a momentos de ficción de gran carga lírica y simbólica, como las dos apariciones del ángel. Y terminamos la lectura sin estar seguros de los límites entre esos dos ámbitos, qué es ficción, qué es realidad, y así, igual que la protagonista, ansiamos conocer y acabamos perdidos en el desierto.

biografía crítica

Miermont, Dominique Laure (2004), Annemarie Schwarzenbach ou le mal d'Europe, París, Payot.