Teresa Fèrriz Roure
Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
The New York Public Library. Libraries & Well-Being: A Case Study from The New York Public Library [en línea]. Nueva York: The New York Public Library, 2024. https://www.nypl.org/spotlight/libraries-well-being-report. [Consulta: 9 juliol 2025].

El informe Libraries & Well-Being: A Case Study from The New York Public Library, publicado en 2024, es fruto de la colaboración entre la Biblioteca Pública de Nueva York y The Humanities and Human Flourishing Project de la Universidad de Pensilvania, y se centra en el estudio transversal de los factores que favorecen el bienestar de las personas y las comunidades, entendidas estas como instituciones cívicas que trabajan por el bien público.
La colaboración se inscribe en una investigación ya consolidada que ha llevado a la Universidad de Pensilvania a vincular el Proyecto HHF con instituciones culturales de todo Estados Unidos, en línea con la investigación en Arts in Health, que se ha acelerado en la última década a escala internacional.
El objetivo principal fue explorar el impacto positivo de la Biblioteca Pública en el bienestar individual y colectivo, a partir de un modelo de análisis propio que interconecta transversalmente conceptos clave y métodos cuantitativos y cualitativos procedentes de disciplinas como la psicología, la sociología, la información y las humanidades.
El estudio
Entre noviembre y diciembre de 2023 se realizó una encuesta multilingüe a los usuarios de la NYPL, en formato digital y presencial —se eligieron quince subsedes seleccionadas por su representatividad y heterogeneidad. Se obtuvieron 2.401 respuestas (1.765 en línea y 636 en papel), de las cuales el grupo investigador analizó 1.974, una vez excluidas aquellas que no cumplían los requisitos básicos. La encuesta se complementó con grupos de discusión dirigidos que se utilizaron para poner a prueba las preguntas antes del inicio de la campaña y, posteriormente, ampliaron las respuestas que se habían dado a cuestiones abiertas como: «How would your life be different without The New York Public Library?».
La estructura siguió el modelo PERMA modelizado por la Universidad, eminentemente descriptivo y correlacional, no causal. Tal como reconocen los investigadores, este análisis no genera evidencias científicas sino que permite observar patrones y tendencias que enriquecen los indicadores de evaluación empleados habitualmente por las bibliotecas.
Los resultados
Estas tendencias se conceptualizan a partir de veinte indicadores desplegados dentro de los tres grandes ámbitos analizados —tres estadios progresivos de lo que los investigadores denominan «flourishing», el proceso de desarrollo/enriquecimiento personal. He aquí las conclusiones más relevantes:
1. Las bibliotecas crean las condiciones para el bienestar: las bibliotecas proporcionan las condiciones ambientales necesarias para que las personas puedan sentirse bien; esto significa estabilidad, seguridad, refugio, evasión, paz y capacidad de concentración. Un resultado relevante fue el casi unánime 92% de los encuestados que expresaban la sensación de tener más calma y tranquilidad después de visitar la biblioteca. La describían como un «refugio seguro», un «segundo hogar» o un «oasis de calma» que les permitía huir del estrés y concentrarse en sí mismos.
2. Las bibliotecas activan los elementos centrales del bienestar que describe el modelo PERMA:
-
Emociones positivas como el optimismo y la capacidad de minimizar sentimientos negativos: un 74% afirmaba sentirse más preparado para afrontar sus retos personales, y el 73% comentaba sentirse más optimista sobre su futuro.
-
Compromiso a partir de una mayor implicación individual con el entorno: el 90% coincidió en que el uso de la biblioteca aumentaba su voluntad de aprender cosas nuevas e inspirarse.
-
Relaciones que fomentan los vínculos sociales, el apoyo mutuo y un mayor sentido de pertenencia: un 75% expresaba más empatía hacia los demás, y el 72% hablaba de una mayor conexión con la comunidad.
-
Sentido como propósito vital a partir del conocimiento y la reflexión: el 86% sintió que se informaba mejor de su entorno, y el 77% que sus actividades eran más útiles y relevantes.
-
Logro, que hace posible alcanzar los propios objetivos en los ámbitos profesionales, académicos y personales: un 73% mejoró en los estudios, un 72% en el trabajo o carrera profesional, y, de forma destacada, el 80% comentaba que su tiempo de ocio era más creativo.
3. Las bibliotecas promueven el desarrollo personal a lo largo de la vida: estas condiciones previas y los elementos centrales del bienestar mencionados hacen que las bibliotecas puedan describirse como espacios para el «flourishing», la expansión personal a lo largo de la vida. Así lo expresan más del 88% de los encuestados.
Dos indicadores me parecen especialmente significativos: una valoración más positiva, en general, de quienes viven en comunidades con menores ingresos y también de quienes visitan regularmente la biblioteca y hacen un uso más intensivo de ella, especialmente de las actividades programadas. Este uso cotidiano hace que los colectivos con más condicionantes sociales consideren las bibliotecas públicas como un«tercer espacio» de vida, complementario a los entornos domésticos y laborales. En el contexto norteamericano no abundan los lugares públicos a los que se pueda ir sin la expectativa de gastar dinero y las bibliotecas, además, permiten llevarse a casa bienes que no les sería fácil conseguir de forma cotidiana. Sin las bibliotecas —así lo afirmaba uno de los usuarios— su vida sería muy diferente, y no precisamente mejor.
El contexto
Este informe toma como marco teórico la llamada «psicología positiva», un campo de estudio que no tiene nada que ver con los libros de autoayuda: se dedica a comprender qué elementos construyen las trayectorias vitales de las personas, cuáles son más favorables para el enriquecimiento individual («flourishing», lo llaman) y qué características comparten las «instituciones duraderas y adaptables», que son reconocidas mayoritariamente por inspirar a las personas, conectar a las comunidades y generar sociedades más resilientes.
El análisis de una de las bibliotecas públicas norteamericanas de referencia, en un contexto como el actual con un cada vez mayor cuestionamiento de la inversión pública y una disminución del mecenazgo cultural, plantea un posicionamiento político claro. Si las bibliotecas son reconocidas por su capacidad de generar capital social, capital cultural y compromiso cívico es porque generalizan los beneficios del acceso a la información, y eliminan barreras socioeconómicas. Además del compromiso comunitario, que facilita las conexiones interpersonales en clave de equidad y responsabilidad: tener al alcance un bien público promueve la participación cívica y aumenta significativamente el sentido de la autoeficacia y del compromiso político.
Una lectura desde el sistema público catalán
Ciertamente, la gestión de las bibliotecas públicas norteamericanas difiere bastante de la catalana, que afortunadamente cuenta con el compromiso económico y político de todas las administraciones públicas. Aquí no tenemos la necesidad de justificar su utilidad, ya ampliamente legitimada, pero tampoco somos ajenos a un relato de cuestionamiento del estado del bienestar que aumenta en un marco de desafección política y donde la educación y la cultura tienen todas las de perder.
Es necesario seguir evolucionando los servicios de la biblioteca en un contexto de cambio social y de necesidades de la ciudadanía; en esta línea, los veinte factores de bienestar del modelo PERMA pueden ser útiles para ayudar a repensar lo que tenemos e invitar a imaginar iniciativas y proyectos innovadores que den respuesta a los retos emergentes.
No tengo ninguna duda de que hay que seguir abriendo las puertas de la biblioteca física porque el bienestar disminuye cuando el contacto es exclusivamente digital y, sobre todo, hay que reforzar la investigación y la evaluación para generar nuevos indicadores que nos muestren, de forma estructurada y fiable, cómo las bibliotecas se están adaptando a los nuevos contextos y siguen acompañando la vida de las personas, a lo largo de todo su ciclo vital. Una biblioteca en cada comunidad sigue siendo garantía de equidad, de cuidados y de seguridad democrática. Cuidémoslas a ambas.
©Imagen inicial de AldoRafa en Pixabay
