bibliotecas universitarias

¿La biblioteca moderna? SCONUL presenta estudios de casos de espacios bibliotecarios mejorados con tecnología

José Pablo Gallo León
Director de la Biblioteca de la Universitat de Alicante


SCONUL Technology and Markets Group (2025). The modern library: technology-enhanced library spaces. London: SCONUL <https://www.sconul.ac.uk/knowledge-hub/library-technologies/the-modern-library-technology-enhanced-library-spaces/>. [Consulta: 04/08/2025].


SCONUL, a través de su Grupo de Tecnología y Mercados (Technology and Markets Group), presenta un informe con estudios de casos de espacios bibliotecarios altamente tecnológicos en el Reino Unido e Irlanda. 

Recordemos que SCONUL, la Sociedad de Bibliotecas Universitarias, Nacionales y Universitarias (Society of College, National and University Libraries), es una asociación profesional de bibliotecas académicas y de investigación del Reino Unido e Irlanda. Podría asimilarse a nuestro REBIUN, pero hay grandes diferencias organizativas y más bien fue una fuente de inspiración para el nacimiento de esta. Se trata de una organización muy veterana, pues cuenta con 75 años, que a lo largo de ese tiempo ha ido integrando diversas tipologías de universidades (politécnicas, colegios universitarios), hasta llegar a 196 miembros. 

SCONUL mantiene una línea de trabajo constante sobre los espacios bibliotecarios, como por ejemplo con los Library Design Awards, nacidos en 1973 y que tienen lugar cada tres años. No se trata de un premio arquitectónico stricto sensu, sino que «su objetivo es fomentar las buenas prácticas en la planificación y el diseño de bibliotecas y reconocer los ejemplos más destacados de diseño vanguardista. Los premios se otorgan en función del diseño funcional de los edificios y su carácter transformador, más que por sus méritos puramente arquitectónicos». (SCONUL, s.a.)

Con estos antecedentes surge este estudio, que se inscribe en una corriente de preocupación por la evolución de los espacios, compartida por las bibliotecas académicas de todo el mundo. Por ejemplo:

  • El último informe de tendencias en bibliotecas universitarias de la ACRL (2024), señalaba los espacios de forma directa en cinco tendencias (Disrupting and Reconceiving Collection Practices; Post-pandemic Workplace and Hybrid Work Environments; Makerspaces and Tech Spaces; Supporting Student Well-being Post-pandemic); y como necesidad añadida en otras dos (AI and AI Literacy; Open Pedagogy and Instructional Design). Esto es, en un total de 7 de 10 tendencias.
  • New Model Library,  de OCLC (Connaway, et al., 2021)1 constató la importancia permanente e incluso renacida de los espacios como consecuencia de la pandemia. La misma organización, a través de otro informe basado en encuesta (Redefinir la experiencia bibliotecaria, Connaway, et al., 2023), señalaba que las bibliotecas ofrecerán cada vez más sus espacios como un servicio.

  • Además, REBIUN dedica una de sus áreas de la actual Línea 1 de su V Plan Estratégico a los espacios,2 siguiendo el camino señalado por las últimas Jornadas CRAI de 2023. 

Esta propuesta de SCONUL muestra buenas prácticas de desarrollo de espacios bibliotecarios académicos de su ámbito. Se puede decir que sigue la línea de las publicaciones del LIBER Architecture Working Group,3 pero centrándose en espacios mejorados a través de la tecnología y con un carácter menos descriptivo, dirigido a señalar los beneficios y dificultades de estas transformaciones. En otras palabras, no se trata de planos detallados ni de exhaustivas listas de equipamientos, sino de presentar qué se ha implementado, por qué, sus limitaciones y sus resultados. 

El estudio tiene el objetivo de responder a la cuestión ¿Cómo es una biblioteca académica moderna? Para hacerlo se recogen una serie de espacios innovadores en cuanto a su diseño y ejecución. Son lugares que proporcionan acceso a los últimos equipos tecnológicos, tanto de hardware y software, en laboratorios multimedia y espacios de creación (makerspaces y similares). 

Igualmente, se pretende proporcionar ejemplos inspiradores para conseguir el apoyo en el desarrollo de estos nuevos espacios que, obviamente, suponen un alto costo para las arcas de las universidades. 

Los distintos casos se orientan a necesidades específicas de cada centro, pero se pueden generalizar algunas líneas de trabajo comunes: 

  • Tecnología usada con un fin. La tecnología se considera una herramienta, no una finalidad en sí misma. Se implementa para apoyar la misión y objetivos de la universidad. Citando la propia web del informe, «el desarrollo de estos espacios está alineado con la misión pedagógica de las instituciones anfitrionas, proporcionando nuevos enfoques para la creación de conocimiento, alimentando la creatividad, apoyando las humanidades digitales y fomentando el desarrollo de habilidades de alfabetización digital para apoyar los estudios, la investigación y la futura empleabilidad». 

  • Tecnología variada. Aunque sobre todo se presentan espacios de creación, también vemos otros usos de la tecnología. 

  • Colaboración con otras unidades. Muchos de los proyectos han sido desarrollados de forma conjunta con diversos departamentos, como servicios TIC, humanidades, etc., reforzando la ya añeja idea de la convergencia de servicios y de la biblioteca como punto central de la misma. 

  • Gestión del cambio. Relacionado con lo anterior, destacan los retos operativos que han supuesto estos proyectos: manejo y préstamo del equipamiento, mantenimiento, formación del personal y búsqueda de vías de financiación. 

  • Sostenibilidad. Aunque la sostenibilidad ambiental apenas es tratada, la económica aparece repetidamente.  

  • Adaptabilidad de los espacios. Bien en la operativa del día a día, bien de cara a evoluciones futuras.  

  • Inclusión. Se ha trabajado en asegurar la inclusividad de los nuevos espacios, tanto desde un punto de vista físico como funcional o académico.  

  • Creación de comunidades. Se refuerza el aspecto de la biblioteca como punto de encuentro y creadora de un espacio para todos, ayudando en la creación de comunidades.  

  • Evaluación e impacto. Se mide el impacto, con retroalimentación directa, documentación de casos u otros medios. Por ejemplo, en Cork se recibió un premio de la institución. 

  • Personal. La capacitación, provisión y variable entusiasmo del personal supone una constante, aunque normalmente se ha resuelto con aparente éxito.  

Los casos analizados son bastante numerosos y no ha lugar a reseñarlos en profundidad, pero se podría destacar: 

  • Digital Maker Space de la University of Exeter. Proyecto originalmente externo a la biblioteca, se vio clara la lógica de su integración en la misma. Se destaca su papel en la creación de lazos comunitarios, pero también dificultades de dotación de personal y de su formación. Se integran los nuevos servicios en los procesos anteriores.  

  • Digital Scholarship Studio del University College Cork (UCC). Interesa su apuesta por reequilibrar el espacio para la mejora del uso de las colecciones digitales e impresas. Proporciona infraestructura y personal especializado para el desarrollo de habilidades digitales, producción de contenidos y proyectos de humanidades digitales. En esto, también es interesante su vinculación con el aprendizaje de las competencias digitales desde la biblioteca.   

  • Maynooth University. Aprovecharon el éxito de su makerspace de 2015 para crear uno más completo. como un nuevo laboratorio multimedia. Es realmente reciente, inaugurado en la primavera de 2025. Se puede destacar que se planificó basándose en la experiencia previa y colaborando con otras unidades. 

  • School of Advanced Study, University of London. Este makerspace se centra en las Humanidades Digitales y está instalado fuera de la biblioteca, algo que no parece lo más deseable. Su ubicación en un edificio histórico y protegido ha dificultado su diseño.  

  • University of Winchester. La renovación, prevista para verano de 2015, de la Martial Rose Library busca pasar de ser un contendor de colecciones a un espacio tecnológico de aprendizaje de competencias que ayuden al alumnado en su futuro. La biblioteca incorpora entornos que simulan espacios profesionales, tecnologías inmersivas y áreas de bienestar estudiantil.  

  • The Edge de la University of Limerick. Destaca a primera vista su sistema robotizado de gestión de depósitos. También la voluntad de tener los espacios al día y estando atentos para ello a los ejemplos internacionales. 

  • Lancaster University. Se habla de cinco espacios altamente tecnológicos diferentes dentro de la biblioteca, proporcionando servicios a toda la comunidad y entendiendo lo digital y lo físico como una única cosa.  

  • uCreate Studio de la University of Edinburgh. Desde su origen en 2016, el espacio enfatiza la mejora de la empleabilidad del alumnado, pero quiere dar servicio a toda la universidad. La idea es mejorar la oferta de servicios como una extensión de los tradicionales.  

  • Immersive Learning Centre en Birkbeck, University of London. Previsto para otoño de 2025, se sitúa dentro y junto a la biblioteca con personal propio y externo. Desea complementar el aprendizaje realizado en las aulas incorporando el aprendizaje inmersivo mediante realidad virtual. El único proyecto con unos escuetos croquis.  

En definitiva, los ejemplos recolectados en este estudio pueden servir de inspiración para desarrollar proyectos propios. Señalan un camino de desarrollo de las bibliotecas académicas que refuerzan su labor ante la comunidad universitaria, ayudan a integrarlas en los objetivos de sus instituciones y permiten desarrollar lazos con otras unidades de la misma. 

No obstante, no podemos engañarnos: son proyectos complejos, costosos y con una obsolescencia bastante rápida, algo que afecta a su financiación. También preocupa el impacto sobre las plantillas. Estas mismas razones no impidieron en otro tiempo las profundas añaden una dificultad en la actualidad. 

Por otra parte, puede surgir la duda de si de verdad esta es la Modern library. En el estudio no sólo aparecen makerspaces y laboratorios de humanidades digitales, pero centran la mayoría de los proyectos. A estas alturas está universalmente aceptado que las bibliotecas universitarias dispongan de espacios de creación, algo que aparece prácticamente desde el origen de las bibliotecas públicas anglosajonas. Desde siempre han intentado incorporar la última tecnología para apoyar en sus objetivos, pero no parece lógico que la biblioteca moderna se circunscriba únicamente a tales espacios y servicios que, por otra parte, puede ser discutible que sean propios de la biblioteca en algunos casos. Resulta en esto significativo el ejemplo de Exeter o de la University of London. 

Las bibliotecas académicas ayudan a la creación de conocimiento y al aprendizaje mediante sus recursos y, en esto, son el entorno adecuado para tales servicios, pero no deben meramente suplantar el espacio propio de laboratorios, sino ofrecer un valor añadido. Deben tener esa bibliotecidad, ser reconocibles como bibliotecas. Limerick y Cork se ocupan claramente de conseguirlo, mientras que en otros casos, como Edimburgo o Maynooth, parece que ya lo ven como algo consustancial a su centro, al tener un maker de éxito desde hace años.  

La tecnología es indispensable para la biblioteca, que ha ido evolucionando en paralelo a la misma. Tanto con las tecnologías de la información, desde los manuscritos a la digitalización, como con otras que también han permitido que existan las bibliotecas como las conocemos (electricidad, técnicas constructivas, etc.). No sabemos si el título de modern library es un homenaje a esta denominación ya usada en el pasado para las bibliotecas públicas que supusieron una ruptura. No lo parece, pero está claro que las tecnologías se irán incorporando y modificando espacios y servicios, creando una nueva biblioteca moderna en cada época.  

Notas 

Referencias 

ACRL Research Planning and Review Committee. (2024). «2024 Top Trends in Academic Libraries: a review of the trends and issues». College & Research Libraries News, vol. 85, nº 6. <https://crln.acrl.org/index.php/crlnews/article/view/26379/34322>. [Consulta: 04/08/2025]. 

Connaway, L. S.; Cantrell, J.; Gallagher, P.; Langa, L. A.; & Rodriques, C. (2023). Redefining the library experience: Findings from the 2023 OCLC Global Council Survey. OCLC Research. <https://www.oclc.org/research/publications/2023/redefining-library-experience.html>. [Consulta: 04/08/2025]. Versión en castellano: https://www.oclc.org/content/dam/oclc/publications/global-council-survey/2023/Redefinirlaexperienciabibliotecaria-ES-A4.pdf. [Consulta: 04/08/2025]. 

Connaway, L. S.; Faniel, I. M.; Brannon, B.; Cantrell, J.; Cyr, C.; Doyle, B.; Gallagher, P.; Lang, K.; Lavoie, B.; Mason, J.; & van der Werf, T. (2021). New Model Library: Pandemic Effects and Library Directions. OCLC Research. <https://doi.org/10.25333/2d1r-f907>. [Consulta: 04/08/2025]. 

SCONUL (2025). Library Design Awards. <https://www.sconul.ac.uk/services-for-members/library-design-awards/>. [Consulta: 04/08/2025]. 

 

© Imagen inicial generada con inteligencia artificial (DALL·E, OpenAI).

¿Construimos colecciones juntos? (y 3) Modelos de negocio y gobernanza

Santi Balagué i Linares
Equipament GEPA
Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC)
@clascamoll


Bergstrom, Tracy; Rieger, Oya Y.; Schonfeld, Roger C. (2024). Governance and business models for collaborative collection development. Ithaka S+R. 64 p. Disponible en: <https://sr.ithaka.org/publications/governance-and-business-models-for-collaborative-collection-development/>. [Consulta: 21/09/2024].


Introducción
¿Cómo se inician, evolucionan y se mantienen a lo largo del tiempo las colaboraciones entre bibliotecas centradas en el desarrollo de colecciones? En un entorno donde los recursos académicos evolucionan constantemente y las necesidades de los usuarios son cada vez más complejas, las bibliotecas universitarias se enfrentan al reto de garantizar el acceso a información relevante y de calidad, siendo la colaboración entre instituciones una estrategia clave para afrontar estos retos. El estudio Governance and business models for collaborative collection development comparte conocimientos de ocho asociaciones de bibliotecas para explorar las características de gobernanza y de negocio de iniciativas de desarrollo de colecciones colaborativas. 

Un (extenso) manual sobre conocimiento abierto

Ángel Borrego
Facultat d’Informació i Mitjans Audiovisuals
Universitat de Barcelona (UB)


Scholarly communication librarianship and open knowledge (2023). Maria Bonn, Josh Bolick and Will Cross (eds). Chicago: Association of College and Research Libraries. XV, 512 p. Disponible en: <https://bit.ly/SCLAOK>. [Consulta: 10/04/2023]. 


Este amplio manual (512 páginas) es el resultado del esfuerzo para elaborar un libro de texto en acceso abierto sobre comunicación científica que resulte útil a alumnado y profesorado de biblioteconomía y documentación. Desde el prefacio, los autores exponen que su objetivo es que el libro sea adoptado como obra de consulta en asignaturas sobre comunicación científica y por personal de bibliotecas universitarias que desee ampliar sus conocimientos sobre el tema.

El libro se estructura en tres partes. La primera se organiza en cinco capítulos que ofrecen algunas definiciones y una introducción a las presiones económicas, tecnológicas, sociales, políticas y legales que configuran el trabajo en comunicación científica en bibliotecas universitarias.

Disponibilidad en acceso abierto de la producción científica de las universidades españolas y del CSIC

Ángel Borrego
Facultat d’Informació i Mitjans Audiovisuals
Universitat de Barcelona (UB)


Aguilera, Begoña; Casaldàliga, Anna; Losada, Marina; Marset, Lola; Melero, Remedios; Ortiz, Eva; Rodríguez, Encarnación; Rovira, Anna (2023). Medición del acceso abierto en las universidades españolas y el CSIC (2018-2022). REBIUN. (Estudios e informes). Disponible en: <https://hdl.handle.net/20.500.11967/1346>. [Consulta: 23/02/2024].


En los últimos años, REBIUN ha elaborado dos informes al objeto de medir la disponibilidad en acceso abierto de la producción científica de las universidades españolas y del CSIC. En 2023, el Subgrupo de Acceso Abierto de REBIUN ha actualizado esos datos con un nuevo análisis de la evolución del acceso abierto a los documentos publicados entre 2018 y 2022.

A nivel metodológico, la principal novedad de este trabajo respecto a ediciones anteriores es el uso de OpenAlex como fuente de los datos. OpenAlex, cuyo nombre alude a la biblioteca de Alejandría, es un catálogo abierto y gratuito de documentos científicos, investigadores, revistas, instituciones, temas, editoriales y agencias de financiación, así como de las conexiones que se establecen entre esas entidades. A pesar de que su lanzamiento es relativamente reciente, en enero de 2022, el producto se ha consolidado como fuente para la elaboración del CWTS Leiden Ranking Open Edition y diversas instituciones francesas, como el CNRS, La Sorbonne o el Ministère de l’Enseignement Supérieur et de la Recherche han anunciado su adopción como fuente de información alternativa a Scopus y Web of Science.

Evaluar el impacto de las bibliotecas de investigación

Núria Casaldàliga
Directora del Servei de Biblioteques
Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)


Baughman, Sue; Brillat, Ava; Daines, Gordon; Davis, Greg; McReynolds, Stephanie JH; Roller, Margaret (2023). Building a community of assessment: final report of the Research Library Impact Framework pilot initiative. Washington, DC: Association of Research Libraries,. 73 p. Disponible en: <https://doi.org/10.29242/report.rlif2023>. [Consulta: 27/11/2023].


Las bibliotecas universitarias tienen tradición en el ejercicio de evaluar la calidad y el impacto que producen en las comunidades e instituciones de las que forman parte, tanto por su voluntad de dejar constancia del valor que aportan, como para identificar las necesidades de los usuarios o mejorar la eficiencia y la eficacia de los servicios que ofrecen o bien, en otras ocasiones, para justificar la inversión y la financiación necesaria para mantener la calidad del servicio.1 

En el caso de las bibliotecas norteamericanas, la Association of Research Libraries (ARL) en 2017 inició un proceso de evaluación interno para alinear la asociación con los objetivos y necesidades de sus socios, las bibliotecas y archivos de investigación. Una de las actuaciones fue poner en marcha la iniciativa Research Library Impact Framework (RLIF), para ayudar a los miembros de la ARL a comunicar el impacto y el alineamiento de las bibliotecas de investigación con la misión y los objetivos de las instituciones de las que forman parte. 

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