Collboni, una alternativa con mochila que se lanza a las redes

El candidato del PSC Jaume Collboni, que ha gobernado con Ada Colau durante cuatro años, conquista las redes sociales para no perder por tercera vez en las elecciones municipales.

Vitalina Koshevaya

Collboni empieza cada día con saludos a los ciudadanos de Barcelona a través de una historia en Instagram. Su agenda está llena de todo tipo de eventos, desde actos propios de la precampaña hasta encuentros con vecinos y vecinas de la ciudad, sin descanso, ni siquiera los fines de semana. El candidato del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) tiene 53 años y se presenta por tercera vez a las elecciones municipales a la alcaldía de Barcelona. 

El 23 de enero, a primera hora de la mañana, Jaume Collboni envió un mensaje de WhatsApp a la alcaldesa Ada Colau. Le anunciaba su decisión de abandonar el Ayuntamiento. Aquel día dejó vacante su acta de regidor y su puesto de primer teniente de alcalde de Barcelona para centrarse en la campaña electoral y “explicar su proyecto con más libertad”, como aclaró después en la rueda de prensa del PSC. Los compañeros del partido lo apoyaron, pero su ex socia Ada Colau, con quien trabajó cuatro años, consideró aquella decisión “poco seria” e “irresponsable”. 

Desde entonces, ni la vida real de Jaume Collboni, ni sus redes sociales están libres de crítica por cómo está la ciudad ahora. En una sala del Centro Cívico de Urgell, en pleno encuentro con los vecinos de Eixample, se levanta un hombre de unos setenta años. Collboni le da el micrófono y abre su libreta roja con el logo del partido PSC para tomar apuntes.

– Usted promete mucho y hace poco. Ustedes viven como reyes en el Ayuntamiento. ¿Está claro?

– Más claro imposible – responde Collboni entre las risas de los vecinos– ¿Alguna pregunta concreta, señor?

El hombre mayor se acerca y lo señala con el dedo, mientras lo acusa sin parar de que Barcelona esté sucia, de que no finalicen las obras en Eixample y de que no se mejoran las condiciones para los jubilados. Jaume Collboni da un paso atrás sin perder el contacto visual con el hombre. Mordiéndose los labios, el candidato del PSC escribe un par de líneas en su libreta.

– Muy bien – pronuncia Collboni varias veces para cortar al hombre y le pide devolver el micrófono.

Es muy raro que en los encuentros de este tipo aparezca gente joven. Collboni activó sus redes sociales con ese objetivo: acaparar el público juvenil. Ahora, todos sus pasos se pueden observar allí. Tiene un equipo responsable de las redes, pero admite que muchas veces él mismo gestiona el contenido y lee comentarios o mensajes directos de sus seguidores. La única red que el candidato prefiere no usar y delegar su actualización es el Twitter, espacio al que define como  “muy tóxico”. 

Su red favorita es Instagram, la considera “muy amable y personal”. Cada día publica por lo menos 5 historias sobre su día. Se expone para que la gente pueda sumergirse en su vida cotidiana como candidato a la alcaldía. Las historias están agrupadas en su cuenta de Instagram por distintas categorías: encuentros con los barceloneses y los políticos, próximos eventos de la precampaña y materiales de los medios de comunicación. Collboni es acompañado en todos los eventos en los que participa por un fotógrafo, para que sus seguidores puedan ver qué está pasando en directo o unos minutos después.

Además, el alcaldable por el PSC aparece de manera frecuente en Tik Tok. Allí publica videos con los momentos más destacados de las ruedas de prensa, exposiciones y encuentros que visita. También explica su programa electoral, hablando en frases cortas y sencillas delante de la cámara o a veces bailando al son de las tendencias musicales.

Sin embargo, casi todos los comentarios debajo de los videos están llenos de crítica o de insultos no sólo de su candidatura, sino también del PSC. Los usuarios acusan a Collboni de colaborar con Ada Colau y, en consecuencia, empeorar las condiciones de vida en Barcelona y perder su confianza.

Jaume Collboni se ha acostumbrado a recibir críticas de sus acciones en los últimos meses. “La crítica forma parte de la política, por eso no la tomo como algo personal”, argumenta el ex primer teniente. En consecuencia, la mirada de Collboni no se posa en sus detractores, sino en los vecinos, socios y ex compañeros de trabajo que lo reciben en cada acto, entre besos y fuertes aplausos,  al grito de “¡Alcalde!”.