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¿Cómo podemos valorar la preparación de los bibliotecarios?

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José Antonio Moreiro González
Universidad Carlos III de Madrid


Brettle, Alison; Maden, Michelle (2015). What evidence is there to support the employment of trained and professionally registered library, information and knowledge workers?: a systematic scoping review of the evidence. Manchester: University of Salford: CILIP. 87 p. Disponible en: https://www.cilip.org.uk/sites/default/files/documents/value_of_trained_.... [Consulta: 11/03/2017].


La desorientación que causa la cambiante realidad en la que actúan los profesionales de la información, principalmente los bibliotecarios, hace necesaria la indagación permanente en su capacitación para enfrentarse a las tareas que les corresponden. A ello viene a contribuir este informe de un proyecto de investigación financiado por CILIP (The Chartered Institute of Library and Information Professionals) y cuyo objetivo busca identificar las certezas sobre las que se fundamenta la selección adecuada de los profesionales mejor cualificados, por lo tanto, acreditados competencialmente y certificados académicamente, para los diferentes empleos del sector. Las evidencias se identifican, analizan y clasifican a partir de una rigurosa revisión de la correspondiente literatura publicada en inglés.

La metodología es la propia de un estudio que se propone identificar, analizar y organizar el conocimiento de las obras existentes sobre un asunto. Por lo que se detallan los sectores de actividad atendidos, acordados previamente con CILIP.

El proceso seguido se expone en cada uno de los pasos dados: se identifican las bases de datos consultadas y los recursos encontrados en ellas, principalmente artículos científicos, pero también tesis doctorales y monografías. Igualmente se declaran los términos y la estrategia de búsqueda, junto a los criterios de criba de las obras encontradas por los que se decidió incluirlas o excluirlas en el muestrario final. Asimismo, se explica el modelo de representación de los datos aplicado a los 135 estudios seleccionados mediante ocho elementos determinantes de su identificación, clasificación y contenido.

El informe aborda el estado de la cuestión de forma original. Huye de la rutinaria yuxtaposición enumerativa de una obra tras otra, frecuente en las recolecciones bibliográficas. Lo evita haciendo primero una exposición sobre los hallazgos para cada una de las clases de bibliotecarios a las que atiende: de bibliotecas públicas; escolares; de Ciencias de la Salud y de universidad. Dejando la parte descriptiva de las fuentes manejadas para los anexos. De forma que consigue una exposición reflexiva en el discurso del cuerpo del texto, sin olvidar la constatación de los recursos aducidos que deja para el final, como un bis añadido en un concierto. Consigue así aportar toda la información necesaria sin caer en el aburrimiento de un análisis repetitivo en su formato. De manera que muchos de los aspectos del proceso seguido, así como de los resultados más descriptivos de cada una de las obras estudiadas, se detallan después en los apéndices del anexo.

De cada una de las cuatro grandes subdivisiones establecidas se ofrece una visión de conjunto, de la que se destacan los estudios a tener más en cuenta y las razones para hacerlo. Se completa además con una propuesta de la contribución social y técnica de los bibliotecarios correspondientes a esa subdivisión, para acabar fijando las áreas de investigación a impulsar. Todos estos apartados se componen mediante citas extractivas con los párrafos más notorios de las obras seleccionadas.

Los resultados reflejan que las evidencias buscadas sólo se pueden observar de forma particular dentro del sector en el que trabajan los bibliotecarios. Comprobándose la premisa hipotética de la complejidad de los diferentes servicios o intervenciones que realizan estos profesionales. Pues parece que los bibliotecarios contribuyen más a resolver las incidencias que van surgiendo en su actividad, en preferencia a poderse establecer que ninguna de ellas les sea directamente atribuible. Al tiempo que se precisan las lagunas temáticas que ofrece el repertorio, junto a las fortalezas y debilidades del método seguido.

La bibliografía alcanza casi las 150 referencias. Prácticamente todas ellas se analizan con mayor detalle después, en el tercer apéndice de los anexos.

Los anexos, desarrollados a partir de la página 32, son muy amplios. Ocupan más de la mitad del informe. Su extensión está justificada por reproducirse en ellos el análisis detallado de las obras contribuidas. Se componen de cuatro apéndices:

  • El primero, sobre los recursos de información buscados en las bases de datos: LISA, WOS, Business Search Premier, MEDLINE, LISTA, Ethos, Cinahl y ERIC, indicándose sus sitios web de enlace.
  • El segundo, determina las estrategias de búsqueda seguidas al realizar las consultas en cada una de las bases de datos.
  • El tercero, el más amplio y sustancial, presenta las tablas de evidencia en las que clasifica las obras estudiadas de acuerdo con su atención a los bibliotecarios que trabajan en bibliotecas públicas (15 entradas); bibliotecarios escolares (14 entradas); bibliotecarios de Ciencias de la Salud (47 entradas) y bibliotecarios de universidad (49 entradas). El análisis de las entradas correspondientes a cada una de estas clases se muestra dentro de unas tablas ordenadas alfabéticamente por el apellido del autor, junto a la fecha de publicación. Lo que facilita la identificación completa de cada trabajo en la bibliografía precedente. Además, el análisis del contenido de cada registro responde a unos apartados explicitados: objetivo del estudio; indicación de los resultados; tipo de estudio y principales aportaciones.
  • Finalmente, se presenta un esquema conceptual sobre la contribución profesional de los bibliotecarios de Ciencias de la Salud.

En definitiva, el informe es una aportación valorativa de la preparación de los bibliotecarios, cuyo diferente perfil de actuación debe de equilibrar las habilidades adquiridas mediante una formación académica contrastada con una visión técnica aplicada a los diferentes procesos profesionales, si se busca la competitividad y el buen rendimiento de los bibliotecarios, así como de los centros en los que trabajan.

Sin duda, el informe es una aportación valiosa respecto a las fuentes que reflejan la actualización de las competencias y habilidades en cuatro sectores fundamentales de actividad bibliotecaria. A la vez que se ofrece como guía para fundamentar las investigaciones subsiguientes y para acertar a la hora de abordarlas metodológicamente. Pues los bibliotecarios necesitan determinar los resultados que son relevantes para cada uno de sus grupos de interés y proporcionar las pruebas que demuestran estas necesidades.