Candela Ollé
Estudis de Ciències de la Informació i la Comunicació
Universitat Oberta de Catalunya
Gardner, Tracy; Inger, Simon (2016). How readers discover content in scholarly publications: trends in reader behaviour from 2005 to 2015. Abingdon: Renew Training. ISBN 978-0-9573920-4-5. Disponible en: http://www.simoningerconsulting.com/papers/How%20Readers%20Discover%20Co... [Consulta: 24/05/2016]
Los datos y estadísticas que tienen los editores y bibliotecarios solo son una parte del complejo mapa de navegación que dibujan los usuarios a la hora de buscar información –muchas veces estos datos permanecen ocultos y no se comparten. Además, debe sumarse la caja negra de datos de los grandes motores de búsqueda (Google y Google Académico). Así que, para conocer con más detalle y exactitud cómo los lectores buscan y localizan contenidos y consecuentemente orientaciones de los modelos de servicios para los usuarios, una buena opción es preguntarles directamente.
La cuarta edición de la encuesta, correspondiente al 2015, (previamente se hicieron en 2005, 2008 y 2012), nos permite ver la evolución y tener una comparativa a lo largo de una década. En esta última oleada, se han incorporado algunas preguntas relativas a los libros electrónicos para ampliar el conocimiento del comportamiento informacional en este ámbito.
Me parece interesante proponeros una inversión del orden de lectura del informe, que aunque supera las 60 páginas, básicamente lo integran diagramas de barras y, por lo tanto, vosotros mismos extraeréis las conclusiones. Creo que entenderéis rápidamente porqué os propongo el cambio e ir directamente a conocer cuál es la metodología utilizada y cómo se ha obtenido la muestra. Así pues, leed primeramente el bloque 8. No quiero quitar importancia ni relevancia al estudio pero creo que es cuestionable –y es el punto débil– utilizar una muestra no representativa basada en listas de contactos facilitadas por las plataformas editoriales que se analizan en el informe mismo, desde mi punto de vista una muestra de conveniencia. Sería necesario ser más rigurosos cuando el estudio es de alcance internacional y con resultados extrapolables; remarco este aspecto ya que implica una interpretación con cautela de los resultados.
Después de la metodología considero interesantes los bloques 4, 5, 6 y 7, sobre todo los dos últimos: “Dispositivos móviles y apps” y “Características del espacio web de las revistas”. Son relativamente breves en comparación con el núcleo del estudio pero si hay una edición posterior debería poner el foco en estos aspectos y profundizar más en las redes sociales (métricas, opciones de compartir contenidos, etc.) que ya están incorporadas en el cuestionario –aunque el acceso vía dispositivos móviles es bajo (10 %) ha ido aumentando los últimos años.
En el cuestionario han participado más de 40.000 personas y se ha considerado un amplio abanico de variables: sectores, países, roles académicos, corporativos, y diferentes niveles de ingreso nacional, y diferentes campos y disciplinas, entre otros.
¿Dónde empieza el trayecto cuando un investigador, estudiante o bibliotecario busca artículos?
Hay muchas variaciones en el comportamiento de búsqueda según el sector, región, tipo de trabajo, disciplina y también se han producido cambios a lo largo de la década analizada, y las tendencias y patrones deben considerarse sin perder de vista las necesidades de los usuarios y su satisfacción. Por ejemplo, un proveedor de contenido internacional o una biblioteca tiene una labor desafiante, dado que no puede seguir las "mejores prácticas" de otra institución sino que debe examinar qué conjunto de necesidades son de la mayor importancia para sus propias comunidades de usuarios, y la mejor manera de satisfacerlas.
El informe revela un aumento global significativo en el uso del editor de sitios web como punto de partida para búsquedas de artículos de revistas sobre un tema específico (tabla 4), así como una tendencia general a la baja de búsquedas en la plataforma, con una proporción cada vez más grande del tránsito procedente de un tercero, como es la red. Las tablas detallan también los otros espacios de búsqueda que, en conjunto, suman más tránsito de búsqueda que las plataformas y, por lo tanto, Google Académico ha de considerarse más allá de una estrategia de visibilidad.
Alguna de las necesidades específicas, en este caso de los químicos, expresa que se enfrentan a un "alud" de artículos relevantes, y están luchando por mantener el conocimiento actual en su campo y, por lo tanto, están buscando mecanismos de actualización permanente mejorados, y no estar al día con una selección de revistas preferidas. A nivel global, el informe confirma un descenso del uso de las TOC (table of contents) y apunto que sería interesante estudiar la creación de apps para dar respuesta a estas necesidades.
Los académicos de Asia, África y América del Sur dan la misma importancia a las webs de los editores, de los motores de búsqueda académicos y las bases de datos bibliográficas, en cambio en Europa y los Estados Unidos los espacios web de los editores son considerados menos importantes que los otros dos. Los resultados del 2015 indican que solo el sector académico prefiere Google Académico y Google por lo que a los motores de búsqueda se refiere.
Para apuntar algún resultado referente a los libros electrónicos, estos muestran algunas diferencias significativas en comparación con las revistas. En las respuestas relativas al ámbito académico, las páginas web de la biblioteca, herramientas de descubrimiento, y los motores de búsqueda a duras penas superaron los motores de búsqueda web general situados en la primera posición, y las librerías en línea como Google Books y el Kindle de Amazon en la tercera posición (tabla 31).
En total, son más de 50 tablas con muchos datos por interpretar, que plasman en el papel la enorme diversidad en el acceso a la literatura, variaciones según la edición de la encuesta, según el perfil de usuario, de su procedencia geográfica, de la especialidad, de los ingresos, entre otros.
Para cerrar la reseña os dejo con esta cita:
“Librarians behave quite differently to everyone else in search, preferring professional search databases and library-acquired resources. This may point to a significant gap between what librarians recommend, and how their patrons behave”.