La jubilación de profesionales genera nuevas oportunidades laborales en el ámbito ByD en Australia

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Daniel Gil Solés
Biblioteca de Il·lustre Col·legi d'Advocats de Reus
Biblioteca de Il·lustre Col·legi d'Advocats de Tortosa
Presidente del Col·legi Oficial de Bibliotecaris-Documentalistes de Catalunya

Australian Library and Information Association. ALIA LIS Education, Skills and Employment Trend Report 2015. Canberra: ALIA, 2015. Disponible en: https://www.alia.org.au/sites/default/file/LIS%20Education%20Skills%20an... [Consulta: 30 de septiembre de 2015]


En 2014 la ALIA, la Australian Library and Information Association, inició la publicación anual de un informe de tendencias, esta vez centrado en la educación, las habilidades y los conocimientos, y la ocupación laboral en el ámbito de la Biblioteconomía, la Documentación y la Información. En el informe del 2014, la ALIA quería ofrecer y generar una foto fija del panorama educativo y laboral a los profesionales del sector de toda Australia. Ahora, en el informe del 2015, se han actualizado datos y, además y lo que es más importante, se puede empezar a entrever tendencias de futuro en la industria ByD que muchas veces quedan escondidas, pero que están subyacentes. Este informe puede ayudar a detectar estas tendencias y convertirse en una herramienta muy valiosa para los profesionales australianos… y también, por qué no, para los profesionales catalanes y españoles.

Australia no se salva del nuevo cambio de paradigma laboral que estamos viviendo y sufriendo en las sociedades occidentales, y aunque en el informe la ALIA detecta un cierto optimismo laboral en el sector para los próximos cinco años, el horizonte laboral y la situación del mercado de trabajo en ByD continuará siendo muy difícil, complicado y nebuloso. De hecho, se ha detectado que en el período 2009-2013 el número de puestos de trabajo de biblioteca se redujo en un 23%, y los puestos de técnico de biblioteca experimentaron una reducción de un 4%; no obstante, se apreció un aumento de un 9% en los puestos de trabajo de auxiliar de biblioteca. La regeneración de profesionales séniors que se jubilan por otros de júniors que empiezan parece que, según la ALIA, está proporcionando nuevas oportunidades de trabajo a los nuevos graduados. En Australia hay unos 30.000 bibliotecarios sobre 11,5 millones de personas ocupadas (tan solo un 0,2% de la fuerza laboral del país). Estos porcentajes, para la ALIA, demuestran claramente que las empresas australianas están reclutando personas y profesionales ByD sin ninguna titulación específica en nuestro ámbito. Eso sí, el nivel de paro de los profesionales ByD se mantuvo por debajo de la media del resto de ámbitos profesionales. Precisamente, uno de los objetivos de la ALIA es hacerse presente en el colectivo de trabajadores ByD no cualificados para que se formen en  nuestro ámbito, y obtengan cualificaciones adecuadas a nuestro sector, y así tener una mejor comprensión del entorno profesional en que se mueven.

Y esto nos lleva al segundo ámbito importante que estudia el informe, el de la educación. La ALIA ha detectado también un descenso en tres indicadores principales. Entre el 2012 y el 2015, se ha pasado de 30 a 24 instituciones acreditadas por la ALIA; de 49 a 33 cursos acreditados; de 4.809 a 4.413 estudiantes. Unas cifras que se traducen en tan solo un 0,2% de los estudiantes de la FP y un 0,1% de los estudiantes totales de la educación superior. Cifras modestas, sin duda, y que apuntan, además, a una tendencia cuantitativa a la baja. El sistema educativo australiano acreditado por la ALIA genera cada año hasta 1.800 nuevos profesionales graduados, que inician la búsqueda activa de trabajo. El estudio apunta además que, en los últimos años, en Australia se han vivido cambios importantes en el sistema TAFE (Technical and Further Education), lo que ha comportado una extrema vulnerabilidad de la formación en ByD. Además, en Australia existe también una Formación Profesional (VET, Vocational Education and Training) específica en ByD que ofrece certificados de tipo II, III y IV. No obstante, es importante remarcar que a pesar de este descenso notable en la cantidad de formación en ByD al alcance de los profesionales australianos, este colectivo tiene un nivel educativo significativamente más elevado en comparación con otros profesionales. En concreto, sobre un 60% de los bibliotecarios y bibliotecarias de Australia tenía un grado o un postgrado, en comparación con un escaso 9% en otras profesiones. Además, hasta un 69% de los profesionales ByD de Australia tenían cualificaciones relacionadas con el ámbito bibliotecario. Parece, pues, que a pesar de tener menos oferta educativa en su ámbito que en 2014, los profesionales de las bibliotecas australianas continúan teniendo una mayor formación académica que el resto de profesiones.

Pueden establecerse algunas conclusiones. La primera y más clara es que la jubilación de profesionales ByD en Australia de generaciones del baby boom está ofreciendo nuevas perspectivas y oportunidades laborales a las nuevas generaciones de profesionales. No obstante, estas nuevas generaciones se están encontrando con algunas barreras, en Australia así como también en Catalunya y en nuestro entorno geográfico más inmediato. Apuntamos tres: la primera, la no reposición de las jubilaciones, especialmente en el ámbito público y fruto de las restricciones presupuestarias generalizadas. La segunda, la tendencia, ya apuntada en el informe de la ALIA, a reclutar candidatos sin cualificaciones específicas en ByD, aun teniendo que afrontar tareas y ofrecer servicios de primera línea; un aspecto que podrá verse agravado en nuestro ámbito por las nuevas leyes de servicios profesionales provenientes de Europa, que acentuarán la desregulación profesional y de titulaciones en todos los sentidos. Y la última, y como consecuencia de las dos anteriores, podemos vernos empujados a una cierta precarización laboral en ByD, con sueldos más bajos y excesivas externalizaciones que creen personal laboral de primera (con contrato fijo) y de segunda (freelance, contratos temporales, etc.). Para evitar llegar hasta este punto es preciso, sin duda, una acción coordinada de todos los principales agentes ByD (escuelas, facultades, bibliotecas, bibliotecarios y asociaciones profesionales). La innovación educativa, formativa y académica se apunta como una herramienta para poder superar estas barreras. Revertir esta tendencia y conseguir mantener estándares de calidad educativa, laboral y profesional es responsabilidad de todos nosotros.