
Filólogo y editor
Anta, José Manuel; Abril, Luis; Gálvez, Ismael; Mellado, Arantxa. Libro blanco de la distribución POD [en línia]. [Madrid]: Fande (Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones), 2024. 45 p. <https://www.podiprint.com/wp-content/uploads/2024/10/interactivo_BLANCO_.... [Consulta: 21.4.2025].
¿Cuál es vuestra opinión sobre la distribución POD (print on demand, impresión bajo demanda)? Esta es la cuestión que se nos plantea en esta reseña a demanda.
La época digital (¿debemos llamarla era?) ha trastocado el ámbito del libro como probablemente nada lo había hecho desde Gutenberg. El libro, artefacto u objeto, mantiene la misma estructura sin modificaciones destacables, sea en papel o en formato digital. Ahora bien, todo a su alrededor es distinto. Todo se ha metamorfoseado. ¿Cómo hemos podido introducir tantos cambios y mantener el mismo resultado? Esta aparente paradoja no ha dado lugar, por ahora, a una nueva realidad. ¿O sí? El libro en papel sigue siendo un conjunto de páginas tipográficamente estructuradas e impresas que, añadidas una tras otra, y pliego tras pliego, se religan en unas cubiertas o se adhieren a unas cubiertas que las protegen. Nada que no hiciera Gutenberg (aunque sin tapas). Quizá alguien me dirá ahora: «pero el libro digital es otra cosa: un no-objeto (dentro de un objeto: el aparato electrónico)». Cierto: es una imitación.
¿Y qué ha cambiado? En primer lugar, una vez tenemos el original (la materia intelectual), el proceso de preimpresión fue el primero en modificarse. Después le llegaría el turno a la impresión. Y desde hace unos años, a la autoedición y a la distribución: primero con la segmentación de los puntos de venta (librerías o grandes superficies comerciales y plataformas digitales) y enseguida con la personalización, es decir, el cliente tiene acceso a una gran cantidad de libros de la biblioteca de Babel borgiana, pagando el precio solicitado más los gastos de envío.
En este pequeño añadido –los gastos de envío– es donde entra en juego la logística de la distribución. La cadena editor-distribuidor-librero-cliente se mantiene en líneas generales, pero se abre el abanico a otras posibilidades: a) editor-distribuidor-cliente; b) editor-librero-cliente; c) editor-distribuidor-librero-cliente. Tal vez deberíamos plantearnos si la eliminación de uno de los eslabones del proceso es un avance que vale la pena. Y la respuesta es que no. Ahora bien, ¿llegaríamos a un no tan rotundo si ponemos en juego otras cuestiones como la reducción del tiempo que puede tardar un libro en llegar a destinos lejanos, la eliminación del almacenamiento en editoriales y centros de distribución, la supresión de devoluciones a la editorial, el mantenimiento de un catálogo siempre disponible (incluidos libros de fondo), la posibilidad de convertir ese fondo en un ingreso constante para las editoriales, la no destrucción de estocajes, la producción ajustada a la demanda (solo se produce lo que se compra), etcétera
La respuesta a esta última cuestión la ofrece, en parte, el Libro blanco de la distribución POD, un trabajo de análisis riguroso elaborado por José Manuel Anta (Federación de Gremios de Editores de España), Luis Abril (Quares Salesforce), Ismael Gálvez (Podiprint) y Arantxa Mellado (LiberExpress), publicado en 2024. El lector debe saber, sin embargo, que se trata de una iniciativa privada en nombre de las empresas indicadas entre paréntesis tras cada autor, con el apoyo de la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones y del Ministerio de Cultura.
Estructurado en cinco apartados (1. El modelo de distribución POD; 2. La cadena de suministro del libro; 3. La producción de libros en POD: la técnica de impresión digital; 4. El proceso de distribución POD, y 5. Distribución POD e internacionalización), más una introducción, unas conclusiones y un apéndice con casos de éxito, este libro blanco tiene la ventaja de mostrarnos todas las virtudes del sistema POD y el inconveniente de no profundizar en un sistema de distribución que aún no termina de despegar, pese a las ventajas que se describen.
La pregunta es obvia. Si la técnica pone a disposición del mundo editorial y de la distribución un sistema que, en definitiva, podemos resumir (así lo dicen los autores en la introducción) que solo se producirá aquello que previamente se ha vendido, ¿por qué no termina de despegar?
En la introducción, a nuestro parecer, es donde mejor se explicitan las ventajas del nuevo sistema, el POD (print on demand o impresión bajo demanda), en el que cualquier libro puede llegar al cliente en un plazo breve, con independencia del lugar donde se encuentre la editorial o el lector. Este primer beneficio, digamos cultural, va acompañado de otras ganancias económicas para editoriales y distribuidoras (eliminación del almacenamiento y del estocaje, destrucción de ejemplares e inversión en tiradas, por un lado; y ampliación del catálogo con libros vivos o reducción de los costes logísticos para las librerías, por otro). Pero la pregunta sigue sobrevolando el ambiente a pesar de las aparentes ventajas. Los autores esbozan, sin profundizar demasiado –para nosotros, el principal inconveniente de este libro blanco–, dos elementos: la falta de una cultura del riesgo y, como consecuencia, el aún elevado coste de la impresión 1x1. Así apuntan en el apartado 4.2 («La puesta a la venta del catálogo POD») que «...producir 1x1 es más caro que imprimir una tirada» (p. 36), pero que aun así, «la diferencia de precio no es más que una fase circunstancial en este modelo de comercialización, ya que se considera que cuando se normalice el POD y las ventas aumenten tanto como se espera, el volumen de producción permitirá un ajuste de costes que repercutirá en el precio de venta del libro» (p. 36).
Si esta premisa no va errada, solo debemos esperar el tiempo necesario para la normalización del sistema y la expansión del modelo. Tal vez haga falta ser optimista por naturaleza para esperar este beneficio que –no lo olvidemos– tiene un componente básicamente económico, y pensar que en un proceso comercial donde todo son ventajas, haya que esperar para obtener dividendos.
Las segmentaciones a las que nos ha acostumbrado el ámbito digital no siempre son palimpsésticas, sino más bien complementarias. Aunque en este ámbito hay otras que sí lo han sido. Es el caso de la tipografía de plomo, que dio paso al offset, y esta, al parecer, a la digital. Algunos pensamos que con cada cambio perdemos algo, pero la huella del plomo desapareció con el offset. En el caso de la distribución POD, por ahora, según los autores, la librería seguirá cumpliendo su función de ser el último eslabón antes del destinatario-cliente, ¿pero hasta cuándo? ¿Perderemos ahora al librero conocedor del cliente y del libro... si no lo hemos perdido ya? Y, en definitiva, ¿cómo se recupera una inversión (la del artefacto-máquina que realiza la impresión 1x1) sin dejarla concentrada en pocas manos que imponen modelos culturales?
Y llegados al final, conviene aventurar una respuesta a la pregunta inicial. La distribución POD aún no ha alcanzado un grado suficiente de madurez (aunque pueda parecer novedoso según se desprende de la lectura del libro, la distribución POD está en marcha desde 2004, con las mejoras que ello ha comportado) para dar una respuesta satisfactoria a todas las ventajas que los autores plantean en el Libro blanco de la distribución POD. El elevado coste por unidad (cuestionado por algunos autores), las limitaciones en calidad y acabados, la externalización del proceso que reduce el control de calidad, y la dificultad para la editorial y el autor en los procesos de marketing configuran un conjunto de obstáculos que debería haberse tenido más en cuenta –y desmontarlos– en este libro, que adopta una mirada muy próxima al impresor –quizá un poco demasiado– y alejada del resto de actores del libro. Para terminar, diremos que la impresión 1x1 y la impresión digital son dos conceptos que no deben confundirse (algo que no hacen los autores, pero que tal vez, por la forma en que está redactado el texto, podría inducir a confusión al lector).
Y punto final: este modelo convivirá con el modelo tradicional sin sustituirlo.
Esta reseña se publica juntamente con el Blog de l’Escola de Llibreria.
© Imagen inicial generada con inteligencia artificial (DALL·E, OpenAI).