Estado de la cuestión sobre programas ambientales en las bibliotecas públicas de Inglaterra

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Núria Flò
Directora de la Biblioteca Collserola-Josep Miracle (Barcelona)


Green libraries survey: progress, challenges, opportunities and supporting future action (2022). Green Libraries Partnership. 20 p. Disponible en: <https://cdn.ymaws.com/www.cilip.org.uk/resource/resmgr/cilip/advocacy/green_libraries/frontpage/green_libraries_partnership_.pdf>. [Consulta: 14/04/2023]. 


El Grupo Bibliotecas Verdes (GLP) del Reino Unido, financiado por el Consejo de las Artes de Inglaterra, se creó como respuesta a la «COP26 y el clima» para liderar una serie de compromisos a largo plazo aprovechando el conocimiento y la experiencia ambiental de las organizaciones que lo integran: la CILIP (la Asociación de bibliotecas e información), Bibliotecas Conectadas (Libraries Connected), la Biblioteca Británica (British Library) y La Bicicleta de Julia (Julie’s Bicycle, una organización pionera sin ánimo de lucro que moviliza las artes y la cultura para actuar ante la crisis climática y ecológica).

Durante el año 2022, llevó a cabo, entre otras, dos iniciativas que reseñamos a continuación. Por una parte, impulsó el Manifiesto de Bibliotecas Verdes y, en septiembre, realizó una encuesta en línea para analizar en qué punto estaban las bibliotecas públicas del territorio en términos de sostenibilidad y medio ambiente. 

La encuesta se realizó en línea entre el 22 de junio y el 8 de julio de 2022. Se pidió que respondiera una persona en nombre de cada servicio de biblioteca y para facilitarlo pasaron la encuesta fuera de línea para poderla trabajar dentro de los equipos y con la gente vinculada. Se recibió respuesta de 55 servicios bibliotecarios, lo que implica unos 7.500 trabajadores de bibliotecas y 10.000 voluntarios que trabajan o colaboran en ellas. Los objetivos de la encuesta eran dar a conocer el trabajo del grupo, pero sobre todo establecer las bases para desarrollar un programa intersectorial y, a largo plazo, sobre Bibliotecas Verdes conociendo de primera mano lo que necesitan los profesionales para llevar a cabo acciones y programas verdes en las bibliotecas. 

Algunas de las conclusiones a las que llegaron son: 

  • Un 85 % siguen la política ambiental de la autoridad local, aunque su relevancia para los servicios bibliotecarios varía, un 15 % ya tienen su propia política ambiental y un 32 % la están desarrollando.
     
  • Un 83 % de las bibliotecas están en fases incipientes o muy incipientes del proceso para definir planes ambientales dentro de estas. 
     
  • El 38 % del personal ha recibido o tiene alguna formación en este ámbito y el 36 % tiene alguna responsabilidad ambiental dentro de la biblioteca. 
     
  • El 64 % de los encuestados dicen que la acción y el compromiso ambiental (actividades de aprendizaje ambiental, reciclaje de residuos, etc.) han aportado beneficios a la biblioteca. 
     
  • Un 91 % cree que la acción y el compromiso ambiental pueden aportar oportunidades.
     
  • El 48 % ha recibido apoyo en el pasado, principalmente a través de las autoridades locales.

Por lo que ser refiere a las acciones y a los compromisos, las áreas clave generales de actuación que se detectaron son:

  1. El uso energético de los edificios.
     
  2. El consumo de materiales y la generación de residuos.
     
  3. El uso de plásticos.
     
  4. La contratación verde. 

Finalmente, también se identificaron oportunidades clave, como los beneficios financieros, dado que apostar por unas bibliotecas más verdes supone, a largo plazo, un ahorro de costes en la concienciación medioambiental, nuevas oportunidades de participación y mejora de la salud y el bienestar del personal y los usuarios de la biblioteca. 

A pesar de que las bibliotecas públicas están al principio de su viaje ambiental, existe un claro reconocimiento del papel que pueden tener en demostrar, informar e inspirar el cambio ambiental, y un claro deseo de hacer mucho más. 

A partir de aquí, el grupo da una serie de recomendaciones al colectivo bibliotecario para visibilizar las tareas sobre cuestiones ambientales y las necesidades de los profesionales. Algunos ejemplos son: 

  • Celebrar y compartir las mejores prácticas ambientales que se realizan en las bibliotecas. 
     
  • Facilitar el desarrollo competencial del colectivo sobre cuestiones en torno al medio ambiente.
     
  • Capacitar a los bibliotecarios.
     
  • Apostar con financiación y apoyo adicional o evidenciar el papel que pueden tener las bibliotecas en esta transición con la vinculación de los principios del Manifiesto de Bibliotecas Verdes.

¿Qué es el Manifiesto de Bibliotecas Verdes? 

El Manifiesto de Bibliotecas Verdes, impulsado por las asociaciones integrantes del Grupo Bibliotecas Verdes (GLP) del Reino Unido, marca la hoja de ruta con acciones específicas para concienciar a la ciudadanía en términos de sostenibilidad ambiental y lucha contra el cambio climático desde las bibliotecas:

  1. Llevar la sostenibilidad medioambiental al centro de la toma de decisiones. 
     
  2. Innovar y evolucionar.
     
  3. Trabajar con las comunidades.
     
  4. Utilizar la voz para conseguir un mayor impacto. 
     
  5. Trabajar asociándose con otros agentes.
     
  6. Ampliar y compartir los conocimientos.
     
  7. Apoyar a los jóvenes. 

Para más información, podéis consultar el artículo de Julián Marquina «Green Libraries Manifiesto», las bibliotecas verdes se implican con el cuidado del planeta, donde explica muy bien qué es el Manifiesto de Bibliotecas Verdes y de qué trata, así como qué es una biblioteca verde. 

¿Cuál es la situación en Cataluña?

En Cataluña, esta tarea de aproximación y de análisis de las bibliotecas y del papel de los profesionales en términos ambientales no se ha hecho, y sería interesante y un muy buen punto de inicio para conocer la situación sobre dónde nos encontramos y hacer un enfoque común. 

En Cataluña tenemos la red de bibliotecas ambientales y se ha promovido el sello de calidad ambiental entre equipamientos públicos como bibliotecas y museos. En la ciudad de Barcelona hay 14 bibliotecas públicas con este sello, entre las que destacan la Biblioteca Jaume Fuster, la Biblioteca Clarà, la Biblioteca Francesc Candel y la Biblioteca Collserola-Josep Miracle. Desde cada diputación se promueven proyectos y programas en las bibliotecas públicas como el «Projecte Aigua» de las bibliotecas de Lleida o el programa «Parcs i Biblioteques Naturalment» en Barcelona, entre otros.

Es cierto que existen directrices: desde la Xarxa de Biblioteques de la Diputació de Barcelona nos hemos sumado a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Ahora bien, ¿es conocido por todos los profesionales? ¿Lo hemos incorporado? Por otra parte, aunque la normativa vigente ya contempla aspectos de mejora ambiental, sería necesario comunicarlos de forma eficaz a la ciudadanía y optimizarlos. La administración en general y las bibliotecas en particular deberíamos ser espacios laboratorio para promover y ser el espejo para esta ciudadanía. 

En este sentido, algunos de los aspectos que se están trabajando son los edificios y la sostenibilidad, tanto energética como de consumos. Un ejemplo claro de mejora ambiental es la aprobación del decreto ley sobre eficiencia energética, una apuesta importante que habrá que valorar próximamente. 

En cuanto a la colección, en Biblioteques de Barcelona una de las acciones que se decidió fue la de dejar de comprar forro de plástico para los libros, lo que ha supuesto un debate entre los profesionales entre el valor de la conservación de los documentos y la nocividad del uso del plástico para el medio ambiente. Otra acción promueve la compra de libros con cualidades ambientales, según principios de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente. 

También se realizan diversas actividades en torno a la temática medioambiental. En la ciudad encontramos ejemplos como el Festival de Literatura y el préstamo de semillas en la Biblioteca Collserola-Josep Miracle, u otras más puntuales como celebrar las efemérides ambientales con actividades diversas y exposiciones de libros. 

Finalmente, hay que pensar en la formación de los profesionales. En 2022, en el Seminari de Biblioteca Verda en Barcelona se empezó a hablar sobre la temática. Habría que continuar, promoviendo espacios de trabajo conjunto para crear sinergias entre bibliotecas y/u otros equipamientos y crear espacios de formación y de aprendizaje. 

Actualmente, la comunicación, la gestión de la información y del conocimiento son de los retos más importantes que nos encontramos tanto dentro de las propias organizaciones como hacia la ciudadanía. Las bibliotecas públicas son un espacio abierto a la ciudadanía, próximo y, en la ciudad de Barcelona, el segundo servicio mejor valorado. Por esto tenemos una gran oportunidad para ser un gran altavoz potente y un punto de encuentro de iniciativas en clave ambiental. Y hay que aprovecharlo.

Bien es cierto que estamos al inicio de este viaje de definición y que nunca nos hemos encontrado en una situación de emergencia climática como en la que actualmente estamos. Hay que poner esfuerzos, debe convertirse en uno de los ejes de nuestro trabajo y debemos creérnoslo, para llegar ahí, para que haga efecto, y para ser efectivamente este altavoz y aprovecharlo. 

© Imagen de Julita en Pixabay