Sobre el futuro de la comunicación científica en Ciencias Sociales y Humanas

Versión para impresiónVersión para impresión

Ángel M. Delgado-Vázquez 
Jefe de Servicio de Soporte al Aprendizaje y la Investigación en la Biblioteca/CRAI 
Universidad Pablo de Olavide
@amdelvaz
https://orcid.org/0000-0003-2461-8553
 


Avanço, Karla; Balula, Ana; Błaszczyńska, Marta; Buchner, Anna; Caliman, Lorena; Clivaz, Claire; Costa, Carlos; Franczak, Mateusz; Gatti, Rupert; Giglia, Elena; Gingold, Arnaud; Jarmelo, Susana; Padez, Maria João; Leão, Delfim; Maryl, Maciej; Melinščak Zlodi, Iva; Mojsak, Kajetan; Morka, Agata; Mosterd, Tom; … Wieneke, Lars (2021). Future of scholarly communication: forging an inclusive and innovative research infrastructure for scholarly communication in social sciences and humanities. Warsaw: Digital Humanities Centre at the Institute of Literary Research of the Polish Academy of Sciences. 45 p. Disponible en: <https://doi.org/10.5281/zenodo.5017705>. [Consulta: 19/11/2021]. 


Este nuevo informe de OPERAS versa sobre el futuro de la comunicación científica, con especial énfasis en las Ciencias Sociales y Humanas. Fruto de una amplia consulta entre personas y agentes interesados, principalmente en Europa y en países miembros de OPERAS, el documento se divide en siete capítulos, que no solo tratan de describir en profundidad el ecosistema en torno a la producción y, sobre todo, difusión de los trabajos científicos, sino que además se adentran en el despliegue de una serie de recomendaciones a buena parte de los agentes implicados en este proceso.

El primero de los capítulos está dedicado a analizar el modelo de gobernanza de OPERAS y las posibilidades de adopción de este en otros entornos. Se plantea la necesidad de una mayor apertura a la participación, al tiempo que la propia organización se hace más cercana e inteligible, no solo para su entorno más cercano, sino incluso traspasando las fronteras europeas.

El segundo está enfocado a describir los modelos de negocio de la comunicación científica de las Ciencias Sociales y Humanas en el ámbito del acceso abierto, con especial atención a las monografías. Se trata de un ecosistema muy fragmentado en el que parecen existir marcadas diferencias Norte-Sur. Entre los principales desafíos identificados están la escasez de recursos para la publicación de libros en abierto, lo que contrasta con una amplia oferta de iniciativas que, por otro lado, adolece de atomización y falta de objetivos comunes. Por otro lado, tanto la falta de pericia técnica como la falta de reconocimiento en procesos de evaluación de las monografías en acceso abierto constituyen dos grandes barreras que impiden un mayor desarrollo. Entre los desafíos puestos de manifiesto en el informe, la necesidad de formar hubs que sirvan para aunar iniciativas, compartir conocimientos y esfuerzos, el desarrollo de habilidades digitales, y el cambio en el modo de evaluación, reconociendo la diversidad regional y los diversos modelos de negocio.

El tercero versa sobre los datos de investigación. El informe apunta a la necesidad de que estos datos también se impregnen de los principios FAIR, a la par que reconoce que en dichos principios el concepto dato trasciende las concepciones más arraigadas e incluye también publicaciones, software... Señala el informe la necesidad de FAIRificación de los métodos y los actores que intervienen en la gestión de datos al tiempo que insiste en la necesidad de explicar mejor y dotar de mayor visibilidad a las bondades de FAIR y a los proyectos que ya están en ese esquema. Los principales desafíos que se identifican son la baja penetración de los principios FAIR, la diversidad y complejidad en las Ciencias Sociales y Humanas en lo que tiene que ver con los aspectos legales que acompañan a la creación, gestión, uso y licenciamiento de los datos. Finalmente, el hecho de que la adopción de FAIR no forme parte del sistema de recompensas en los procesos de evaluación también es visto como una barrera para su adopción. El texto recomienda la extensión de FAIR mediante la formación, la sensibilización, el establecimiento de incentivos y el acompañamiento. Igualmente, recomienda su adaptación a las particularidades de las Ciencias Sociales y Humanas y la bibliodiversidad.

Precisamente de bibliodiversidad trata el cuarto capítulo, referida esta al uso del plurilingüismo en comunicación científica. Tomando como base una encuesta de 2020 con varios centenares de respuestas entre editores, investigadores y traductores. Entre los desafíos identificados se encuentran el impulso de un plurilingüismo equilibrado, sin abandonar el inglés, pero sin que esto signifique que se convierta en una lengua franca excluyente. Para superar las barreras en la construcción colaborativa de conocimiento se aborda también la posibilidad de desarrollar plataformas colaborativas de traducción, concebidas como infraestructuras sociales, interoperables y escalables, como desafíos incipientes. Entre las recomendaciones del informe, constan el reconocimiento del plurilingüismo en la publicación, tanto por la potenciación de las lenguas minoritarias en la consideración de producción internacional, en la creación de redes de colaboración, para promover la interculturalidad y la inclusión.

El futuro de la escritura académica centra el quinto capítulo. En base a numerosas entrevistas y casos de estudio, algunos de los principales hallazgos tienen que ver con la amplia diversidad entre disciplinas, incluso dentro del ámbito social y humanístico, en cuanto a los modos de escritura. Esto se ve reflejado, entre otros aspectos, en el distinto grado de adopción tecnológica en la producción de trabajos, en el formato de estos o en los medios seleccionados para su publicación. La falta de competencia digital es señalada como uno de los desafíos actuales. Parece estar impidiendo un completo desarrollo de la escritura en numerosos casos. Esto, además, entronca con la falta de valoración formal de cierto tipo de formatos de comunicación, lo que los hace menos apetecibles. Además, hay una actitud negativa hacia la publicación en abierto medida por el pago de tasas.

El capítulo final está dedicado a la evaluación de la calidad de los resultados de investigación, con el foco puesto en la evaluación por pares. En este sentido, se identifica este sistema de evaluación como un reflejo de las estructuras de poder establecidas que en cierto modo las refuerzan. Se aprecia cómo medios de buena reputación son capaces de atraer buenos revisores, mientras muchos de estos se niegan a revisar para otros medios de menor reputación. Al tiempo, los doctorandos encuentran complicaciones en su incorporación al sistema. Se alude también al asunto del reconocimiento de la labor de revisión, más complicada cuando es ciega, aunque se percibe como necesaria. Entre las recomendaciones, destacan la necesidad de contar con un sistema de evaluación más constructivo (se cita el modelo de PLOS ONE), que sea reconocido en la evaluación y transparente en sus prácticas, que se adopte y adapte a productos menos tradicionales. En cuanto a las métricas, se advierte de la necesidad de contar infraestructuras abiertas para poder implementar métricas de evaluación responsables, mejorar las prácticas de «citabilidad», la interoperabilidad y por tanto la visibilidad de los pequeños editores, y la combinación de «lo métrico» y «lo disciplinar» en los procesos de evaluación.

Una buena parte de las recomendaciones van dirigidas directamente a OPERAS y son formuladas con la intención de su futura implementación.