El proyecto Pieles en tránsito surge de una profunda reflexión sobre la soledad experimentada por aquellas personas que se encuentran fuera de su país de origen y que a su vez no se sienten parte de ningún lugar, enfrentando una especie de limbo que les lleva a cuestionarse sobre sus orígenes y lugares de pertenencia.

El Trabajo de Fin de Grado se desarrolla desde el sentimiento colectivo, para luego seguir desde un marco individual centrándose en la experiencia personal. Se busca mostrar que no es un hecho aislado y que no sólo pasan esta experiencia las personas nacidas u originarias de un país en concreto, sino que también puede darse en migrantes exteriores o interiores de un mismo país de procedencia.

La obra pretende enfocarse en evidenciar el lenguaje ofensivo o la manera en cómo nos comunicamos, este análisis busca comprender cómo la manera de expresarse puede afectar tanto a la persona emisora como receptora, incluyendo el impacto del uso de algunas palabras peyorativas y en cómo se transforman o mutan a través del tiempo, así como la idea que apunta Mieke Bal, los conceptos viajan al igual que las personas migrantes y se perciben más como una ventaja que como una desventaja; pudiendo transformar y buscar un equilibrio en la sociedad evitando el uso de términos de tono ofensivos, optando por una comunicación basada en el respeto. Aprendiendo que existen distintas etnias, culturas, cuerpos, géneros, etc., con el objetivo de derrocar los prejuicios y estereotipos marcados en el devenir histórico por la sociedad.