ciencia ciudadana

Crónica de la jornada de Ciencia Ciudadana: el conocimiento no solo se comparte, sino que se construye colectivamente con y desde la sociedad

Candela Ollé 
Ciencias de la Información y la Comunicación - Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

Aurora González-Teruel
Departamento de Historia de la Ciencia y Documentación - Universitat de València

Miembros del proyecto “Ciencia Abierta en España: la transición hacia un nuevo modelo de investigación”


Jornada de Ciencia abierta, ciencia ciudadana: impacto y beneficio social. Valencia: Universidad de Valencia. 4 vídeos. Disponible en: <https://www.youtube.com/watch?v=zgJqZRMsFFM&list=PLxHTIX0tYDtPDhEbeaoQG_quOLKhD5Qin>


El seminario “Ciencia abierta, ciencia ciudadana: impacto y beneficio social”, celebrado en la Universitat de València el pasado 6 de junio de 2025, se enmarca en el proyecto de investigación “Ciencia Abierta en España: la transición hacia un nuevo modelo de investigación”, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (Proyecto de I+D+i PID2021-125828OB-I00 financiado por MICIU / AEI /10.13039/501100011033 y por FEDER, UE) y liderado desde la FIMA y los ECIC-UOC. La jornada reunió a académicos, gestores y representantes de instituciones públicas con el objetivo común de reflexionar sobre las transformaciones contemporáneas en la práctica científica, derivadas de los principios de apertura, participación e impacto social.

La sesión fue inaugurada por Aurora González y María Francisca Abad, profesoras del Departamento de Historia de la Ciencia y Documentación de la Universitat de València, quienes contextualizaron el seminario dentro de los debates actuales sobre el modelo abierto de producción científica y, en particular, sobre el lugar creciente que ocupa la ciencia ciudadana en la agenda investigadora. La apertura contó con la intervención del vicerrector de Investigación de la Universitat de València, Carlos Hermenegildo, quien presentó el compromiso institucional con las políticas de ciencia abierta, a través de iniciativas como la creación de un portal de producción científica, el incremento del acceso abierto a publicaciones y la constitución de una comisión universitaria sobre ciencia abierta.

El seminario se estructuró en dos bloques de ponencias.  En primer lugar Maite Pelacho ofreció una fundamentación exhaustiva del concepto de ciencia ciudadana. Lejos de considerar esta práctica como una simple estrategia de divulgación o recopilación de datos, Pelacho defendió la ciencia ciudadana como un modo de hacer ciencia basado en la colaboración activa de personas no pertenecientes al ámbito académico. Su intervención recorrió ejemplos históricos y contemporáneos que muestran cómo la ciudadanía ha contribuido —y sigue contribuyendo— de forma decisiva al desarrollo del conocimiento científico, desde la astronomía hasta las ciencias sociales. Uno de los aportes más relevantes de la intervención de Pelacho fue la exposición del trabajo desarrollado en el Observatorio de Ciencia Ciudadana en España, y especialmente la herramienta de evaluación de impactos diseñada para medir la contribución científica, educativa, política y social de los proyectos ciudadanos. La ponente enfatizó que estos impactos son múltiples, no siempre fácilmente cuantificables, pero sí relevantes en términos de transformación de las relaciones entre ciencia y sociedad. Destacó también los vínculos entre ciencia ciudadana y ciencia abierta, entendidas no solo como estrategias, sino como prácticas con profundas implicaciones éticas, políticas y culturales.

En segundo lugar, Josep Perelló presentó el proyecto “CoActuem per la Salut Mental”, una ambiciosa iniciativa de ciencia ciudadana social que implicó en la investigación a personas con problemas de salud mental. El proyecto, desarrollado desde el grupo OpenSystems de la UB, planteó una ciencia ciudadana participativa y transformadora dando valor al conocimiento fruto de las vivencias de los coinvestigadores –personas afectadas y familiares– y a su rol activo en la producción de datos, análisis e interpretación. Perelló destacó que a través de herramientas como cuadernos personales, talleres online y un chatbot de Telegram, se recopilaron más de 200 historias. El enfoque priorizó la escucha activa y la generación de conocimiento orientado a la acción. La iniciativa fue reconocida con un premio europeo de ciencia ciudadana, subrayando su impacto transformador tanto en la investigación como en las comunidades implicadas.

En el bloque de intervenciones, titulado “Impacto y beneficio en los proyectos de ciencia ciudadana en España” y moderado por Candela Ollé, se presentaron dos experiencias: el proyecto “Tarsis Science y Tarteso en comunidad”, centrado en el patrimonio arqueológico en Guareña (Extremadura), y el proyecto GERONTEC, orientado a la inteligencia artificial aplicada al bienestar social.

Sabah Sbeinati (CSIC) y Juanjo Pulido (La Underground Colectiva) compartieron “Construyendo Tarteso”, localizado en el yacimiento de las Casas del Turuñuelo, y que se ha convertido en una plataforma de transferencia de conocimiento, donde la ciudadanía participa activamente. En este sentido, lo verdaderamente revolucionario no es solo el hallazgo de relevancia internacional relacionados con la cultura tartésica, sino la manera en que se ha construido comunidad alrededor de ello. El proyecto impulsa una ciencia ciudadana ecofeminista y rural, con procesos de mediación patrimonial, talleres escolares, rutas literarias, cenas rituales y creación artística.

Por su parte, Óscar Belmonte (Universitat Jaume I) abordó una problemática contemporánea desde una vertiente tecnológica y social: la soledad no deseada en personas mayores. Su proyecto GERONTEC –también conocido como Serena– buscó acercar la inteligencia artificial a la ciudadanía a través de una herramienta digital capaz de detectar el riesgo de soledad mediante el análisis del lenguaje natural. Los datos recogidos en el marco de este proyecto permitieron el entrenamiento de algoritmos de aprendizaje automático capaces de predecir sentimientos de soledad con un 83% de precisión. GERONTEC sirve como ejemplo de cómo un problema social puede actuar como puerta de entrada para implicar a la sociedad en la tecnología, haciendo accesible la inteligencia artificial desde una dimensión humana.

A lo largo del seminario se subrayó la necesidad de generar alianzas entre instituciones científicas, organizaciones sociales y ciudadanía, en un modelo de investigación que trascienda la tradicional división entre expertos y legos. La ciencia ciudadana, en este sentido, no solo promueve la inclusión de nuevos actores en la producción de conocimiento, sino que propone formas de cooperación más horizontales, éticamente comprometidas y socialmente relevantes. Además, el seminario evidenció que la ciencia ciudadana es una dimensión clave del paradigma de ciencia abierta, y que su desarrollo exige no solo marcos normativos y financieros adecuados, sino también un cambio cultural en la manera en que concebimos la investigación científica. Se trata, en definitiva, de avanzar hacia una ciencia entendida como bien común, en la que el conocimiento no solo se comparte, sino que se construye colectivamente con y desde la sociedad.

Podcast

Vinculado con el proyecto y la jornada tenéis disponible el podcast Parenthesis El impacto de la Ciencia Ciudadana en la sociedad, dónde entrevistamos a Rafael Vidal, delegado del rector en ciencia abierta y ciencia ciudadana de la Universitat Politècnica de Catalunya, e Isabelle Bonhoure, investigadora y coordinadora del grupo OpenSystems de la Universidad de Barcelona. Podéis escucharlo en las plataformas: ivoox; spotify y apple.

 

NOTA: El texto ha sido publicado con sutiles diferencias en el COMeIN y OpenScience.

Fotografía cedida por Jorge Franganillo

La biblioteca académica: un puente para una ciencia ciudadana efectiva

Beatriz Tejada Carrasco
Subdirectora de la Biblioteca de la UNED
Universidad Nacional de Educación a Distancia


Ruttenberg, Judy; Taylor, Shawna; Vandegrift, Micah; Hudson Vitale, Cynthia (2022). Accelerating social impact research: libraries at the intersection of openness and community-engaged scholarship. Washington, DC: Association of Research Libraries. 21 p. Disponible en: <https://doi.org/10.29242/report.asirjune2022>. [Consulta: 27/02/2023].


En este artículo se reseña el informe Accelerating social impact research: libraries at the intersection of openness and community-engaged scholarship, el primero realizado dentro del programa piloto denominado Accelerating the Social Impact of Research (ASIR). En este programa, cuya duración se estableció en seis meses, participaron ocho bibliotecas miembros1 de la Association of Research Libraries (ARL) interesadas en compartir estrategias útiles para acelerar la adopción e implementación de buenas prácticas que promuevan la ciencia abierta y la investigación con impacto social.

La primera caja de herramientas sobre ciencia ciudadana para bibliotecas

Núria Ferran-Ferrer
Facultat d’Informació i Mitjans Audiovisuals
Universitat de Barcelona (UB)


Hansen, Jitka Stilund (ed.) (2021). Citizen science skilling for library staff, researchers, and the public. [The Hague]: LIBER Citizen Science Working Group. 29 p. (Citizen science for research libraries: a guide; section 1). Disponible en: <https://doi.org/10.25815/hf0m-2a57>. [Consulta: 02/05/2022]. 


La ciencia ciudadana es un modelo de investigación participada que involucra al público como voluntario en los proyectos de investigación científica. De esta manera, la ciencia, en concreto la ciencia abierta, resulta colaborativa, transparente y con más impacto para influir de forma positiva en la sociedad. La UNESCO, en su Recomendación sobre ciencia abierta, la relaciona de forma directa con la democratización del conocimiento. 

La participación de la sociedad en los proyectos científicos puede darse a diferentes niveles. De hecho, los proyectos de investigación en ciencia ciudadana pueden clasificarse en función del tipo de participación que hacen las persones voluntarias: existen los proyectos contributivos, en los que las persona participantes recogen datos y, puntualmente, ayudan en el análisis y difusión; los proyectos colaborativos, en los que la participación también se da en la fase de análisis de muestras y también puede ayudar en el diseño del estudio; y cuando la participación entre investigación y público es más estrecha hablamos de proyectos cocreados, es decir, que el voluntariado colabora en todas las etapas del proceso de investigación. Los proyectos cocreados parten de una perspectiva de innovación abierta de generación colectiva del conocimiento. 

Una guía sencilla y clara para impulsar la ciencia ciudadana desde las bibliotecas

Daniel Gil 
Biblioteca Pública Episcopal del Seminari Conciliar de Barcelona


The librarian’s guide to citizen science: understanding, planning, and sustaining ongoing engagement in citizen science at your library. (2019). Editors: Darlene Cavalier, Caroline Nickerson, Robin Salthouse, Dan Stanton. School for the Future of Innovation in Society, Arizona State University. 43 p. Disponible en: <https://s3-us-west-2.amazonaws.com/orrery-media/misc/CitSci_Librarians_Guide_02_22_r1.pdf>. [Consulta: 22/10/2020]


Hace unos meses, en este mismo blog, ya publiqué una reseña del informe Ciència ciutadana a les biblioteques: observa, analitza, crea i participa done exponía que «La idea de fondo es que cualquier ciudadano puede generar datos científicos, y las bibliotecas públicas son las principales instituciones que pueden suministrar las herramientas necesarias para canalizar, validar y dar forma a estos datos». Esta idea de fondo se repite en este nuevo informe, esta vez editado en los Estados Unidos por la School for the Future of Innovation in Society, de la Arizona State University, que es además la impulsora desde 2014 del portal SciStarter, donde se pueden encontrar multitud de proyectos de ciencia abierta y ciudadana que las bibliotecas pueden incorporar a sus planes de actuación. Y a pesar de ser un informe sobre la realidad y las experiencias en ciencia ciudadana en las bibliotecas de los Estados Unidos, pienso que es claramente extrapolable a nuestra realidad bibliotecaria.

Ciencia abierta y ciudadana en las bibliotecas: un impulso necesario para fortalecer el conocimiento de las comunidades locales

Daniel Gil 
Biblioteca Pública Episcopal del Seminari Conciliar de Barcelona


Perelló, Josep; Bonhoure, Isabelle; Cigarini, Anna; Vicens, Julià (2019). Ciència ciutadana a les biblioteques: observa, analitza, crea i participa. Barcelona: Zenodo. 54 pàg. Disponible en: <http://doi.org/10.5281/zenodo.3490610>. [Consulta: 10/12/2019].


La ciencia abierta representa un nuevo y amplio campo de actuación para las bibliotecas. Estas, en tanto que instituciones que fomentan el conocimiento, la investigación y el desarrollo personal, son el entorno lógico y perfecto para desarrollar acciones en el marco de la ciencia abierta y ciudadana. Pero, exactamente, ¿qué es esto de la ciencia abierta? En la web del CSUC encontramos una definición bastante precisa: La ciencia abierta es un nuevo enfoque del proceso de investigación basado en el trabajo cooperativo y las nuevas formas de difundir el conocimiento utilizando las tecnologías digitales y las nuevas herramientas de colaboración. Los resultados de la investigación (publicaciones y datos) deben ser accesibles en la sociedad de manera libre y gratuita, para conseguir extender los principios de apertura a todo el ciclo de vida de investigación y fomentar que se contribuye a la difusión y reutilización de éstos. Hay que recordar la importancia que da el CSUC a la ciencia abierta, dado que la considera una de sus cinco áreas técnicas principales. No obstante, en un primer momento, puede pensarse que la ciencia abierta se restringe tan solo a un ámbito académico y universitario; pero nada más lejos de la realidad. Las bibliotecas públicas también tienen un papel muy importante a jugar en la propagación y en la difusión de la ciencia abierta, aproximándola a la ciudadanía en general y haciendo que esta se convierta también en ciencia ciudadana. La idea de fondo es que cualquier ciudadano puede generar datos científicos, y las bibliotecas públicas son las principales instituciones que pueden subministrar las herramientas necesarias para canalizar, validar y dar forma a estos datos.

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