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Bibliotecas públicas «engagées» con comunidades inteligentes

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Tránsito Ferreras Fernández
Coordinadora de Servicios de Apoyo a la Investigación
Servicio de Bibliotecas. Universidad de Salamanca


Mersand, Shannon; Gasco-Hernandez, Mila; Zhao, Xiaoyi; Gil-Garcia, J. Ramon; Burke, G. Brian; Sutherland, Megan; Figueroa, Miguel (2018). The role of public libraries in engaging citizens in smart, inclusive and connected communities: a current practices report. Albany, NY: CTG UAlbany. 39 p. Disponible a: <https://www.ctg.albany.edu/publications/libraries/>. [Consulta: 30/06/2019].


Comunidad inteligente es un término que se ha comenzado a utilizar recientemente para caracterizar los esfuerzos para transformar las comunidades y hacerlas más sostenibles, eficientes, transparentes y donde la participación ciudadana es la norma. Las tecnologías de la información han sido las facilitadoras de estos cambios potenciales. En las comunidades inteligentes, el papel de las bibliotecas públicas es clave, así como su compromiso («engagement») con la comunidad. A través del estudio de caso de los Estados Unidos, este informe analiza las prácticas actuales en las bibliotecas públicas e identifica la experiencia, el conocimiento y los antecedentes que les ayudan a contribuir, con la participación ciudadana, en iniciativas comunitarias inteligentes. 

Como elemento importante de las infraestructuras digitales, de conocimiento y creativas de las comunidades inteligentes, las bibliotecas públicas pueden desempeñar un papel fundamental en la participación de la comunidad y en la atención de sus necesidades, problemas e intereses. Además, no solo están en disposición de ofrecer toda una nueva generación de servicios bibliotecarios, que pueden integrarse con la infraestructura de la ciudad donde se ubican, sino que también pueden ampliar, aún más, las funciones de las bibliotecas públicas como referentes de la comunidad y como centros de alfabetización en materia de información en comunidades inteligentes. 

El informe que aquí se reseña pretende arrojar luz sobre algunas de las mejores prácticas que ya existen en las bibliotecas públicas de los Estados Unidos y que, a su vez, muestran cómo las bibliotecas públicas pueden desarrollar su papel como instituciones de base en iniciativas comunitarias inteligentes. Desde 2009, las bibliotecas públicas de los Estados Unidos se han ido identificando cada vez más como instituciones de referencia para la comunidad. La nueva generación de servicios bibliotecarios ofrecidos proporciona una base sobre la cual las bibliotecas pueden ampliar su papel como referente comunitario y cooperar con el Gobierno y los ciudadanos en comunidades inteligentes conectadas. En nuestra opinión podríamos denominarlas bibliotecas públicas comprometidas con su comunidad y, en último término, con la sociedad.

Los autores estudiaron 32 bibliotecas de los Estados Unidos de diferente tamaño, desde la Biblioteca Pública de Nueva York hasta la Biblioteca Comunitaria Ignacio en Colorado (cuya población es de 5.800 habitantes). Observaron que, sin importar el tamaño o la ubicación, las bibliotecas son espacios para que los miembros de la comunidad aprendan, se comuniquen y participen. Según el informe, las bibliotecas están comprometidas apoyando a sus ciudadanos con servicios innovadores, tales como talleres sobre programación de robots e impresoras 3D, social media, gestión de semillas, herramientas eléctricas, juegos de mesa, cámaras térmicas y equipos de jardinería. De este modo, las bibliotecas se convierten en un espacio abierto para que la comunidad se reúna para aprender, comunicarse y participar en la definición de su propia identidad.

El proyecto «Facilitando comunidades inteligentes, inclusivas y conectadas: el papel de las bibliotecas públicas» tiene por objeto comprender mejor de qué forma la biblioteca pública puede promover su papel de «referente» en «iniciativas comunitarias inteligentes», contribuyendo a que la comunidad comprenda esas iniciativas y participe en ellas. Para ello, el proyecto abordó dos preguntas de investigación:

  • ¿En qué medida las bibliotecas públicas, basándose en su experiencia, conocimientos y antecedentes, contribuyen a que las comunidades comprendan las iniciativas comunitarias inteligentes y participen en ellas?
     
  • ¿Cuáles son los beneficios, costos, riesgos, desafíos y consecuencias no deseadas existentes y potenciales para que las bibliotecas públicas aumenten su participación en las iniciativas inteligentes de sus comunidades?

La recopilación de innovaciones de esta investigación viene a dar ideas sobre cómo las bibliotecas, las comunidades y los gobiernos pueden trabajar juntos mientras crean, planifican e implementan iniciativas inteligentes en sus comunidades, aprovechando el papel existente de la biblioteca como referente de la comunidad. El informe clasifica las prácticas en cinco dimensiones: infraestructura, tecnología, programas y servicios, cooperación y participación ciudadana. Asimismo, las prácticas se clasifican en tres niveles: módulos básicos, buenas prácticas y prácticas únicas. Además, se enumeran prácticas integradoras, es decir, bibliotecas que combinan las áreas de infraestructura, tecnología, programas y servicios, y/o asociaciones para formar programas y servicios innovadores para involucrar a los ciudadanos, promocionando el potencial de la biblioteca para que desempeñe un papel catalizador en una comunidad inteligente.

A través de este trabajo observamos que las bibliotecas públicas de Estados Unidos ofrecen una amplia gama de servicios diseñados para educar y ayudar a que sus comunidades sean más inteligentes. Asimismo, el estudio muestra que, independientemente del tamaño, la financiación, la ubicación geográfica, las zonas urbanas o rurales, hay ejemplos de todo tipo de bibliotecas públicas que ya están desempeñando un papel importante en la creación de comunidades inteligentes y que ya actúan como un espacio para que los miembros de la comunidad se reúnan para aprender, comunicarse y participar activamente en su comunidad. 

Los autores del informe concluyen que las bibliotecas públicas son conscientes y están trabajando para convertirse en un “tercer espacio”. Un lugar para el aprendizaje en múltiples dominios que proporcione recursos, tanto en forma de materiales como de oportunidades de aprendizaje activo. De hecho, las bibliotecas ya ayudan en la formación laboral, lo que a su vez puede contribuir al crecimiento económico local. 

La sostenibilidad, el compromiso, el desarrollo económico y el uso de nuevas tecnologías son sólo algunos de los aspectos en los que las bibliotecas públicas pueden desempeñar un papel esencial como catalizadores de iniciativas comunitarias inteligentes.

Tomando en conjunto todas las innovaciones identificadas, parece haber un camino para que las bibliotecas públicas sigan evolucionando y se conviertan en imprescindibles en una gran variedad de esfuerzos inteligentes. De hecho, pasar de proporcionar tecnología a enseñar a los ciudadanos cómo utilizarla contribuye a crear una comunidad con conocimientos tecnológicos, que podría ser la base de nuevos programas y servicios para todos los ciudadanos y fomentar un sentido de comunidad.

Sin embargo, no todas las bibliotecas públicas tienen que tener prácticas altamente sofisticadas o únicas a este respecto. Lo más importante es entender las necesidades de la comunidad, así como identificar las maneras en que la biblioteca pública puede ayudar a satisfacer esas necesidades, ya sea ofreciendo servicios y programas directos a la comunidad o proporcionando un espacio de reunión para que otros vengan y ofrezcan sus programas y servicios.

Como se demuestra en este trabajo práctico, el papel de las bibliotecas públicas está cambiando, de hecho, hace tiempo que lo lleva haciendo, y el potencial para que se conviertan en elementos esenciales para las iniciativas comunitarias inteligentes es evidente. Los caminos para lograrlo son muchos y variados y todos ellos pueden ser igualmente apropiados, dependiendo de las circunstancias específicas, necesidades, recursos y capacidades de las diferentes comunidades. Por ello, las iniciativas aportadas por las bibliotecas públicas estadounidenses pueden ser replicables, adaptables o transformables para el caso de las bibliotecas públicas en España.