El estado del ¿bienestar?

Vivimos en un entorno moderno, lleno de comodidades y avances científicos y tecnológicos. No tenemos que andar kilómetros y más kilómetros para conseguir comida, como tenían que hacer nuestros ancestros, y en general estamos protegidos de las inclemencias del entorno, incluido el riesgo de encontrar fieras al acecho. Desde el origen de la humanidad, hemos avanzado mucho. La esperanza de vida es actualmente muy superior a la de cualquier otra época de la historia; nuestro cerebro encuentra multitud de estímulos con los que ocuparse, incluido un sistema educativo rico y complejo (aunque, como cualquier otro aspecto de la vida, criticable y mejorable); el sistema sanitario nos ayuda a superar muchos contratiempos de salud que en otras épocas hubiesen sido fatales, y un largo etcétera de otras posibilidades y comodidades.

Sin embargo, algo no termina de funcionar bien. A pesar de todos estos avances, indiscutiblemente muy provechosos, el número de personas que dicen estar insatisfechas con su vida, que se sienten desanimadas y tristes, e incluso los casos de depresión y de otros trastornos que afectan a la vida mental, no solo son alarmantemente altos, sino que, además, según todas las encuestas, van en aumento. Incluso entre los niños y niñas y entre los adolescentes, cuando se les pregunta por cómo se sienten, se detecta una disminución preocupante de su percepción subjetiva de bienestar.

Sin duda hay muchos aspectos implicados, desde el estrés, incluyendo un entorno donde la sobreestimulación es casi constante y donde a menudo hay un exceso de expectativas, hasta una sociedad demasiado ocupada; especialmente, pero no exclusivamente, unos progenitores demasiado ocupados en satisfacer las necesidades de apoyo emocional de niños y adolescentes, a menudo a través de un exceso de satisfacción de las necesidades materiales. Estos son algunos, entre otros muchos factores, pero hay uno que a menudo no se considera, y del que quiero hablar en este post: el “efecto tribu”.

¿Cómo se vivía en el paleolítico?

Empezaba diciendo que vivimos en un entorno moderno, pero nuestro cerebro sigue siendo primitivo. Me explico mejor. Nuestro cerebro, como órgano biológico, se ha ido generando lenta y progresivamente a través de procesos evolutivos, desde nuestros ancestros primates y homínidos, de hace diversos millones de años, hasta los humanos actuales, que surgimos hace tan solo 200.000 años. Durante casi todo este tiempo hemos vivido como cazadores y recolectores. Y este ha sido el entorno de selección natural que ha favorecido que se mantengan determinados cambios genéticos azarosos que han propiciado que se haya ido formando el cerebro que tenemos.

El neolítico, el primer gran salto cultural de la humanidad, surgió hace tan solo 8000 años, y a pesar de que nos hemos adaptado este nuevo estilo de vida, por aprendizaje, nuestro cerebro sigue moviéndose de forma instintiva en los parámetros de una sociedad paleolítica de cazadores y recolectores. Somos capaces de aprender un montón de cosas nuevas, sin lugar a dudas, podemos adaptarnos a innumerables cambios, pero siempre sobre la base de la plasticidad neuronal de un cerebro que se forjó en el paleolítico. Lo mismo podemos decir con respecto a la revolución industrial, de hace 300 años, o la digital, tan solo 30 años.

Por consiguiente, para entender mejor cómo somos ahora, debemos preguntarnos también cómo se vivía en el paleolítico, en una época de cazadores y recolectores. Nos ayudará a entendernos un poquito más, a comprender mejor los procesos mentales y las capacidades cognitivas que surgen de nuestro cerebro. Todos los grupos humanos de cazadores y recolectores que se han estudiado durante el último siglo siguen unas pautas similares, que nos permiten extrapolar hasta cierto punto cómo debía ser la vida de nuestros ancestros.

Se movían mucho, para conseguir alimento suficiente para toda la tribu, que era la estructura básica de organización social. Pero se desplazaban muy lentamente, para poder ir recolectando comida: un bulbo aquí, un fruto allá, unas bayas algo más lejos, una lagartija o un roedor como fuente principal de proteína animal, etcétera. Ahora, en cambio, nos movemos muy poco y, cuando lo hacemos, solemos ir con prisas, lo que “contradice” los parámetros básicos de funcionamiento del cerebro. Nos adaptamos por aprendizaje, por supuesto, a condición de incrementar el nivel de estrés. Con esto no digo que se viviese mejor en el paleolítico. Creo que ahora se vive mucho mejor en general, pero analizar este componente primigenio de nuestro cerebro debería ayudarnos a disfrutar más de las comodidades y progresos de que disponemos, incluidos todos los relacionados con el mundo de la educación.

Además de todo lo dicho, hay otro aspecto de la vida paleolítica, que en parte forzaba este desplazamiento lento del que he hablado, y que tiene implicaciones todavía más profundas. Me gusta llamarlo el “efecto tribu”. Iban despacio no solo para ver todas las posibles fuentes de alimento, sino también porque se desplazaban todos juntos, desde los más ancianos (aquellos que llegaban a la vejez, que eran muy pocos) hasta los bebés, en brazos de sus progenitores, incluyendo niños y niñas de cualquier edad. Y al mismo tiempo que se desplazaban, los más pequeños iban aprendiendo de los jóvenes y los adultos, por imitación, manifestándolo y ensayando a través de sus juegos.

Salvo contadas excepciones, como por ejemplo cuando un grupo reducido de jóvenes y adultos se separaba del resto, a veces durante algunos días, para intentar cazar algún antílope, toda la tribu se trasladaba junta, sin dejar a nadie atrás.

Iban a cazar antílopes, ocasionalmente aquellos jóvenes que eran especialmente certeros con el arco y las flechas. Pero, insisto: la tribu permanecía junta, sin dejar a nadie atrás; apoyándose materialmente y, sobre todo, emocionalmente. Por supuesto, de vez en cuando también debían surgir diferencias entre sus miembros, pero la sensación de apoyo mutuo, de avanzar juntos, los mantenía unidos y les daba estabilidad, social y emocional.

¿Y si alguien se quedara atrás?

[Continuará en el próximo post]