Estudio descriptivo sobre la situación de la prevención de adicciones y sus profesionales

Este estudio aspira a sentar las bases para el análisis, la reflexión y el diseño de las futuras políticas públicas en materia de prevención de adicciones, tanto a nivel estatal como autonómico, provincial y municipal.

Este estudio busca identificar y analizar las necesidades formativas, logísticas y de apoyo que necesitan los profesionales de la prevención de adicciones en España. Asimismo, pretende ofrecer una visión crítica de los desafíos más urgentes en este ámbito , como la transferencia de la evidencia científica a la praxis profesional, la profesionalización y mejora de las condiciones laborales, y el inminente relieve generacional.

A partir de los hallazgos que presenta, ofrece interpretaciones y proporciona recomendaciones que pueden fortalecer la capacidad de respuesta de las administraciones públicas y de los profesionales para, conjuntamente, mejorar el ejercicio de la profesión y los resultados derivados de las intervenciones llevadas a cabo en materia de prevención de adicciones.

En conclusión, este estudio contribuya a una comprensión más profunda de las complejidades de la prevención de adicciones en nuestro país y a la creación de entornos de trabajo más eficaces y sostenibles para los profesionales que se dedican a esta tarea noble y crucial. La coordinación y el apoyo institucional, la colaboración interdisciplinaria y el compromiso continuo con la investigación y la formación son esenciales para enfrentar con éxito los retos presentes y futuros a la prevención de adicciones.

Equipo investigador

  • Investigador Principal: Víctor José Villanueva-Blasco . Doctor en Psicología. Director del Máster Universitario en Prevención en Drogodependencias y otras conductas adictivas. Grupo de Investigación en Salud y Ajuste Psicosocial (GISAPS). Universidad Internacional de Valencia (VIU). Red de Investigación en Atención Primaria en Adicciones (RIAPAD). International Society of Substance Use Profesionales (ISSUP-España).
  • Otger Amatller Gutiérrez. Licenciado en psicología. Coordinador de Proyectos de Prevención. Fundación Salud y Comunidad. Universidad de Barcelona. International Society of Substance Use Profesionales (ISSUP España). 
  • Manuel Isorna Folgar. Doctor en Psicología. Facultad Ciencias de la Educación y Trabajo Social. Universidad de Vigo. Coordinador del área Bienestar y Salud en la Cátedra Unesco Educación Transformadora: Ciencia, Comunicación y Sociedad de la Universidad de Vigo. Red de Investigación en Atención Primaria en Adicciones (RIAPAD). International Society of Substance Use Profesionales (ISSUP-España). 
  • Miriam Otero Requeijo. Doctora en Psicología. Grupo de Investigación en Salud y Ajuste Psicosocial (GISAPS). Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Internacional de Valencia (VIU). 
  • Alfonso Ramírez de Arellano . Psicólogo Clínico y Terapeuta de Familia. Coordinador de la Unidad de Prevención social. Diputación de Huelva. International Society of Substance Use Profesionales (ISSUP España).

Enlace al estudio

 

Mínimo histórico en consumo de alcohol, suben tabaco y cannabis y se estabilizan el resto de drogas #EDADES2018

Según los últimos datos de la Encuesta Edades, se estabiliza el consumo de casi todas las drogas en España, salvo el de tabaco y cannabis, que aumenta. El consumo diario de alcohol marca su mínimo histórico.

 

edades

 

El Ministerio de Sanidad ha presentado este lunes los resultados de la XII Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (Edades), que concluye que en los dos últimos años se estabilizan los consumos de todas las drogas excepto del tabaco y del cannabis, cuyo consumo crece en comparación con los datos de la encuesta publicada hace ahora dos años. Así lo había adelantado el Gobierno hace tres meses, con datos aún preliminares. La encuesta se basa en la respuesta a 21.249 cuestionarios.

Entre los 15 y 17 años aumenta el consumo de tabaco: del 20,6% en 2015 al 25,4% actual

Según han explicado la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, y la delegada del Plan Nacional sobre Drogas, Azucena Martí, la población que consume cannabis (la encuesta pregunta sobre su consumo en el último mes) crece un 2 por ciento. En concreto, el 14,3 por ciento de los menores de 18 años han consumido cannabis en el último año, cifra que duplica al porcentaje de consumidores de cannabis mayores de 45 años (7,8 por ciento).

En cuanto al tabaco, aumenta el consumo diario (34 por ciento de la población, es decir, una de cada tres personas). En las tres anteriores encuestas (2011,2013 y 2015) el porcentaje se situó entre el 30 y el 31 por ciento, por lo que se ha producido un repunte que deja las cifras en valores similares a los anteriores a la aplicación de las leyes antiabaco de 2005 y 2010.

Llama la atención al aumento en el consumo en el último año de tabaco entre los 15 y los 17 años, ya que aumenta de forma significativa: en 2015 habían fumado el 20,6 por ciento y el porcentaje se situó el año pasado en un 25,4 por ciento.

El 14,3% de los menores de 18 años han consumido cannabis en el último año

Volviendo a los datos de Edades presentados este lunes en el ministerio, el consumo de drogas entre el grupo de población de 15 a 17 años aumenta ligeramente con respecto a la encuesta anterior. Seis de cada diez menores encuestados ha consumido alcohol en el último año, y uno de cada cuatro ha consumido tabaco. En cifras generales, el 7,4 por ciento de la población de 15 a 64 años bebe alcohol a diario, lo que supone la cifra más baja desde que se inició la serie histórica de la Encuesta Edades en 1995.

Hipnosedantes y juego ‘online’

Por otro lado, se mantiene estable el consumo de hipnosedantes, la única sustancia junto con los analgésicos opioides cuyo consumo es mayor en mujeres que en hombres. Viendo la evolución en los últimos años, la tendencia en el consumo de hipnosedantes se reduce ligeramente cuando es a diario, en el último mes o en el último año.

En cuanto a drogas ilegales, el 1,1 por ciento de la población de 15 a 64 años ha consumido cocaína en el último mes y el consumo de éxtasis, anfetaminas, alucinógenos y heroína se mantienen en niveles inferiores al 0,3 por ciento.

En cuanto al juego online, una de las grandes novedades del último Plan de Acción sobre Adicciones 2018-2020, el 3,5 por ciento de la población entre 15 y 64 años ha jugado con dinero online en el último año. El considerado consumo compulsivo de Internet se mantiene estable, afectando a un 2,9 por ciento de la población encuestada (algo más de 900.000 personas).

Evolución en los dos últimos años

Estableciendo la comparativa con la última encuesta publicada hace ahora dos años, así ha evolucionado el consumo de las cuatro drogas más consumidas en España: el 75,2% de los encuestados ha consumido alcohol en el último año (el 77,6 por ciento en 2015);  el 40,9% ha fumado tabaco en el último año (40,2 por ciento en 2015); los hipnosedantes (con o sin receta) son la tercera sustancia más consumida (11,1 por ciento actual, por el 12 por ciento en 2015), y en cuarto lugar se sitúa el cannabis (11 por ciento actual por el 9,5 por ciento en 2015).

Complementario a la encuesta Estudes

Los datos de Edades llegan nueve meses después de que se diera a conocer la última encuesta Estudes, en la que el Gobierno refleja el consumo de drogas entre la población adolescente española (entre 14 y 18 años). Esta encuesta desveló que, por primera vez, la edad media de inicio al consumo de alcohol y tabaco se retrasa hasta los 14 años. Según los resultados de esta encuesta, el consumo diario de tabaco entre jóvenes de entre 14 y 18 años desciende hasta su mínimo histórico, al igual que en el de cocaína en el último mes. Repunta el consumo de otras drogas duras y crece el consumo compulsivo de internet.

Fuente original : diariomedico.com 

 

¡ANDA, MIRA, BUENAS NOTICIAS EN EL MUNDO DE LAS DROGAS!

El psicólogo Juan Carlos Melero realiza una lectura optimista de la última encuesta a población escolar del PNSD.

juancarlos-melero

El pasado jueves, 8 de marzo, la trascendencia histórica de la movilización feminista copó, felizmente, buena parte del tiempo de los medios de comunicación. Como consecuencia, la presentación de la última encuesta ESTUDES sobre consumos de drogas entre adolescentes de 14 a 18 años no tuvo el seguimiento habitual. Sin embargo, es una encuesta de mucho interés, así que vamos a hablar un poco de los datos dados a conocer.

Aunque las encuestas sobre drogas suelen ofrecer  luces y sombras, en esta ocasión (y a falta de conocer el informe completo, ya que solo ha trascendido la habitual nota de prensa  y la presentación en power point que suele acompañarla) hay motivos sobrados para ser optimista. Como ya habrá adalides del “si, pero…” que bucearán en las sombras, ahí va una gavilla de datos positivos:

  • La edad media de inicio para alcohol y tabaco sube a los 14 años.
  • Los consumos de alcohol de mayor riesgo disminuyen.
  • El consumo diario de tabaco se sitúa en mínimos históricos.
  • Disminuye el “consumo problemático” de cannabis.
  • El interés por tomar cocaína se encuentra bajo mínimos.
  • Descienden las apuestas online.
  • Y el supuesto repunte de la heroína, ni está ni se le espera.

¿Cuadro incompleto porque otras variables no evolucionan tan favorablemente? De acuerdo, pero creo que lo señalado es lo más significativo, particularmente en el caso de las sustancias más consumidas (alcohol, tabaco y cannabis). Sobre el supuesto uso compulsivo de internet ya di mi opinión en Tecnoadicciones y otras fantasías y en Pantallas, adicciones y (buena) educación. Y los hipnosedantes, francamente, merecen su propio post. Así que, lo dicho, motivos más que suficientemente para ser optimista. Salvo para quienes padecen afición desmedida por el tremendismo, un trastorno obsesivo que harían bien en hacerse mirar. Para muestra, este titular de Deia (sábado 10 de marzo): Crece el consumo de tabaco, cannabis e hipnosedantes entre los menores en España. En fin…

Opinión : El riesgo de no informar sobre drogas

drogas polemica

En pocos meses hemos vivido polémicas diversas en Bilbao, Zaragoza y también en Barcelona sobre la prevención de drogas y cómo conseguir que sobretodo los más jóvenes no tengan problemas con ellas.

Desgraciadamente, estas críticas no han venido de profesionales o científicos que alertan sobre qué acciones se deben hacer o no para conseguir tal objetivo. Incluso me atrevería a decir que las críticas tampoco iban dirigidas directamente a estas formas de actuar y de prevenir. Estas críticas tienen su origen en partidos políticos que quieren desgastar y criticar otros partidos políticos, sin tener en cuenta que su propio partido financia estas mismas estrategias preventivas en otras ciudades o provincias o incluso al congreso.

De discursos sobre drogas hay muchos y muy diversos, y seguramente casi todos tienen sentido, porque es tan importante lo que se dice como quien se dirige.

Perfectamente puedo ser defensor de la abstinencia si la dirijo a mujeres embarazadas, a conductores/as o a los y las jóvenes que aún les queda lejos eso de consumir, pero tan acertado es reforzar la abstinencia en algunos como intentar reducir los riesgos o daños en otras. Hay personas que aunque tengan un consumo nocivo no tienen intención de abandonar o no están en un momento de su vida para dejar lo que él o ella considera la gasolina que cada día lo hace funcionar.

Entonces los consumidores sólo les podemos ofrecer la abstinencia? Tendremos que esperar que estén realmente mal para poder intervenir?

Quizás podemos conseguir muchas cosas sin tener que llegar a los problemas graves y poder actuar con estas personas consumidoras, sean de alcohol, cannabis o cocaína.

Las campañas desarrolladas en Bilbao, Zaragoza o Barcelona, ​​bien dirigidas a los que tienen que llegar, son campañas que han demostrado su eficacia siempre que no se escapen de esta población consumidora a la que va destinada. Y es aquí donde los medios de comunicación caen en la trampa, es aquí donde pueden hacer daño a estas actuaciones.

Los medios dando altavoz a peleas entre partidos, inconscientemente, transmiten los mensajes inadecuados sobre drogas a los que no consumen o no lo han planteado nunca. La noticia no debería centrarse en las acciones preventivas sobre las drogas, la noticia debería ser: “Los partidos se pelean, una vez más”. Aunque esto último, desgraciadamente, ya no es noticia.

Autor: Otger Amatller Gutierrez

Psicólogo especializado en prevención y atención consumos problemáticos de drogas. Docente y miembro del equipo de dirección del Master de Drogodependencias de la Universidad de Barcelona. Coordinador Área Prevención de la Fundación Salud y Comunidad. . Miembro de Red Periféricos y gestor de la web www.periferics.cat.

vía social.cat

Consumo de drogas y abusos sexuales en los contextos de ocio nocturno

El Observatorio Noctámbul@s publica el 4º informe de resultados que trata de ofrecer una imagen panorámica de la realidad y percepciones sociales relativas a la violencia sexual en los contextos de ocio nocturno y consumo de drogas.

observatorio noctmabulas

El documento está dividido en tres ejes temáticos que abordan distintos ámbitos clave en el análisis de las violencias sexuales en los contextos de ocio nocturno y consumo de drogas: el ámbito del ocio nocturno, el del urbanismo y la percepción de seguridad asociada al mismo, y el de la prevención.

Algunas de las principales cuestiones que se destacan en este informe, tal y como se ha puesto de manifiesto durante la jornada, son:

  • El alcohol es la sustancia más consumida en contextos de ocio nocturno, en un porcentaje idéntico del 69%, tanto por chicas como por chicos. Tal y como señalábamos en el anterior informe, se trata de consumos mayoritariamente voluntarios por parte de las jóvenes, hecho que juega un papel importante en la culpabilización de éstas cuando sufren violencia sexual. Este hecho encontraría su explicación en un imaginario machista que relaciona el consumo de sustancias con la masculinidad y que penaliza a las mujeres que transgreden esta norma social, haciéndolas responsables de las violencias que reciben, precisamente por haber desobedecido este mandato.
  • No es suficiente el “No es no”: Uno de los lemas más utilizados y difundidos para sensibilizar y combatir las violencias sexuales es el “No es no”. Sin embargo, es necesario señalar diferentes aspectos como el hecho de que esta consigna puede responsabilizar a las mujeres a manifestar su oposición frente al deseo del otro. También, hay que analizar las limitaciones que dificultan el decir “no”: los estigmas de “puta”, “estrecha” o “calientapollas” que siguen estando vigentes, al juzgar la sexualidad de las mujeres o el miedo a la integridad personal y otras cuestiones relacionadas con la inseguridad.Frente a esto, desde el observatorio se apuesta por centrarse en el consentimiento afirmativo (“Solo sí es sí”) y entusiasta, que busca que el deseo se exprese en libertad.
  • Más de la mitad de las mujeres encuestadas ha vivido alguna vez situaciones de violencia normalizada: Un 57% de las jóvenes que contestaron al cuestionario online ha sufrido al menos algunas veces algún comentario incómodo, insistencias ante una negativa de su parte o tocamientos indeseados, frente a al 4% de los chicos. Estas cifras ponen de manifiesto la alta frecuencia con la que las mujeres sufren el amplio espectro de violencias sexuales más normalizadas y legitimadas en la sociedad patriarcal. Parece ser que hay una penalización a través de la violencia sexual intrínseca hacia toda mujer que materializa su pleno derecho a ocupar los espacios de ocio.
  • Los chicos tienen más dificultades que las chicas para percibir e identificar las violencias sexuales que ocurren en su entorno: De estos datos analizados se puede inferir que los chicos tienen mucho más naturalizado los comportamientos más sutiles, no visualizándolo como acciones del orden de la violencia sexual. En cambio, las chicas tienen mayor conciencia respecto a este tipo de abusos y agresiones, probablemente por haberlas sufrido ellas o alguna chica de su entorno. Dejemos de responsabilizar a las mujeres y poner más responsabilidad en los hombres.
  • Agresores fantasma: Aunque se perciben y viven multitud de violencias sexuales, pocos chicos se identifican como agresores: Los “agresores fantasma”, como ya los denominábamos en el anterior informe, deben ser especialmente tenidos en cuenta en las campañas preve Idear estrategias para desnormalizar estas violencias, por una parte, y promover el reconocimiento del ejercicio de las mismas, por otra, es fundamental si no queremos que la responsabilidad de la prevención recaiga en las mujeres.
  • La relación entre consumo de alcohol u otras drogas y violencia sexualLa mayoría de mujeres agredidas habían consumido poco o nada, aunque un 26% señala haber consumido hasta llegar al punto de no poder reaccionar. La mayoría de las mujeres controlarían más su consumo de sustancias en ciertos momentos y espacios, con el objetivo de tener capacidad de reacción ante posibles agresiones. Por otra parte, muchas chicas podrían ocultar su consumo para evitar la culpabilización que la sociedad imprime sobre aquellas que han “osado exponerse” voluntariamente a una situación peligrosa. Un 70% de los agresores (autores de comentarios incómodos o insistencias) aseguró haber consumido mucho alcohol u otras drogasY un 42% de las chicas víctimas de una violación sin fuerza (por ejemplo, por hallarse en situación de semiinconsciencia) percibieron que su agresor había consumido mucho.
  • La configuración urbanística del ocio nocturno genera miedo e inseguridad en las mujeres: Tanto los horarios como la configuración social y física de los espacios de ocio, los recorridos a pie que conectan la casa con el ocio o el transporte público en la noche, no son vividos como seguros para las mujeres. Ello limita su libertad de movimiento y su derecho a la ciudad. A lo largo de nuestro estudio, comprobamos cómo éstas planean más sus itinerarios y cambian en muchas ocasiones sus recorridos, condicionadas por la percepción de miedo, particularmente en horarios nocturnos.

En este 4º informe se destaca la importancia de generar estrategias preventivas con perspectiva de género para el empoderamiento comunitario. Es fundamental que las campañas no se limiten a un cartel o a una acción puntual, sino que constituyan estrategias a largo plazo, continuadas y consolidadas, así como participativas, coordinadas entre diferentes agentes sociales y destinadas al empoderamiento de toda la comunidad frente a las violencias sexuales.

Un ejemplo de buena práctica son los protocolos y planes de actuación municipales, herramientas que nos pueden ayudar a explicar qué hacer, cómo hacer y desde qué mirada se puede hacer. Definir un plan de acción es un buen argumento para desarrollar un proceso transversal que nos ayude a implicar a todos los agentes que intervienen directa o indirectamente en las diferentes expresiones de violencia. La herramienta puede ser útil no solo para saber qué hacer, sino también para proponer bases de acciones colectivas para transformar relaciones de poder patriarcales.

Burgos, A. (coord.), et al., Noctambul@s. Observatorio sobre la relación entre el consumo de drogas y las violencias sexuales en contextos de ocio nocturno. Cuarto informe anual 2016/2017. Barcelona, Fundación Salud y Comunidad, 2017, 118 p.