La OMS ha incluido el “trastorno por videojuegos” en el CIE-11

El “trastorno por videojuegos” se encuentra presente en el borrador de la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) publicado en su web. A pesar de las críticas recibidas todo apunta que la OMS incluirá dicho trastorno en la nueva clasificación.

adiccion videojuegos

Fue a principios de 2017 cuando se supo que la Organización Mundial de la Salud(OMS) valoraba incluir el trastorno por videojuegos como enfermedad mental. A pesar de las críticas recibidas por muchos expertos, en los primeros días de este año 2018, la OMS ha publicado en su página Web el borrador de la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), en el que finalmente ha decidido incluir el “trastorno por videojuegos” (“Gaming disorder”), que se refiere al uso de juegos digitales o videojuegos, ya sea mediante conexión a Internet o sin ella.

Dentro del epígrafe de “trastornos debidos a comportamientos adictivos”, la OMS ha incluido esta categoría diagnóstica que se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego “continuo o recurrente” vinculado a tres condiciones negativas provocadas por el mal uso de los juegos digitales:

1) La falta de control de la conducta de juego en cuanto al inicio, frecuencia, intensidad, duración, finalización y contexto en que se juega.

2) El aumento de la prioridad que se otorga a los juegos frente a otros intereses vitales y actividades diarias.

3) El mantenimiento o escalada de la conducta a pesar de tener conciencia de las consecuencias negativas.

Según esta organización, aunque la mayoría de personas que juegan videojuegos no sufre ningún trastorno, se considera que se da un trastorno por videojuegos cuando el patrón de comportamiento es tan grave como para causar un deterioro significativo en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas importantes.

Este borrador afirma que la sintomatología debe darse al menos durante 12 meses para que se asigne el diagnóstico, aunque si se cumplen todos los requisitos y los síntomas son graves, puede acortarse la duración requerida.

Aunque no cabe duda de que, en ocasiones, se dan comportamientos problemáticos en torno al juego, algunas voces dudan de que podamos hablar de un nuevo trastorno. Según argumentan algunos expertos, la base científica en la que se basa esta categoría diagnóstica es de baja calidad; no hay consenso en cuanto a la sintomatología y la definición se basa demasiado en el uso de sustancias y los criterios del juego.

En un artículo sobre este tema, firmado por profesionales de todo el mundo, Scholars’ open debate paper on the World Health Organization, ICD-11 Gaming Disorder proposal , se considera que es prematuro hablar de un diagnóstico formal, y que su uso puede tener algunas consecuencias nocivas a nivel médico, científico, social, de salud pública y de los derechos humanos. Por ejemplo, afirman que se pueden dar muchos falsos positivos, o que puede afectar a la objetividad de las futuras investigaciones, provocando un carácter confirmatorio en las mismas.

En 2013 ya se generó un debate semejante, cuando salió a la luz la última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), por la polémica en torno a la escasa validez de las categorías diagnósticas, el excesivo protagonismo de la medicalización de los trastornos mentales o la escasa utilidad del sistema clasificatorio. Será en mayo de este año, cuando podamos ver la versión definitiva del CIE-11 y se verá la decisión final del equipo de expertos de la OMS.

Se puede consultar el borrador completo del CIE-11 en el siguiente enlace:

ICD-11 Beta Draft

Fuente original: http://www.infocop.es

 

Patología dual y Enfermería: Revisión bibiliográfica

En este articulo la DUE Mar Torrijos (y alumna actual del Máster) publicado en la Revista de Patología Dual se aborda las características y abordaje del paciente con PD y las funciones específicas desde Enfermería.

 

patologia dual

 

El concepto de patología dual, no está definido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM V) ni en la Clasificación Internacional de Enfermedades y lesiones (CIE).

Los profesionales la definen como la concurrencia en un mismo individuo de algún trastorno psiquiátrico y un trastorno por uso de sustancias. No existe un criterio diagnóstico definido que conlleva que un número elevado de pacientes no puedan ser diagnosticados de forma temprana.

Existe una probabilidad del 25-50% de que las personas diagnosticadas de enfermedad mental acaben desarrollando patología dual. La mayoría de estos pacientes presentan rasgos similares además de características de personalidad específicas que precisan de habilidades para la negociación.

Se ha demostrado que el tratamiento integrado es el más eficaz en esta patología, ya que se trata la enfermedad mental y la adicción en el mismo centro por un mismo equipo interdisciplinar. Las Unidades de Patología Dual (UPD) deben estar formadas por un equipo multidisciplinar de diversas especialidades para ofrecer un atención integral al paciente que facilite la rehabilitación de éste.

El rol del profesional de enfermería en la patología dual comporta una aproximación holística, la aplicación del proceso enfermero y la relación terapéutica que favorezca la comunicación con el paciente.

Enlace al artículo 

La OMS asegura que el consumo de drogas causa medio millón de muertos anuales

Muchos países están experimentando una crisis de emergencia sanitaria debido a las muertes por sobredosis”, según la directora de la OMS. Margaret Chan ha pedido ante la Comisión de Narcóticos que se aborde el consumo como un problema de salud pública y no con medidas penales. Irán y China contemplan castigos que pueden incluso llegar a la pena de muerte.

oms

La directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, ha alertado en Viena de que las drogas causan alrededor de medio millón de muertos anuales y que, en algunos aspectos, la situación ha empeorado en los últimos años.

“La OMS estima que el consumo de drogas es responsable de alrededor de medio millón de muertes cada año. Pero esta cifra sólo representa una pequeña parte del daño causado por el problema mundial de las drogas”, dijo Chan durante su intervención ante la Comisión de Narcóticos de la ONU, que se reúne en Viena.

Esta cifra contrasta con la ofrecida por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), que el año pasado estimó que las muertes debido al consumo de drogas eran de poco más de 200.000 personas.

“En algunos aspectos, la situación está empeorando y no mejorando. Muchos países están experimentando una crisis de emergencia sanitaria debido a las muertes por sobredosis”, agregó la directora de la OMS.

Chan no dio más detalles sobre ese dato, pero un reciente informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) indicaba que en EEUU casi se duplicaron los fallecimientos por sobredosis entre 2013 y 2014, cuando en este último año se registraron más de 47.000 muertes por esa causa.

La directora de la OMS pidió ante los 53 países de la Comisión que se aborde el consumo de drogas como un problema de salud pública y no con medidas penales.

Entre los países de la Comisión se encuentran Irán y China, países con castigos severos para el consumo de drogas y el narcotráfico, que pueden incluso llegar a la pena de muerte. “Nos gustaría ver a más consumidores de drogas atendidos por el sistema sanitario en lugar de procesados por los tribunales”, pidió Chan.

“El principal objetivo del control de drogas es salvar vidas” y reducir “los daños sociales” aparejados a su consumo, recordó. “Casi todos en esta sala conocerán o sabrán de padres que tienen un hijo con problemas de drogas. Esos padres quieren que su hijo reciba un tratamiento, no lo quieren en la cárcel”, demandó.

Chan también defendió las conocidas como políticas de reducción de daños que consisten, entre otras cosas, en programas de tratamiento sustitutivo con metadona y que en países como Irán o Rusia están prohibidos. “Las políticas sobre drogas deben estar basadas en evidencias y no en emociones o ideologías”, concluyó.

Nota: artículo original publicado en http://www.20minutos.es

Informe mundial sobre las drogas 2016

El Informe Mundial sobre las Drogas 2016 se publica tras un momento histórico en la política mundial en materia de drogas, el período extraordinario de sesiones de la Asamblea General sobre el problema mundial de las drogas.

 

informe drogas mundial 2016

 

En el capítulo I se presenta un panorama general de la oferta y la demanda de opiáceos, cocaína, cannabis, estimulantes de tipo anfetamínico y nuevas sustancias psicoactivas, así como sus efectos en la salud. También se examinan los datos científicos disponibles sobre el policonsumo de drogas, la demanda de tratamiento para problemas de abuso de cannabis y la evolución de la situación en algunas partes del mundo tras haberse legalizado el consumo de cannabis con fines recreativos.

El capítulo II se centra, desde la perspectiva de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en los mecanismos de la interacción entre el problema mundial de las drogas y el desarrollo sostenible en todos sus aspectos.

Enlace al documento en pdf

Prevención universal del abuso de drogas: ¿una hipérbole?

Artículo que propone una reflexión sobre el descenso de la participación de adolescentes en edad escolar en los conocidos como programas de prevención universal, rescatado del Blog “Notas sobre drogas, salud e inclusión social” del psicólogo social Juan Carlos Melero (máster en drogodependencias por la Universidad de Deusto), quien se define a si mismo como “…-persona inquieta, medianamente culta y con una buena dosis de sensibilidad social.-…- psicólogo social inspirado por el psicoanálisis, el pensamiento sistémico y la sociología crítica. Un ecléctico, en definitiva.”

PREVENCIÓN UNIVERSAL DEL ABUSO DE DROGAS: ¿UNA HIPÉRBOLE?

Del conjunto de actuaciones que integran una política pública sobre drogas, llamamos prevención universal a aquella que se dirige al conjunto de la población, sin distingos relativos a factores de riesgo más o menos evidentes. Parte de una presunción razonable: puesto que más pronto que tarde cualquier adolescente tendrá que decidir cómo se relaciona con las drogas, mejor que decida de forma inteligente. ¿Qué quiere decir esto? Para mí inteligente quiere decir:informada, autónoma y responsable. Informada en el sentido de disponer de un saber objetivo que le permita imaginar lo que puede esperar del consumo de las sustancias habituales en su entorno, sin menospreciar los riesgos que puedan derivarse en función de variables como la edad, las mezclas, las conductas realizadas bajo los efectos de las drogas, etc. Autónoma en el sentido de que, a pesar de la relevancia del grupo a esta edad (y a otras, dependiendo de la cultura), pueda adoptar y mantener posturas personales. Responsable en el sentido al que alude el kantiano “imperativo categórico”.

¿Es universal la prevención universal?

Supongamos ahora que estamos en condiciones de medir qué porcentaje del alumnado español participa en programas de prevención universal. ¿Que es mucho suponer? De acuerdo, pero hagamos un esfuerzo de imaginación. Primero habrá que consensuar qué entendemos por “participar en un programa de prevención universal”. Quizás podríamos convenir en que se ha tomado parte en un programa de prevención si se dan, como mínimo, estas circunstancias:

  • durante al menos un curso escolar,
  • se ha participado en las actividades de corte interactivo,
  • de un programa basado en la evidencia,
  • que ha mostrado resultados positivos en evaluaciones rigurosas.

¿De acuerdo? Bien, pues ahí va la pregunta: ¿qué porcentaje del alumnado español ha participado durante el último curso escolar terminado (2014-15) en prevención universal entendida de acuerdo con los criterios señalados? A ciencia cierta, no lo sabe nadie. Veamos, por lo tanto, qué dice la última memoria publicada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (DGPNSD) que pretende recoger datos globales. Según esta memoria, correspondiente a 2013, participaron en alguno de los “programas estructurados” de prevención (de los que la propia memoria dice que hay “más de 100”) 800.853 escolares, la cifra más baja desde 2008, año en el que la participación ascendió a 1.600.821. ¿Qué porcentaje representa este dato sobre el total? Veamos qué dice el Instituto Nacional de Estadística. Según el Ministerio de Educación, el alumnado español de educación obligatoria (Infantil, EPO y ESO) asciende a 6.616.736 personas. Por lo tanto, de acuerdo con los datos publicados por la DGPNSD, en 2013 participaron en programas de prevención universal el 12% de la población española escolarizada. Sin entrar a valorar la calidad de esa participación, sobre la que no hay datos, parece a todas luces un porcentaje escaso.

Si partimos de la premisa de que este momento de la prevención debe ser universal y en la práctica solo llega al 12%, como mucho y en condiciones cualitativamente imposibles de analizar. Si, además, quienes participan no lo hacen debido a otra razón que la motivación de los equipos técnicos responsables y el profesorado, alguna situación relacionada con las drogas vivida en el centro o la pura casualidad, el panorama no es muy alentador.

Una última pregunta: ¿esto tiene solución?

Fuente: Blog “Notas sobre drogas, salud e inclusión social” del psicólogo social Juan Carlos Melero